1. La base jurídica de la demanda de Puigdemont y demás rebeldes fugados es irrelevante. Discutir acerca de ella es una pérdida de tiempo.
Este es el significado político de la personación de España en esta causa.
Sólo hay dos alternativas que pueda tomar Moncloa.
Dejar la soberanía española en manos de un juez belga de primera instancia es una locura.