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En este #ApagonNacional en #Venezuela, el miedo, la desesperación y la ira se confunden una mezcla siniestra que nos debilita como ácido. Acá coloco algunos consejos para conservar la #Esperanza en medio de la tragedia.
Mantén la calma. Enfócate en lo que está sucediendo a tu alrededor, en el presente. Es difícil no preocuparse por el empeoramiento de las circunstancias, pero tendrás tiempo para lidiar con eso luego. Cierra los ojos y respire profundamente las veces que sea necesario.
Haz un inventario de lo que tienes a tu disposición: velas, linternas, dinero, comida, agua. Visita tiendas o supermercados que estén abiertos para reabastecerte. Las laptops y las tablets no son útiles sin internet, pero son estupendas baterías para cargar celulares.
Manténte ocupado. Busca una actividad que no requiera electricidad, como limpiar la casa o regar las plantas. Haz ejercicio, dibuja, lee, pinta, escribe o medita (dependiendo del nivel de luz). Un cuerpo y una mente ociosos son tierra fertil para la ansiedad y el miedo.
Si tienes niños en casa, inclúyelos en las actividades, juega juegos de mesa o incluso sácalos al aire libre si puedes. Explícales qué está pasando y por qué. Esto es especialmente relevante si los jóvenes están muy acostumbrados a la TV o a usar dispositivos digitales.
Si tienes acceso a noticias, modera la información que estás consumiendo. Entiende que no puedes resolver la tragedia ni puedes ayudar a todo el mundo. Si sientes estrés, no reproduzcas videos o audios automáticamente. Guarda tu fuerza, protege tus emociones.
No compartas nada sin confirmación y si las noticias son muy gráficas o tristes, o si no incluyen datos que puedan ser útiles para otros, considera no diseminarlas en tus chats o redes. Está bien cerrar el flujo de información si te sientes impotente, cansado o abrumado.
Leerás y escucharás mentiras e historias extrañas; también oirás horribles rumores y teorías conspirativas. Resiste todo eso. Concéntrate en los hechos que has verificado y haz tu mayor esfuerzo para evitar la manipulación o la especulación.
Si puedes, ofrece apoyo a quienes te rodean, así sean extraños. Darle alivio a otros también te alivará a ti. La satisfacción de hacer algo significativo, incluso si es pequeño, te ayudará a capear la tormenta más fácilmente.
Llorar no es un problema ni está mal. Derramar lágrimas oportunas trae calma y alivia la carga.
