Thread by @millersoto

Era el día 21 de marzo de 2012 cuando el entonces @mindefensa @PinzonBueno felicitaba a nuestras Fuerzas Armadas por haber dado de baja a 33 miembros de las Farc en el marco de un plan al que llamaron Espada de Honor.

Esto es un pequeño hilo.

La operación, que significó un duro golpe para la décima estructura del grupo terrorista, se llevó a cabo en Arauca y varios medios de comunicación registraron la noticia como un éxito militar del gobierno de @JuanManSantos (lo fue).

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Fueron pasando las horas y ya no se hablaba de 33 muertos, como inicialmente declaró el Ministro sino de más (algunos medios decían 36 y otros 37).

Los cuerpos fueron trasladados a Villavicencio (Meta) en donde un equipo de varios forenses se dispuso a examinarlos.

Pasados 6 días, es decir, el 27 de marzo de 2012, se conoce (igualmente gracias a Medicina Legal) que en dicha operación murieron 8 menores de edad (4 hombres y 4 mujeres).

Un lamentable detalle que el Ministro de entonces no mencionó en su declaración (y no le culpo).

Lo curioso de esto, es que muchos de los “crucificaron” al exministro @GuillermoBotero, no se lamentaron de que la noticia entonces no la diera el gobierno (no he encontrado una declaración del gobierno Santos por la muerte de aquellos menores. No sé si exista).

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También resulta curioso, por decir lo menos, que los que hoy criminalizan una acción legítima por parte de la Fuerza Pública en la que desafortunadamente menores reclutados resultan víctimas, apenas un año después de la muerte de los niños de Arauquita, pensaban diferente.

Incluso el mismo Senador @RoyBarreras (con quien me solidarizo por las deplorables amenazas recibidas en las últimas horas), en mayo del 2015, consideraba que reanudar los bombardeos era una decisión correcta.

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En mi opinión, todas las instituciones públicas deben ser objeto del control ciudadano y del control de entidades como el Congreso. Sin embargo, no deja de ser injusto que por adversidades políticas se toque una dinámica tan delicada como la que afecta a nuestra Fuerza Pública.

Nada es más injusto y reprochable que la muerte violenta de un niño cualquiera sea la circunstancia. Pero atenuar el origen real de tamaña tragedia es hacerle un flaco favor a la sociedad.

Los niños no se tocan.

Es más, si lo que queremos es debatir acerca del uso de bombardeos para contrarrestar la fuerza letal del terrorismo, hasta eso resulta legítimo.

El mismo Senador @RoyBarreras hacía esta afirmación y esta pregunta cuando aún estaba de acuerdo con los bombardeos. 👇🏼

Pero una cosa es debatir algo que en efecto es debatible, y otra muy diferente es usar una desgracia que cualquier colombiano de bien lamentará siempre.

No olvide, Senador @RoyBarreras, su propia reflexión.