El diablo en navidad tenía nombre; apellidos, usaba pantalones, ropajes para el frío. El noventa por ciento de las ocasiones era un tipo sin dinero, ni aspiraciones el día 25 de Diciembre.
Celebrar es consumir y regalar; si no puedes, seguramente debes recapacitar y pensar porque eres un sujeto que llega a fin de año con las manos vacías.
Quién no está con su familia en estas fechas, ni otorga los medios necesarios para el festejo debe ser considerado un despojo, su vida no genera la abundancia que los demás merecen. No encaja en el sistema;
Pero los sueños volvieron a subir de precio, la comida también; y millones de pobres diablos no celebrarán este año, quedarán en evidencia como los quejiches idealistas que son, su incorregible estilo de vida,
Nada quedó de la fantástica historia de aquel humano que dijeron era Dios ¿Dónde está el Cristo que ama a los pobres y nos invita a seguir un estilo de vida austero? ¿Dónde quedaron los pastores reunidos compartiendo el fuego y las historias
La navidad es el recordatorio de que la humanidad está perdiendo sin remedio su alma; en una noche te ves forzado a convivir y sonreír, a recordar que conforme pasan los años, las alegrías tienden a ser más difíciles,
Pero quizás tu rutina diaria te hace querer olvidar que existe un motivo para celebrar a la humanidad; o quizás recuerdes que el calendario está desfasado como para celebrar el cumpleaños de Cristo,
Quizás las mejores navidades se pasen en un orfanato, en una casa de emigrantes; quizás el canto y los abrazos
Aunque hay de aquel que llegue a estas fechas
Estos pastores en soledad, pensarán esta noche en su inmenso desierto;
Nadie soporta a los pobres diablos con facha de piratas, esos de risa amplia y sonora; además de ser diablos parlanchines y ebrios; tienen ideas de las cuales hablar y cuestionar puede incomodar, nunca traen botellas finas para celebrar;
Gracias a mis amigos que dialogaron conmigo este año, en particular a la grata sorpresa que me llevé conociendo a: @jccharc