El día de hoy acudo al cine a ver "Fast and Furious: Hobbs and Shaw".
La fórmula narrativa que se estableción en las primeras cintas de la saga ha cambiado mucho de ingredientes, pero algunos de ellos parmanecen, los gags entre ellos.
En dos de sus apariciones el personaje introduce un gag sobre "Game of Thrones".
Me sorprende la coincidencia de la mención de "Game of Thrones" en el momento que necesito una intruducción para las notas sobre HBO.
Me sorprende que nadie se sorprenda porque afirma una tesis.
De hecho es una promoción al programa de HBO que pertenece a un conglomerado competidor: Warner-Time-AT&T.
La respuesta la da Dean J. Defino en su libro "The HBO Effect".
"Gameo of Thrones" ha trascendido a HBO, a Warner.
"Game of Thrones" ya es parte de la cultura popular.
El fenómeno social de la producción de HBO está latente aun hoy día, pero va a marcar un punto de inflección enorme al paso de los años.
Pueden apostar por ello.
Y el cómo HBO va ser referente en la guerra de contenidos que tenemos encima.
John Douglas conduce su auto acompañado de su hijo de 15 años, Son aproximadamente las 14 horas.
Tiene sintonizada la radio de su auto en la estación de FM WBAI de New York.
La estación comienza a trasnsmitir una grabación del comediante George Carlin.
La rutina, por supuesto, enfatiza en dichas palabras que se escuchan en la radio.
George Carlin apela la decisión amparándose en la libertad de expresión
El tema llegó a la Suprema Corte de Justicia de los EUA. Era un caso que iba a definir los límites de la censura en los EUA entrando en la recta final del siglo XX.
El fallo fue 5 contra 4 a favor de la censura de la FCC.
El límite estaba definido.
La moción no era por censurar a Carlin, si no por regular el contenido en medios.
Había que comprobarlos todos.
Carlin pulió su rutina que terminó llamándose "Seven Words You Can Never Say on Television".
Y el monólogo fue presentado en televisión, como debía ser.
En este video parte de la rutina que fue presentada posterior mente en Phoenix.
Shit
Piss
Fuck
Cunt
Cocksucker
Motherfucker
Tits.
HBO era el medio que se atrevió a comprobar los alcances de la resolución de la Suprema Corte.
Por supuesto las asociaciones vigilantes de la moral estadounidense alzaron una voz de protesta.
HBO era un canal privado que usaba cable y satélites privados para transmitirse, por lo tanto no podían ser regulado por el gobierno. Los amparaba el uso de la libertad de expresión manifestada en el alegato de George Carlin.
Probablemente mayor al hecho de ser el primer canal por cable comercialmente exitoso, y el primero en tener transmisión satelital.
Pero el mayor éxito de HBO fue arriesgar en el modelo de TV.
Los ingresos de HBO no se debían a anunciantes, sino a su audiencia.
Eran HBO y la audiencia, sin los intereses comerciales de los anunciantes, sin la vigilancia moralizante del gobierno.
Y eso hizo.
El éxito del programa le dio rumbo a HBO.
En esa década, el canal vivió también del aire fresco que le brindó el New Hollywood al cine, y por consiguiente al canal que transmitía sus películas.
HBO quería tener dentro de su programación algo que lo distinguiera mas allá del contenido hollywoodense.
Con el soporte financiero adecuado, fue en pos de hacer su propio contenido a modo.
La revolución de contenidos que inició HBO comenzó con la serie "OZ", continuaría con "Sex and the City" y "The Wire", pero el modelo acabría definiéndose con "The Sopranos".
Pero puedo dar fe de mas de una veintena de insistentes aprecibimientos para que no me la pierda.
Lo dijo un amigo "The Sopranos es LA serie".
Y la crítica lo respalda. La seria cambió la ruta de HBO y de la televisión.
Libertad narrativa para mostrar lo que no se había mostrado.
Y la vida de Toni Soprano.
Los guionistas, sin estas restricciones, pudieron amalgamar personajes mas complejos y mas apregados a la realidad.
Las tramas se volvieron mas adultas y largas.
Los personajes no podían ser definidos en las reglas de bueno o malo de la TV abierta.
Era, en resumen otro modelo de televisión, otra narrativa, otra libertad de producción.
Apostaba por la apertura y madurez de su audiencia iniciando una revolución de contenidos.
Y la audiencia respondió con una aceptación y adicción sin precedentes a sus series.
IT'S NOT TV, IT'S HBO.
El canal de paga se había convertido a inicios del nuevo milenio en la vanguardia del contenido en pantalla chica.
Lo había conseguido albergando a un grupo de creativos que habían recibido portazos del cine y televisión.
Entonces el éxito de HBO quizo ser emulado por la competencia.
El segundo paso vendría rápidamente posterior a este éxito: convertirse en el estándar del gremio.
La revolución de HBO fue el inicio de la segunda era dorada de la TV.
Cuando demostraron que la industria estaba equivocada, y que ésta debía romper paradigmas morales, la competencia de HBO fue por ellos.
De pronto las negativas morales a un contenido dejaron de ser la norma, y las apuestas a la madurez de la audiencia lo cotidiano.
Sobre toda en aquella de altos ingresos y escolaridad que intelectualmente era mas tolerante a la censura.
