¡Vamos con la tecera entrega de #destripanuncios! Esta vez vamos a desmontar una de las mentiras más repetidas y extendidas en España: "¡Si estás cansao es que te falta algo!" Este anuncio que se emite en la TV esta temporada servirá para ilustrar.
Sustenium, multicentrum, supradyn, pharmaton... Estos suplementos vitamínicos son tan necesarios como un aire acondicionado en un iglú. Satisfacen una necesidad que no existe, por la sencilla razón de que se la han inventado.
Los profesionales sanitarios y las empresas farmacéuticas que venden estos productos vitamínicos sabemos una cosa que estos últimos nunca cuentan: Que el consumo de suplementos vitamínicos en personas sanas con dietas completas y equilibradas es absolutamente innecesario.
Después de estar trabajando duramente todo el día o estar estudiando como un poseso es totalmente fisiológico y normal es que estés cansao, agotao, reventao y sin ganas de seguir dando guerra. No es un signo de que te falten vitaminas, minerales, ni moléculas biológicas exóticas.
De hecho, los déficits nutricionales que son extremadamente raros en España, suelen mostrarse con signos y síntomas bastante más floridos y evidentes que "estar cansao". ¿Habéis visto aquí casos de escorbuto, pelagra o raquitismo? ¿No? Pues son enfermedades causadas por déficits.
La cruda realidad es que los suplementos vitamínicos son totalmente inútiles para aportar vitalidad y energías en personas sanas. ¡Es una mentira mil veces repetida en medios de comunicación y farmacias que se ha extendido entre la población! Marketing de puro humo.
Pese a esa rotunda verdad, alrededor de un 8 % de los españoles consume en la actualidad complejos multivitamínicos. Muchos de ellos lo hacen porque piensan que los suplementos vitamínicos aportan energía y vitalidad, ayudan a la memoria o que su consumo previene el cáncer...
o las enfermedades cardiovasculares. Siento deciros que nada de eso es cierto. Una vez que las necesidades nutricionales están cubiertas, consumir más vitaminas de las necesarias no solo se ha visto que no sirve para nada, sino que puede ser perjudicial para la salud.
Otro cuento que se ha extendido entre la población general es que, si las vitaminas son buenas para la salud, cuantas más tomemos, más nos beneficiará, previniendo enfermedades. Lo siento, pero tampoco es verdad.
Múltiples estudios médicos han visto que los excesos de vitaminas en el cuerpo humano (hipervitaminosis) pueden provocar osteoporosis, cálculos renales, problemas gastrointestinales, urticarias, trastornos del hígado, aumento del riesgo de sufrir ciertos tipos de cáncer...
Sí que hay ciertos colectivos donde los suplementos vitamínicos pueden ser útiles: embarazadas, deportistas de élite, personas con enfermedades que producen malabsorción y ciertos déficits nutricionales (muchos se solucionan con pautas nutricionales personalizadas).
Algunos médicos tampoco se libran en esta movida porque las vitaminas son de uno los placebos más usados (según el país, entre el 17 % y el 80 % de los médicos recetan placebos de manera rutinaria). ¿Por qué? Muchas veces porque no hay ningún tratamiento efectivo para algo.
Si se hiciera un consumo responsable y justificado de las vitaminas, solo un porcentaje ínfimo de la población tendría que consumirlas. Así, las empresas que se dedicaran exclusivamente a comercializarlas se irían a la bancarrota porque sus ventas serían muy escasas.
Es uno de los riesgos de montar un negocio basándose en la manipulación de la información y la mentira que, si la población se informase al respecto, el negocio se esfumaría. Yo aporto aquí y ahora mi granito de arena para que eso ocurra. 
Y eso es todo. Hasta el próximo #destripanuncios en el que meteremos caña a otro anuncio de un producto de salud que os intentará sacar las pelas mediante el engaño.
