Thread by @AAAD25

Hilo:

Mi intención no es ser nube negra ni sembrar emociones negativas. Solo quiero advertir sobre el cuadro preocupante que presenta el país en estos momentos.

Para empezar, la coalición opositora nuevamente está mostrando grietas profundas en cuanto a estrategia. Ahora la manzana de la discordia es el manejo de las acciones coordinadas con la comunidad internacional democrática. Más específicamente, el dichoso art. 187 de la Const.

Guaidó ha dicho que este artículo será invocado en su momento y reiterado varias veces que "todas las opciones están sobre la mesa". Idealmente, como líder ad hoc de la oposición, este sería el mensaje de una estrategia compartida por los sectores opositores.

Sin embargo, en los últimos días individuos asociados con el movimiento Soy Venezuela han exigido que el artículo sea invocado por la AN de inmediato, y sugerido que si esto no ha ocurrido, es porque otros sectores opositores con supuestos intereses oscuros no lo permiten.

He dicho que, a mi juicio, ni Guaidó ni la AN deben anunciar públicamente escenarios de acción internacional que no hayan sido previamente acordados con los actores involucrados, pues de lo contrario, las expectativas se trocarían en más decepción si no se cumplen, como el 23-02.

No sé si quienes insisten en el art. 187 manejan información privilegiada según la cual ese acuerdo ya existe y solo la resistencia de esos sectores opositores que son sus "sospechosos habituales" impide la acción definitiva.

La dirigencia opositora en torno a Guaidó no puede seguir desunida en cuanto a estrategia se refiere. Ello podría sembrar más confusión en la comunidad internacional democrática y frenar sus acciones.

Mientras tanto, militares rusos entran al país con opiniones inciertas. Si solo estarán por poco tiempo en Venezuela para brindar respaldo técnico, se trataría de una señal más del compromiso continuo pero limitado del Kremlin con Miraflores.

Pero, si su estadía se prolonga, sería una indicación de que Rusia planea ir mucho más lejos para defender al chavismo. Ello elevaría las implicaciones geopolíticas de la crisis venezolana a niveles mucho más altos.

Mientras tanto, el régimen parece haber recuperado al menos parte de la orientación tras los sobresaltos posteriores al 23-01. Creo que apuesta por aguantar las sanciones económicas y que las advertencias de EE.UU. sobre ir más allá no le resultan tan creíbles.

Por eso la detención de Roberto Marrero, parte del círculo cercano a Guaidó. El propio Guaidó podría estar bajo peligro mucho mayor que el que ha experimentado desde el 23-01.

Por último, no puedo dejar de referirme a los apagones que están haciendo de la vida en Venezuela, ya precaria, un círculo del infierno que ni Dante pudo imaginar. Los cortes de luz generan frustración, desesperación, miedo, tristeza y furia reprimida.

Naturalmente, este nefasto coctel emocional lleva a los ciudadanos a exigir soluciones inmediatas tanto a la dirigencia opositora como a sus aliados internacionales.

Eso por no hablar de los daños a la economía. La paralización de actividades económicas tendrá un efecto considerable en un PIB que ya estaba en caída libre.

Volviendo a la dirigencia opositora, urge la unidad estratégica entre sus elementos, y también con los gobiernos que la apoyan. Sobre la base de esa estrategia, se debe invertir mayores esfuerzos en comunicar para manejar las expectativas de los ciudadanos.

El objetivo es mantener viva la esperanza, pese a las adversidades enormes, con señales de que se está haciendo algo para alcanzar una solución al menos en el mediano plazo, siempre teniendo en cuenta que los ciudadanos querrán eventualmente ver resultados.

Fin del hilo.