Y hay un nuevo competidor: Netflix.
Netflix llegó a un terreno apostando en solitario con contenido ajeno.
Una empresa en un nuevo modelo de transmisión, que pasa luego a hacer contenido propio y romper el modelo de la televisión convencional, y aun el modelo de HBO.
Y no es HBO, es Netflix.
Y lo dejaron crecer.
Es en el contenido principalmente donde sigue la competencia.
Comienzas un revolución.
Te vuelves el modelo a seguir de tu gremio.
Provocas una segunda época dorada de contenidos.
¿Qué sigue?
Volverte en un referente popular.
O lo que es lo mismo el nirvana del mainstream.
Son casi las 9:30 de la mañana, estamos mi madre y yo esperando el ingreso a la sala IMAX de un multiplex de Cinepolis en Guadalajara.
Vamos a ver "Avengers: Endgame"
Funciones a las tres de la mañana a lo largo de todo el planeta.
Este evento es otra cosa.
"Avengers: Endgame" define, probablemente, la cúspide de ese nirvana del mainstream".
Varios récords de taquilla están por romperse ese fin de semana de estreno.
Porque la película es un capítulo mas de una larga narrativa desarrollada a lo largo de diez año.
Un modelo cinematográfico que viene con el aval de Disney.
Y si Disney lo avala, , lo sabemos todos, es un contenido para toda la familia.
Sus contenidos siguen unas premisas morales, de censura se podría decir, propias.
Un contenido Disney es seguridad de contenido familiar.
Ese es el gran éxito del Emporio. Como audiencia tenemos definiciones de contenido implantadas por el Emporio, probablemente porque es la puerta de acceso infantil al cine y TV.
Es un cine violento que se convirtió en culto y crianza de una generación gracias a que el aval de Disney hizo permisivo las cintas para sus padres.
Touché.
Capitán América, modelo de moral, decapita a Thanos en la cinta.
No podía ser nadie mas, porque es políticamente correcto que lo haga él.
La escena es inesperada, sorprendente y fugaz. Y, por supuesto, sin sangre.
Y en la sala repleta, los padres de los niños presentes no parecen indignarse.
Ahí el alcance y éxito del modelo Disney.
El modelo Disney es un chip de aceptación presente en la mayoría de habitantes de este planeta.
Por ello nadie duda del éxito de su incursión en el terreno del streaming.
Hay que darle contenido a los niños y saciar al niño interior de los adultos.
Lo mencioné aquí como una traición de Hollywood. Antes que presentarle batalla en el terreno que no domina, copia al Emporio.
Para acceder a las taquillas mil millonarias tu contenido debe ser accesible a los adolescentes y niños.
Una clasificación R te quita 60% de audiencia.
Porque está fuera de las regulaciones de la FCC.
Tú te debes a la audiencia que renta tu contenido o paga su mensualidad.
Puedes competirle a Disney, no siendo Disney, diferenciándote del Emporio.
Vaya fin de semana que vivimos.
Aun lo recuerdo y me siento parte de la historia.
De ese fin de semana van a hablar los libros que relatan los hechos relevantes de la industria.
Y la serie se gradúa con honores en los máximos estándares de HBO.
El dragón arrasando la ciudadela y la Fortaleza Roja es una imagen que no vamos a olvidar.
Aplaudí al final del capítulo.
Aplaudí las agallas de la historia, de los realizadores.
Aplaudí la ruptura de límites, reglas.
Aplaudí que la serie pisoteara la fórmula Disney de forma contundente. Sin reparos.
Muchos querían una final complaciente y misericordioso, Una Daenerys coronando su triunfo con misericordia para ser felices por siempre.
No, esto es otra cosa.
Esto es HBO nuevamente en la vanguardia de la televisión y ahora del streaming.
HBO diciendo que puede competirle a Netflix y a Disney a su modo.
Le brinda, por fin, el nirvana del streaming.
Ni siquiera "Avengers: Endgame" pudo opacar el final de "Game of Thrones", de ese tamaño el triunfo cultural pleno de HBO.
La serie es parte ya de la cultura popular de la aldea global.
Ser mencionada en la última cinta de "Fast and Furious" lo confirma.
El hype sigue.
Pero hoy mas que nunca se habla de HBO que de sus competidores. No por nada Warner haya tomado el nombre para denominar su canal de streaming.
HBO va por ser la segunda opción después de Disney con un modelo narrativo antítesis del Emporio.
Tiene ya tres generaciones educadas en ese modelo.
Un amigo y yo hemos dejado atrás dos bares que tienen reservados todas sus mesas para ver el capítulo final de "Game of Thrones".
Conseguimos por fin una mesa en un bar.
Es ver el capítulo final en directo o ser bombardeado se spoliers en redes.
A pesar de que la serie pasa en un canal restringido, la aldea global se rinde al culto de la seria buscando opciones para verla.
Sentarse en la mesa de una bar es una de esas opciones.
Los limites entre los contenidos de Hollywood y, por ejemplo, HBO se han borrado.
"Game of Thrones" los ha borrado.
Eso y las descargas ilegales, los llenos en los bares, la petición de que el canal streaming se pueda contratar con otros paquetes y a través de otras empresas.
Ahí está la gran lección cultural, y la lucha que viene:
No sólo de Disney vive la humanidad, necesita también el modelo de HBO.