Thread by @CristoAtado

Voy a hacer un hilito lleno de humildad investigativa pero con mucho entusiasmo por las cosas que encierra nuestra cultura popular. Es desde la ignorancia porque tocaré temas feministas y temas que solo son superchería para muchos.

Traten de no herirse y más bien corregirme.

Corríjanme con amor como lo haría yo. En su primera parte nombraré el papel de los curanderos en la cultura popular, en las cases populares y obreras. Posteriormente enfermedades del espíritu asociadas o curadas con la brujería y luego el fenómeno de la bruja en el feminismo.

CURANDERISMO, BRUJERÍA URBANA Y PATRIARCADO.
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El tema será abordado desde lo cultural y no desde el esoterismo.

Al final, por supuesto, coloco las fuentes de la información para cualquier reclamo.

Por último, el caso práctico de Cebriana Escobar.

El 70% de la población colombiana consulta primero a un curandero, sobandero o brujo que a un médico en casos particulares. Hay que entender que ese 70% es el país real; el de las goteras, invasiones y la ruralidad en un país pobre como el nuestro. Nosotros en la burbuja.

Un curandero urbano generalmente aprendió su oficio de algún chamán Del Valle del Sibundoy (chamanes poderosos y llenos de sabiduría ancestral). Luego de la colonización, estos chamanes mezclaron su conocimiento de la naturaleza y las hierbas con imágenes de los santos.

Bogotá es un centro vital que denominaré “Red de Curanderos de Colombia”. Los curanderos en Bogotá tienen dos dimensiones: sus saberes ancestrales y el Mercado cambiante de las clases populares. Un sistema de oferta abierto a las cambiantes necesidades de la clase popular.

Al avanzar el tiempo, los curanderos urbanos que llegan a la capital (en su mayoría desterrados en la época de la violencia partidista) comienzan a transformarse y dejan de atender únicamente los males del cuerpo para atender los dolores del alma.

Estos dolores del alma han sido denominados como “las enfermedades culturales”. Este mote adquiere tal estatus en la clase popular que desplaza a la medicina.
Otro nombre que la antropología le ha dado es “el síndrome de filiación cultural”. Veamos los ejemplos prácticos:

1- El Mal de Ojo: cuando un adulto con “mirada fuerte” ve al Niño y su mirada le hace daño. Tradicionalmente se cree que la mirada trasmite emociones negativas como envidia e ira. Cosas que pueden enfermar a la cría.

2- El Salamiento: Es un trabajo de brujería que se realiza con el objeto de matar, accidentar o arruinar económicamente a una persona pero sobretodo enfermar (por eso se acude al sobandero que a estas alturas es sobandero y brujo).

3- El Mal Aire: Este se “contrae” cuando las personas caminan por lugares pesados donde hay maldad; cuando se está en contacto con un difunto o pasar por donde han asesinado a alguien.

Muchas señoras tenían antiguamente la costumbre de ir a rezar por las “ánimas benditas del Purgatorio” por salvación. Buenas samaritanas que Justo cazaron un mal aire y mi Dios se las cargó. Dice el curandero que a las 12:00 y a las 3:00 am no se pasa por donde mataron a alguien

4- La Pérdida del Alma: La sensación de sentirse incompleto, la tristeza eterna en el corazón, las ganas de llorar y no encontrarle sentido a la vida. Así es, es la mismísima depresión pero explicada desde las curanderías allá en el barrio marginado en dónde les consultan.

5- El Susto o El Espanto: Es un desaliento que llega de la nada producido por un miedo extremo o por una situación traumática particular (como sobrevivir a un accidente o sobrevivir a un atentado a bala). Los sicarios sufren mucho de esto y van al curandero del barrio.

En términos clínicos yo lo asimilaría como un estrés postraumático pero no soy médico psiquiatra o psicólogo pero yo diría que se asemeja la patología. Ese Susto o Espanto se los quitan sobandoles el pecho, agua de Toronjil y fumándoles encima con oraciones a bordo. El curandero

6- El Empacho: es la indigestión por comer algo después de un disgusto o después de un susto. En palabras más racionales es porque comiste a toda o contrariado y te cae mal. Aquí viene una pista sobre lo que quiero explicar. La violencia intrafamiliar es un monstruo gigante

En palabras de los “empachados”: El padre de familia llega molesto por su mal trabajo a su barrio de invasión y la comida no está lista. Pelea y grita a la mujer y se come cualquier cosa y ahí llega el empacho. La pobre sometida mujer lo lleva al sobandero/curandero.

