Thread by @DLaraF

Yo no quedé damnificado, ni mi familia. Muchos amigos sí.
Y con todo y eso, aún arrastro traumas de todo lo que me tocó vivir hace 20 años en #Vargas
No me quiero imaginar los que perdieron todo, a sus familias. O a los que se salvaron por poco.
Uno nunca se cura de esto.

Tenerle miedo a la lluvia, por ejemplo, es el trauma de todo varguense. Lo saben las maestras de escuela cada vez que llueve mucho rato y las madres van a buscar a sus hijos en medio de la clase. Hay casos donde simplemente se suspenden las clases, porque está lloviendo.

Pasé más de una década para poderme ubicar en la zona varguense de la bajada del playón hacia allá. Nunca más pude ir a las playas a las que iba desde niño. No por miedo, sino porque nunca más me ubiqué en el espacio. No supe ir más a Playa Lido o Camurí Chico. No renonocí más

De hecho, me alejé muchísimo de toda la familia que aún vive en Macuto. Me daba vértigo, miedo y ansiedad ir a Macuto y no ver las cosas que para mí eran referencia: La Guzmania,el Apolo 8, la biblioteca de Macuto. Ir para la zona era angustiante para mi.

Yo salí junto a mi prima y mi tio el 19 de diciembre a buscar a otros familiares, de los que no sabíamos nada. Los encontramos. Sin daños ni problemas. Pero nunca supere personalmente tener que ir a pie, en medio de esa devastación, viendo ese horror. Nunca lo superaré.

El daño fue inmenso, para todos. Uno sabe de gente que quedó deshecha para siempre, sin familia, entregados a la calle o a la mala vida.
En realidad, la tragedia nunca terminó.

Una de las cosas que más recuerdo, eran los relatos de los ancianos. Cada cual a su manera, contaban que en efecto no era la primera vez. Que en Vargas cada cierto tiempo, pasa lo mismo.
Nunca nos enseñaron en la escuela que la zona es de alto riesgo de deslaves

En el relato que Humboldt hace de su paso por el Litoral Central, de hecho, menciona la destrucción del pueblo de Maiquetía por un deslave.
Maiquetía ha sido destruida cerca de 4 veces (que se sepa) por la naturaleza.
Pero eso no se lo dicen a uno en la escuela.

De hecho,recuerdo a mi abuela diciendo lacónica: "Pero es que no entiendo como la gente puede vivir en Tanaguarenas después de todo lo que ha pasado siempre ahí".
Resulta que las riadas,deslaves e inundaciones eran constantes. Ella lo recordaba.
Pero...no se enseña en la escuela

"Los rios nunca se secan aquí".
Eso lo dijo mi abuelo cuando uno se extrañaba de que la Quebrada Curucutí, la Quebrada Piedra Azul o la Quebrada Osorio, en realidad fuesen "ríos secos".
Y hoy, a los niños de Vargas aún no les enseñan nada de esos "ríos secos".
Secos nunca.

Recuerdo el primer día de clases, ya en enero. El transporte de la UCV llegó a la parada de siempre. Y a las 6 AM, donde normalmente habíamos 60 personas, eramos menos de 10. Poco a poco fue creciendo el número.
Pero hubo gente a la que nunca más vi. Ni en Vargas ni en la UCV.