El día y el momento habían llegado y, con ellos, el nerviosismo y la intranquilidad.
La luna llena del veintisiete de julio se cernía sobre Londres, cubriendo a un Andrey inquieto que caminaba a paso rápido por el camino que daba paso a Malfoy's Manor.
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La luna llena del veintisiete de julio se cernía sobre Londres, cubriendo a un Andrey inquieto que caminaba a paso rápido por el camino que daba paso a Malfoy's Manor.
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Miró nuevamente su reloj: las ocho y cincuenta y ocho minutos. Aceleró el paso, atravesando la verja negra que se imponía ante él, tardando un minuto más en llegar hasta la puerta de la edificación, que estaba abierta de par en par, con un elfo doméstico
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Miró nuevamente su reloj: las ocho y cincuenta y ocho minutos. Aceleró el paso, atravesando la verja negra que se imponía ante él, tardando un minuto más en llegar hasta la puerta de la edificación, que estaba abierta de par en par, con un elfo doméstico
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en la misma, esperando el arribo del joven, que pasó de largo sin siquiera echarle una mirada.
Entró en el salón, donde otras tres personas le esperaban y volvió a mirar su reloj, siendo ese el momento en el que dio las nueve. Había llegado a tiempo.
Una
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en la misma, esperando el arribo del joven, que pasó de largo sin siquiera echarle una mirada.
Entró en el salón, donde otras tres personas le esperaban y volvió a mirar su reloj, siendo ese el momento en el que dio las nueve. Había llegado a tiempo.
Una
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puerta doble se abrió de par en par, siendo la entrada a la estancia de la mujer que encabezaría la misión: Bellatrix Lestrange.
Varita en mano y acompañada de una risa escalofriante, que logró erizar el vello de la nuca de Andrey, se detuvo frente a
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puerta doble se abrió de par en par, siendo la entrada a la estancia de la mujer que encabezaría la misión: Bellatrix Lestrange.
Varita en mano y acompañada de una risa escalofriante, que logró erizar el vello de la nuca de Andrey, se detuvo frente a
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ellos, observándoles o, más bien, analizándoles; indagando en lo más profundo de sus almas con tan solo una mirada.
El joven Draganov permaneció firme e impasible ante el escrutinio de la mujer, que cesó al colocarse la máscara, lo cual hicieron los demás
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ellos, observándoles o, más bien, analizándoles; indagando en lo más profundo de sus almas con tan solo una mirada.
El joven Draganov permaneció firme e impasible ante el escrutinio de la mujer, que cesó al colocarse la máscara, lo cual hicieron los demás
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acto seguido.
Sacaron sus varitas y, arropados por las capas negras que les camuflaban en la noche, se desaparecieron, y, cuando volvieron a sentir el suelo bajo sus pies, el paisaje no se trataba de un elegante y lujoso salón de estilo gótico, sino que
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acto seguido.
Sacaron sus varitas y, arropados por las capas negras que les camuflaban en la noche, se desaparecieron, y, cuando volvieron a sentir el suelo bajo sus pies, el paisaje no se trataba de un elegante y lujoso salón de estilo gótico, sino que
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era un frondoso bosque poblado de árboles, sumido en la más profunda oscuridad.
Permanecieron en silencio, atentos a cualquier movimiento o sonido, hasta que un aullido llegó a sus oídos.
Sonrisas maliciosas tras las máscaras y, después, nubes de humo
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era un frondoso bosque poblado de árboles, sumido en la más profunda oscuridad.
Permanecieron en silencio, atentos a cualquier movimiento o sonido, hasta que un aullido llegó a sus oídos.
Sonrisas maliciosas tras las máscaras y, después, nubes de humo
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negras que se dispersaron por el lugar en busca de aquello que deseaban encontrar aquella noche: licántropos.
➳ @Bellatrixtty
negras que se dispersaron por el lugar en busca de aquello que deseaban encontrar aquella noche: licántropos.
➳ @Bellatrixtty