Antiguamente el curandero ofrecía el servicio de curar el empacho ya que la ruralidad generaba una cantidad de terrores nocturnos, de ahí venía la causa. Pero los tiempos cambian y como dije al inicio, los curanderos tienen que adaptarse a las necesidades cambiantes de la gente

7- El Descuaje: es la creencia de que si alguien deja caer o zarandea a un bebé, el estómago se le descuelga y con la sobada el curandero le vuelve a “colgar” el estómago. Sus síntomas son los vómitos y la fiebre. Técnicamente la etapa de crecimiento de los dientes —>

Lleva a que los niños se metan los deditos en las encías y estos bien subíos pues se llenan ahí de bacterias y demás. No obstante, los millones de “casos de éxito” sobre curar el cuajo abruman.

8- El Pecho Abierto: Este es el diagnóstico que el curandero o sobandero urbano le da al señor que está teniendo una angina de pecho. También es susceptible de curación con las manos y hierbas, según ellos y muchos clientes satisfechos pero irrigando poca sangre al corazón

9- Sutera: (mi favorito) Es el término que le dan cuando un niño nace muy pequeño y en ocasiones malformado. Me gusta este síndrome de filiación cultural porque la cura es meter al muchachito a la tripa de una vaca recién salida del matadero.

10- Colerín: Son ataques de ira repentinos acompañados de dificultad para respirar, fiebre, dolor de cabeza y mucho dolor a los huesos. Se cura con aguas, humo, rezo y sobada.

11- La Gota Serena (otro de mis favoritos): Así se le conoce a la ceguera parcial o en términos médicos, el glaucoma. Los curanderos, para persuadir a los jóvenes del abuso de la masturbación, les dicen que eso es Ophthalmía Onanística. Por abusar del cuerpo.

Para el curandero la masturbación es una pérdida espiritual de energía importante y consideran a sus practicantes como “viciosos”. Todavía hay por ahí un mito urbano de que si te masturbas mucho te quedas ciego. Similar al que cuenta que te salen pelos en la mano.

Siempre se ha luchado desde todo tipo de confesiones religiosas, chamanistas, esotéricas, demonológicas, tribalistas, indígenas, etc sobre lo perjudicial -espiritualmente- que es la masturbación.

Por supuesto son los antropólogos los idóneos para hablar de este tipo de deformaciones culturales, no yo, pero como no hay más les toca conformarse conmigo y eventualmente con alguna antropóloga rabiosa que refute todo. Sigamos.

Dejo de último el centro de este hilo, la enfermedad cultural o síndrome de filiación cultural más importante

12- La Decepción Amorosa: el nombre lo dice.

Los casos más consultados en los consultorios de brujos/curanderos son las rupturas afectivas (clase popular, no olvidar)

Curiosamente son las mujeres quienes más consultan sobre este tipo de temas sentimentales. En su orden las consultas al curandero/brujo son

1- Ruptura amorosa
2- Búsqueda de pareja
3- Causas de infidelidad.

En contraposición, las consultas que más hacen los hombres versan sobre 5 temas:
1- El pene (disfunción erectil)
2- Dinero
3- Negocios
4- Valentía
5- Poder.

Repito, en el contexto Curandero urbano y clase popular/obrera.

¿Por qué la clase popular/obrera femenina trata como un tema de brujería las rupturas afectivas? Porque está en juego su identidad cultural impuesta. Le ha sido impuesto su rol único de procreadora, en hogar monogámico, cuidando al hombre, cocinándole, lavándole y siendo agredida

Todo lo anterior deriva de la falta de oportunidades, educación y desigualdad estructuralmente que justamente le confina culturalmente a verse en ese rol. Adicional, otra forma de asociación u otro rol es el de la “bruja”, la perversa, la daña-hogares, calienta oídos, la moza.

La clase popular y la misma cultura popular entonces las han puesto en uno y otro bando. Como una carcel para ellas. El destino ligado al acontecer de la identidad mediante la brujería sirve para expresar los conflictos de la clase popular.

Volviendo a los motivos de consulta más frecuentes por las mujeres al curandero, estos expresan su condición de dependencia social y psicológica, su relación matrimonial onde sus lazos más o menos “estables” con el hombre. Insisto, hablo de la clase popular

Y lo recalco mucho porque meterse con este tema de definirles aspectos del feminismo tendiendo uno pene es como llegar a gritar “Fuera Uribe” en El Poblado”.

Hay entonces un vacío en la mujer -por este tipo de opresión patriarcal- que amenaza (como un fantasma) la relación estable con su hombre. Hay un complemento: la identidad de la mujer y el destino con su hombre que se complementan con los fantasmas creados por la mujer —>

Fantasma del desamor (acude a brujo)
Fantasma del abandono (acude a brujo)
Fantasma de la falta de pareja (acude a brujo)
Fantasma de la competencia mágica entre mujeres por los hombres (brujería todas contra todas)

Las consultas en los hombres (pene, dinero, negocios, valentía y poder) es la identidad que se ha creado popularmente sobre el hombre. La impotencia sexual es la más común ante los curanderos porque la inocencia amenaza la materialización de la virilidad que se espera de él.

