Tal vez estas tres capturas ayuden a entender el motivo por el cual la Justicia pierde su credibilidad en España día a día. Aquí van dos artículos de la Constitución Española y un titular de prensa de esta mañana. Hilo: 
Primero, cuando el art. 122.3 CE dice que el CGPJ estará integrado por el presidente del TS y por 20 vocales, y que, entre esos 20 vocales, habrá 12 jueces y 8 juristas de reconocido prestigio, se pretendía garantizar un equilibrio en el órgano de gobierno del Poder Judicial.
Por eso, esos 8 vocales no procedentes de la carrera judicial (los juristas de reconocido prestigio) serían elegidos 4 por el Congreso y 4 por el Senado. Se entiende -o se entendía en un principio- que los otros 12 serían elegidos entre jueces y por jueces.
Así, existiría un equilibrio en el CGPJ entre jueces y no jueces, pero siempre garantizando la mayoría de los primeros y que, en todo caso, la carrera judicial participase activamente en la elección de aquéllos (los vocales) que han de organizar el Poder Judicial en su conjunto.
El Gobierno de Felipe González, al que se le atribuye el famoso "Montesquieu ha muerto" (la separación de poderes ha muerto), lo entendió de una manera distinta: cuando el art. 122.3 de la CE dice que, de los 20 vocales, 12 lo serán "entre Jueces y Magistrados (...)
(...) de todas las categorías judiciales", lo que se quería decir es que serán elegidos "entre" jueces, pero no necesariamente "por" jueces. Y, así, en el año 85 aprobó la Ley Orgánica del Poder Judicial, actualmente vigente, que proponía que, de los 20 vocales del CGPJ, (...)
a 10 los elegiría el Congreso y a los otros 10 el Senado. Esto afecta gravemente a la separación de poderes (en un momento político y histórico muy malo), porque el Poder Legislativo (y a menudo el propio Ejecutivo) influyen directamente en la elección de los miembros que (...)
más mandan en el Poder Judicial, y que son los encargados de nombrar a todos los altos cargos de la Judicatura, además de ostentar competencias importantes en materia de ascensos y otros. La confusión entre los tres poderes del Estado es total. Terrible.
Pero cuando, además, se pacta directamente -y se alardea de ello- quién va a ser el Presidente del CGPJ y, por tanto, del Supremo, cuando el art. 123.2 la Constitución dice claramente que a éste lo nombra el Rey, a propuesta de los 20 vocales, y no el Congreso ni el Senado, (...)
(...) la imagen de la independencia del Poder Judicial queda por los suelos. Recuerdo otra vez el texto de los artículos 122 y 123 de la Constitución:
Y la ominosa noticia con la que hacen ostentación el PP y el PSOE, con la connivencia de Podemos y los partidos nacionalistas:
Presumir de que los partidos mayoritarios se reparten el órgano de gobierno del Poder Judicial me parece tremendo. Pero ya presumir de que has pactado quién será su presidente es algo tan torpe, y tan diametralmente opuesto a lo dispuesto en la Constitución, que (...)
(...) no alcanzo a comprender por qué el PP y el PSOE no lo esconden, y al menos fingen un poco que son los vocales -y no ellos- quiénes elegirán (propondrán al Rey) a su presidente. Por cierto, ¿qué tipo de vocales del CPGJ son los que leen esa noticia y (...)
no se sienten, lamentablemente, unos meros títeres de Casado y Sánchez? No entiendo cómo puede ilusionarles ser vocales del CGPJ cuando, antes de comenzar, te golpean en la cara de este modo.
En fin, acabo: la independencia del Poder Judicial, y que además sea percibida así por la ciudadanía, es un bien en sí mismo que las democracias harían bien en garantizar. Y no se me ocurre peor momento para menoscabar la imagen de los jueces (...)
(...) que ante la crisis de la democracia y el paralelo ascenso de los populismos por todo el mundo, pues precisamente al Poder Judicial al primero que señalan para derrumbar el equilibrio de poderes, última defensa de que disponen los Estados de Derecho ante el autoritarismo.
