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A toda la gente de bien que, alborozada, me platica sobre las burradas de los fusibles de López (el exYoSoyUnNumerito, el juandieguito de similares, el hermano de facundo, la hija tarada del Maquío, noroñitas y demás fauna), un disclaimer: jamás voy a responder esos tuits.
Ni siquiera con sólo un emoji.
Si quisiera enterarme de las pendejadas de esos payasos, los seguiría. Considero que nada relevante hay en ellos: son mojigangas burdas y pestilentes.
Si quisiera enterarme de las pendejadas de esos payasos, los seguiría. Considero que nada relevante hay en ellos: son mojigangas burdas y pestilentes.
Hay personajes de la política a los que considero relevantes (no son muchos) y sobre LO QUE HACEN, DICEN, DEJAN DE HACER O CALLAN, a veces vale la pena para mí hacer un comentario, porque me ayuda a entender el cagadero que estamos viviendo.
Son, reitero, pocos: los que mueven el circo están desaparecidos de medios y RRSS, así que hay que andarlos atestiguando a través de sus operadores.
Todos los demás, insisto, son FUSIBLES. Y nadie sensato dedica su tiempo a calentar fusibles.
Todos los demás, insisto, son FUSIBLES. Y nadie sensato dedica su tiempo a calentar fusibles.
Así que para esa gente de bien que luego me pregunta si no vi su tuit, o me tacha de mamón por ignorar esos contenidos, sepa que hay una buena razón para ello.
Es cuanto.
Es cuanto.
