Bieeeen dramático todo.
Eso sí: bien narrado, bien ambientado, y música chida.
Vivien Leigh se parece a Lupita Lara (la de "Mi secretaria") y uno de sus pretendientes es igualito a Pablo Latapí.
Surreal el asunto. En blanco y negro, y casi todo sucede en una suerte de vecindad.