El hombre es hombre siempre que sea potente en el catre. Su rendimiento y posterior eyaculación es su huella, el sello que DEBE dejar y este contexto cultural hace que el hombre lo lleve al terreno de la agresión mágica.

Cada brujo de este país o curandero o sobandero ante la consulta de “no se me para” reprenderá que es brujería (la mayoría por estafar obviamente) pero eso ya situó al padecimiento en el espectro de la magia.

Entonces, la impotencia sexual es una “agresión mágica” y de quien se espera en la clase popular y del círculo del curandero? Pues de una mujer. Una brujería de una mujer para retenerlo, para vengarse, etc. Entonces volvemos al papel de la mujer que ya había mencionado

Al papel de la mujer “bruja” de la arpía, de la lujuriosa, la daña hogares y quita maridos. Bruja castradora, retenedora y devoradora de la potencia genital. Eso es lo que queda en el imaginario popular y tiene toda la fuerzs del mundo.

En síntesis, se explica cómo la relación hombre-mujer se convierte en receptáculo de la violencia de la clase dominante y como la brujería de la clase popular trasforma esa violencia en conflictos de identidad cultural en un intento de asimilar la violencia de clases.

Por eso comparto el feminismo que habla de la violencia de clases. Creo yo, ANDRES, que es una correcta interpretación de la lucha que están dando. Muy diferente a lo de los pañuelos verdes o usufructuarse económicamente con la causa. Pero bueno, estoy haciendo mansplaining.

La construcción de la cultura popular urbana u obrera, implica necesariamente mantener un poder sustitutivo popular (la brujería, la curandería) frente a un poder oficial (la clase dominante y sus instituciones de todo orden) para asimilar dentro de los límites de su cultura

La violencia que generan los conflictos de clase social. Me explico:”ya que no tengo acceso a un ginecólogo, el Estado no me sirve, consultaré al curandero que es más efectivo, luego TODO LO QUE ME OCURRA será porque hay brujería”.

Ese poder sustitutivo (brujería) es el que interpreta la dominación que ejerce las clases altas y lo define como “ataques de brujería”. Esto evita implícitamente que destruya la identidad cultural y se imponga el dominio de clase totalmente.

En resumen, la brujería es la forma popular (desde el punto de vista cultural) de analizar la violencia social por medios legitimados culturalmente.

Volviendo al tema de la mujer como “bruja” -la fémina mala- muchos han definido desde la racionalidad que las brujas fueron inventadas por la religión para culpar a las mujeres por las barbaridades de los hombres. Claro ejemplo es el Malleus Maleficarum.

Este libro que es muy interesante, tiene capítulos como “¿pueden las brujas impedir la potencia genital?” O ¿pueden las brujas hacer creer que el miembro viril ha sido separado del cuerpo?”. Es una suma de “terrores masculinos” que fueron descargados contra mujeres inocentes.

En el libro se culpa a la mujer (bruja) como la causante de demencia, abuso sexual, bestialismo (zoofilia), pederastia, etc. La mujer era la que tenía la culpa de todo eso. Esos eran los argumentos.

Finalmente las brujas (no todas) eran mujeres cultas, otras con esquizofrenia (y diversas enfermedades), practicantes de cultos ancestrales, jóvenes de sexualidad libre o mujeres que querían estar solteras y fueron ejecutadas. Nunca encajaron en el poder detentado por el hombre

Cebriana Escobar
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Viuda con una hija, vivía en Toledo (España). Fue amenazada de muerte por Dionisio sino le facilitaba el cuerpo. Al negarse, la apaleada. Las auroridades nunca le hicieron caso. Dijeron que ella lo había embrujado. Se separa ella entonces del poder

Institucional y dominante, como lo dije antes, y va a la jurisdicción que su case social le permitía al menos ser escuchada: una yerbatera o bruja.

Un trozo de pan con cera verde y clavado con alfileres. Le puso pelos naturales de humano y le formó una especie de rostro. Un rudimentario muñeco vudú. La autoridad la empujó a la brujería y por esta práctica fue apresada. Es la misma lucha de clases.

Miles de mujeres en 1503 -y hoy en día- abrumadas por la violencia de sus esposos, les dieron a ingerir sesos de asnos, semen de otros hombres, menstruación, raspadura de uñas ajenas, sahumerios de almea, corazones de pollo hervidos y demás como única vía de escape.

Fin

Fuentes:

1- Texto de antropología: “Violencia y Brujería en Bogotá” de Carlos Pinzón.
2- “Magia, Brujería y Violencia en Colombia” de Carlos Alberto Uribe
3- “El Reino de Satanás en la noche Toledana” el Diablo y Toledo (Pág. web)
4- Libro “Calibán y la Bruja”.