Londres. 1762.
Sabía que había regresado a casa por varios motivos. El más evidente. La lluvia. No es que en Cuba no hubiese llovido, pero no de la forma incesante que lo hacía en tierras inglesas. Tres dias. Tres dias sin parar.
1741 cerró el libro y respiró hondo.
1745, 1746, 1755, 1758
-Maldito seas Perseverance - susurró en la oscuridad.
Y siguió contando.
1758…1760, 1761, 1762
Dos décadas.
¿Le llegarían noticias de su muerte donde estuviera? ¿Le lloraría?
Levantándose de la silla en la que estaba sentado, se desnudó y se metió en la cama. La lluvia caía, pero en algún momento debía parar.
“El rey Jorge III compró la Casa señor, antes de cerrarla al público, está permitiendo que sea visitada”
“Johnny, todo caballero que se precie debe de tener una"
Ambos se miraron e instintivamente dieron un paso hacia atras, obviamente cediendo el paso al otro.
-Por favor -
@QLBeauchamp