Thread by @jotaalonso

Cada día, todos los días, millones de mujeres y hombres salen a buscar el pan de sus hijos e hijas. Ninguno es noticia. Los nadies no ocupan espacio en el llamado "periodismo profesional", "puro" e "independiente". Ninguno de esos periodismos interpreta a los nadies del sistema.

Cada día, cada hora, una pareja joven se queda en la calle porque no puede pagar el alquiler, las tarifas de los servicios públicos en dólares, los alimentos al alza, el litro de leche y el kilo de carne. Ni siquiera el paquete de fideos. Se ha vuelto "normal" el abandono social.

Crece el malestar entre los alimentados por el odio mediático. Son los mayores responsables de la vieja grieta. De la zanja de Alsina hasta estos tiempos de desguace, persecución, lapidación y balas para jóvenes que protestan y pueblos originarios. Un gobierno de criminales.

Sin embargo, se postulan desde una moral. Edifican el sentido de la sombra de la decencia. La incorruptibilidad de los amorales. La razón de los psicópatas sin registro del otro como sujeto de derecho. Si para Cristina la Patria era el otro, para ellos, la Patria no existe.

El ejercicio del periodismo tal como lo entendieron Gelman, Bayer, Walsh, Urondo y Eloy Martínez, entre otros y otras, no tiene lugar en el mercado periodístico. Se trata de una industria de canallas revestidos de una moral republicana. Comercian con lo que no tiene repuesto.

Y lo digo, afirmo y sostengo porque hace casi 30 años que ejerzo el periodismo. Los conozco a los Orozco, son 8 los monos. "Pocho, Toto, Cholo, Tom, Moncho, Rodolfo, Otto, Pololo. Yo pongo los votos solo por Rodolfo. Los otros son locos. Yo los conozco".
Y así andan los Orozco...

No son poetas, ni filólogos, ni maestros. Ojalá pudiesen levantar una pared para una familia sin ladrillos. Nunca les faltó el café con leche de la tarde. No conocen el sabor del mate cocido. La pobreza para ellos es una cifra de la UCA, que repiten como el rezo de los idiotas.

Hay que debatir sobre el rol de las y los periodistas. Y no porque el señor de pelo azabache y flor de cara de susto, Daniel Santoro, atropelle las palabras con el palpitar del miedo en la paladar. No. Hay que hablar de qué hicieron con el periodismo en estos años de desguace.

¿Quién dijo que ellos son "los profesionales" y el resto es inferior? ¿De dónde sacaron el lustre de Sarmiento, de maestros ciruelas del rayón, de la redacción sin computadoras, del machismo y el acoso a las compañeras mujeres, y el catálogo del servilismo patronal? ¿Qué son?

Parece que el centro está de moda, pero no soy de centro. No me bajo. Los Corea del Centro tienen programa propio. Su comercio de la palabra se basa en el equilibrio del Sarrasani. Una subordina acá, otra allá, dos más abajo. La corrección que tanto aborrecieron Arlt y Soriano.

Para conformar una unidad sólida no hay por qué resignar lo que somos. No tiene sentido la soldadesca de ganado. Lo que sirve es el pensamiento y nosotros tenemos la obligación de ponerle sentido y palabras al presente. Interpelarlo por un destino común para nuestros hijos.

El periodista es un trabajador más. No es algo especial como creen algunos que postergan indagatorias con chicanas jurídicas, que son apadrinadas por sectores de poder que financian sus barbaridades revestidas de periodismo trucho. Tapas en potencial jamás reconocidas. Falsarios.

Entonces, ¿por qué el centro de Corea del Centro? Se trata del síntoma del hombre corcho, el que siempre flota, el de las aguafuertes de Arlt. El hombre corcho es un mediocre con pretensiones de literato, pero sin talento. La palabra es una cosa seria, como el latido del corazón.

"Puros", "independientes" y "profesionales" hacen fila en el crematorio del periodismo. Lo han asesinado defendiendo a un gobierno que es responsable de las muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel. Que es responsable de la masacre de Monte. Háganse cargo, al menos, una vez

Ahora que cada día, todos los días de la vida, un viejo no puede comprar los medicamentos y su jubilación fue destrozada por el cálculo chino de Pichetto. ¿De qué moral nos hablan cuando miles de personas no pueden comer y pagar el colectivo? Hay una verdad que los incomoda...

Y es el reflejo de sus rostros, sus citas, lo que han dicho en estos años de escarnio. No pasará nada porque como dice León: "Este país se chupa todo lo que pasó". Aunque nosotros sabemos de qué está hecha la costra del olvido. En definitiva somos olvido y todo es vanidad.