Thread by @zitelmann

Treinta años después de la caída del muro y el fin de la guerra fría, Venezuela se encuentra hoy en el centro de otra guerra mucho más sutil y silenciosa, que busca acabar con el modo de vida occidental y los valores de libertad, democracia y respeto con los que yo crecí.

Las fuerzas anti-occidentales, lideradas por los regímenes dictatoriales de Rusia y China, y apoyadas por Irán, Turquía, Cuba, Nicaragua, Venezuela y otros herederos de las más oscuras dictaduras del siglo XX, pretenden imponer su sistema opresivo también en occidente.

Los funcionarios de estos regímenes y sus medios de comunicación mienten descaradamente. Los que invadieron Crimea se indignan por la injerencia en Venezuela, los que tienen 60 años oprimiendo al pueblo cubano hablan de un golpe de estado contra la democracia.

Por más desquiciado que parezca, estos delincuentes han encontrado un público en occidente y así han conseguido instalar su modelo opresivo en países como Venezuela y Nicaragua. También han sumado a sus filas a miles de jóvenes que usan iPhones y toman Skinny Mocha Frappuccinos.

El Secretario de Estado Mike Pompeo dijo hoy en el Consejo de Seguridad de la ONU una frase contundente: "Now it's time for every nation to pick a side." Una frase cursi, que parece sacada de una película de Hollywood, de los Avengers, de la lucha del bien contra el mal.

Sin embargo, ese mensaje cursi y premeditado tiene una verdad irrefutable de fondo: esta guerra está sucediendo y es hora de hacerle frente. No sólo está dirigido a los representantes de cada nación, sino a cada uno de nosotros, los que nacimos y vivimos de este lado del mundo.

Como venezolano escogí mi lado en esta guerra hace tiempo. Creo que el bien y el mal son muy subjetivos, los héroes de unos son los villanos de otros. Al final, me pongo del lado de los que defienden mi libertad, los valores con los que me criaron, los de mi familia y mis amigos.

Quizás ya estoy viejo y me está pegando la demencia senil, me estoy poniendo como Clint Eastwood, pero yo no creo en las buenas intenciones de Rusia, China, Turquía, Irán o Cuba; tampoco en personajes oscuros de las democracias occidentales como AMLO o Pablo Iglesias.

El mundo no es tan globalizado como pensamos de este lado y los regímenes opresores van a seguir intentando imponer su modelo. Pues yo creo que hay que ponerles un parado y luchar abiertamente contra los que defienden las ideas de Putin o Jinping.

Si usted piensa que esta guerra no está sucediendo, abra los ojos, es como el cambio climático. A los que la están promoviendo les interesa que usted piense que no está sucediendo. Por eso hoy Rusia y China votaron por no discutir la crisis de Venezuela en la ONU.