Veo a mucha gente tuiteando que la justicia no debería ni admitir a trámite casos como el de @valtonyc o Willy Toledo, aunque alguien los denuncie. Creo que conviene aclarar algunas cosillas de cómo funciona esto de la represión. Abro hilo👇 
En muchísimos casos, no hay denuncia que admitir o rechazar, al menos de particular o de supuesto perjudicado. La cosa, en no pocos casos, más bien, va así:
La policía, siguiendo directrices de otras instancias o, simplemente, su propio instinto (eso ya no lo sé), se pone a rastrear las redes sociales a cascoporro.
Como el mundillo de internet es "algo amplio", en su loable afán de optimizar los recursos de las arcas públicas,introducen claves de búsqueda que, a su entender, son claramente indicativas de delito (pena que no usen el mismo método para detectar nazis, porque mira que es fácil)
Así es como pillan a cientos de tuiteros en las "operaciones araña", por ejemplo. Por cierto, ¿lo de "operación araña", a nadie más le suena a macrooperación policial contra el crimen organizado? A mí sí. Confieso que, la primera vez que lo escuché en la tele, flipé.
Luego ya vi que no, que ni crimen organizado ni na. En realidad, engloban casos absolutamente aislados de gente que ha tenido el mal pie de tuitear algo similar a las claves esas que no sabemos en función de qué criterios habían escogido (aunque podemos imaginarlo)
Otro ejemplo similar es el de la persecución, de oficio, hace unos años, de cualquier grupo anarquista, que desemboca en el conocido caso de Nahuel, un chico de 27 años que, como sabéis, pasó 16 meses en prisión preventiva por el delito de..... Oh, sorpresa ¡NINGUNO!
Y, así, decenas de casos. Pero del que os puedo hablar con más conocimiento es el de @La_Insurgencia, porque mi hijo es uno de los 12 integrantes del colectivo, condenados por sus letras de rap. Ahí va:
La historia empieza como he explicado antes: policías utilizan las claves de búsqueda que ¿alguien? les da a entender, rastrean redes en busca de peligrosos criminales y se topan con el canal de youtube de estos chicos y chicas. Un COLECTIVO MUSICAL (de izquierdas, eso sí)
Le presentan al fiscal su informe y ésta decide que el asunto merece ser llevado ante la Audiencia Nacional (ahí es nada). Es nombrada instructora la magistrada Carmen Lamela que, tras leer el informe policial y llamarlos a declarar decide (¡FLIPAD!) dictar AUTO DE SOBRESEIMIENTO
Peeeero.... la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional se pasa por el forro (coloquialmente, que nadie se me ofenda) la opinión de quien se supone que ha estudiado el caso y los posibles indicios de delito y ordena el dictado de auto de continuación
Vamos, que sigue la fiesta. El 2 y 3 de noviembre son juzgados en la Audiencia Nacional. En el juicio queda patente el modus operandi policial descrito anteriormente, en las declaraciones de los propios policías. Además, el fiscal, los compara con yihadistas. Surrealismo puro.
Poco después sale la sentencia: 2 años y 1 día de cárcel, 8 de inhabilitación y 4850 euros de multa por cabeza.
Casualmente, a los 12 les cae exactamente la misma condena, a pesar de que en la diligencia del auto de continuación, pone, textualmente, que "la responsabilidad penal es siempre personal" y de que uno de ellos, por ejemplo, había subido a internet UN ÚNICO TEMA DE RAP. Curioso
La sentencia justifica la condena porque, aunque no existe riesgo real, sí que hay.... (agarraos para no caeros) .... RIESGO ABSTRACTO
(lol)
(lol)
Los chicos (y chica) recurren ante la sala de apelaciones de la Audiencia Nacional, la cual se reunió para decidir el 21 de junio. A la espera siguen de que les comuniquen la decisión que han tomado.
Y hasta aquí Devolvemos la conexión. Seguiremos informando.
Y hasta aquí Devolvemos la conexión. Seguiremos informando.
Bonus track: ante su recurso, el fiscal pide que sea desestimado, a pesar de que, de confirmarse la sentencia, entrarían en prisión 12 JÓVENES SIN ANTECEDENTES y con vidas absolutamente normales. Supongo que este señor se cree de verdad que son peligrosos criminales.
