Hoy es 8 de septiembre, y más de la mitad de España está de fiestas patronales. ¿Por qué? Porque hoy se conmemora uno de los aspectos del catolicismo más cañí que existe: LAS ADVOCACIONES MARIANAS. No todas, pero sí muchas de ellas.
Una advocación mariana viene a ser una manera de referirse a la Virgen María atendiendo a alguna característica particular que se le quiera adscribir: l lugar en el que apareció, una virtud que pensamos que tuvo, un episodio de su vida, un fenómeno de la naturaleza....
Raro es el lugar español que no tiene la suya propia: con su manto, su historia de aparición/intercesión, su tradición pintoresca, su dulce típico... los lugareños articulan su orgullo local en torno a ella y la pasean/peinan/veneran/jalean/hacen botar por la calle
Para que nos entendamos: las advocaciones marianas son los pokemon del catolicismo. Te elijo a ti, Virgen del Carmen!
Para evitar caer en politeísmos chungos, la Iglesia Católica siempre se ha esforzado en dejar claro que que no son más que maneras de llamar a una misma virgen. Pero junta tú a un mexicano y aun onubense y diles que la Virgen de Guadalupe y la del Rocío son la misma cosa...
Son una de las mayores fuentes generadoras de ritos, mitos y pasiones encontradas que la sociedad española ha desarrollado. Tanto, que muchas de esas particularidades culturales han trascendido a lo religioso y están donde menos te lo esperas.
Pero ¿qué tipo de advocaciones existen?
Tenemos, por un lado, las que hacen referencia a episodios de la vida de María: Anunciación, Concepción, Visitación, Presentación, Asunción... típico nombre de señora de tu pueblo que te desintegra la mejilla a besos cada vez que te ve.
Probad a traducirlas al inglés y empezad a usarlas cuando os dirijáis a las susodichas: el caos y el terror se apoderará de sus rostros
También están las relativas a cuestiones teológicas muuuuy profundas y muuuuuy sesudas cuyo significado apenas sí pueden atisbar nuestras obtusas mentes milennial: Fe, Esperanza, Caridad, Consolación, Encarnación...
Por otra parte, tenemos las que describen momentos en los que la pobre Virgen lo pasó FATAL: Angustias, Dolores, Soledad... Claro, luego llamamos a las portadoras Lola o Sole y nos parecen nombres de lo más cool, pero si lo piensas bien, da un poco de cosita llamarte SUFRIMIENTO.
Para compensar, también hay quien celebra que la Virgen de vez en cuando se enrolla y nos echa un cable: Perpetuo Socorro, Auxiliadora, Remedios, Amparo, Mercedes...
También están las advocaciones-mapa: esas que te permiten saber EXACTAMENTE el lugar en el que se las venera (Lourdes, Fátima, Loreto, Carmen, Covadonga...) o hacerte una idea un poco más general: Camino, Llano, Puerto, Mar, Vega, Montaña, Valle... 
Pero sin duda, mis favoritas son las las advocaciones que tienen que ver con la fauna, la flora, la climatología.... Esas vírgenes votantes de EQUO que dan al catolicismo un delicioso toque hippie más que necesario: Rocío, Encina, Nieves, Paloma, Pino, Brezo, Arroyo, Castañar...
... Prado, Dehesa, Fuensanta, Aguasantas, Fuensalida, Piélago, Cerro, Fuencisla, Poveda, Espinar, Huertas, Vid, Flores, Estrella...
Por último, existe un perturbador cajón de sastre en el que podemos englobar las advocaciones más inclasificables, como la de Manjavacas, la de San Lorenzo (sí, una virgen con nombre de SEÑOR, la virgen gender fluid que todos estábamos esperando) la de la Cinta, o la de Regla...
Huelga decir que este hilo tan solo menciona una brevísima selección de nuestras vírgenes patrias (no he abierto el melón de las advocaciones gallegas, vascas o catalanas, por ejemplo), así que si he pasado por alto a la virgen de tu pueblo discúlpame... y cuéntamela ;)
