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Una jueza me ha condenado por denunciar que un ministro franquista fue corresponsable –porque lo fue– de la sentencia de muerte a Puig Antich. Con esto, no sólo me condenan a mí, lo hacen a todas las personas que creemos en la libertad de expresión. publico.es/politica/impun…
La sentencia la vamos a recurrir porque no podemos tolerar que se ataque de esta manera a la libertad de expresión. En mi mensaje no hay nada que no sea verificable por la historia. También es cierto que fue enterrado con honores al son del Cara al Sol.
La libertad de expresión se defiende ejerciéndola y vamos a llegar hasta el final. El régimen franquista aún tiene sus tentáculos en los aparatos del Estado y también vamos a seguir denunciándolo.
Por cosas como está, más que nunca, necesitamos una Ley de Memoria Histórica que se cumpla y se ejerza. Verdad, justicia y reparación. No queremos ser un pueblo sin memoria. Seguimos.
Segun la lógica de la jueza, como la ejecución a garrote vil del joven anarquista se hizo conforme a la legislación vigente en ese momento (la franquista) no se le puede reprochar nada a sus ejecutores. Por esa regla de tres, condenar el holocausto podría suponer injuria.
Yo seguiré denunciando que el fascismo y su versión franquista fue un régimen asesino, A-SE-SI-NO, que aún cuenta con protección oficial y que aun disfruta de impunidad.
