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En rigor, una consulta a la militancia, sea cual sea el formato que se elija, debería basarse en las diferentes opiniones que existan en la dirección del partido o entre sectores del mismo sobre un tema o decisión particular a tomar. [Sigo hilo] 
Pero obligar a la militancia a tener que decidir entre la posición de sus dirigentes y la posición de su principal adversario político –en este caso, los del PSOE– es algo que no tiene registro en la historia política española, y seguramente en la historia política internacional.
Esto tiene lugar sin un debate previo en las bases ni en asambleas de círculo –ni siquiera en asambleas públicas donde los votantes y simpatizantes puedan interpelar a quienes eligieron al parlamento– pese a los dos meses y medio transcurridos desde las elecciones del 28A.
Como siempre, los militantes, inscritos y votantes deben formarse una opinión aisladamente y en animadas charlas familiares, mirando los debates en "platós" de televisión. Esto no es sólo "un verdadero insulto a la inteligencia", como bien lo ha definido @TeresaRodr_
Es la enésima constatación -desde el momento fundacional de Podemos- de un tipo de organización burocrática, verticalista, antidemocrática y caudillista que es incompatible con un verdadero movimiento que aspire a transformar la sociedad.
