1/ Va una de esas historias detrás de las que, diría Pedro Garfias, estaba la súplica: "España que perdimos, no nos pierdas". Y las historias son personas. Como este chaval de 14 años, ajustador mecánico perdido en Orléans en 1939 pidiendo el pequeño favor de no ser un golfo. 
2/ Su visa, y 40 mil visas más, fueron firmadas por este señor, que además conseguía cosas increíbles con un equipo de audaces entre dos bayonetas fascistas: la de Franco y la de Hitler. Este señor se llamó Gilberto Bosques Saldívar y trabajaba de cónsul de México en Marsella.
3/ México había apoyado a la república española por decisión del presidente Lázaro Cárdenas, pero con el apoyo de la ciudadanía (sí, eso puede pasar, depende del presidente), y muchos mexicanos pelearon en España, en general no como brigadas internacionales sino como milicianos.
4/ Es el caso de Roberto Vega González, pero su historia ya la conté aquí (noqueimporte.blogspot.com/2016/09/capita…), no divaguemos. Simplemente aclaro que el apoyo no era capricho de un caudillo, sino actitud generalizada en el país, con el facha excepcional dando lata, claro.
5/ Cuando cayó la república en garras de los golpistas, la orden de Cárdenas fue "acoger a todos los refugiados españoles de ambos sexos residentes en Francia". "Residentes" era un eufemismo, los españoles republicanos en Francia "residían" mayormente en campos de concentración.
6/ La tarea cayó en manos de Narciso Bassols, embajador de México en Francia, y del cónsul en Marsella, Gilberto Bosques Saldívar. A Bassols ya le había tocado denunciar en la Sociedad de Naciones la agresión fascista de Mussolini contra Etiopía y pedir apoyo para este país.
7/ Pero el que tuvo que jugárselo todo fue Gilberto Bosques. Nació en 1892 y a los 18 años ya estaba haciendo la revolución mexicana porque los dictadores no le resultaban cómodos. Al pacificarse el país pasó a ser diputado, y en 1939 Cárdenas lo nombra cónsul en París.
8/ Más que cónsul era "el hombre de Cárdenas" en la operación. Y empezó a negociar con el gobierno francés para quitarle de las manos "el problema" de los españoles. En 1939, antes de la caída de Francia, ya había embarcado a unos 30 mil en diversos barcos hoy históricos.
9/ Para sacar a los refugiados de los campos de concentración franceses, alquiló dos castillos en Marsella, La Reynarde (foto), para los hombres (unos 850) y Montgrand, para unas 500 mujeres. Organizó cocinas, vida cultural, vida social, normalización en lo que podía embarcarlos.
10/ Las cosas no mejoraron cuando Hitler conquistó Francia. Allí el diplomático Bosques tuvo que lidiar con el gobierno colaboracionista y servil de Vichy, y se le multiplicó el trabajo. Ya no sólo eran españoles los perseguidos, los urgidos de puerto seguro y futuro.
11/ Libaneses, alemanes, belgas, franceses progresistas y otros pedían asilo... y Bosques firmaba visas, maniobraba jurídicamente para impedir deportaciones que serían condenas a muerte, empleaba a perseguidos dándones cobijo. Y a judíos, la obsesión eterna de los nazis.
12/ A su operativo, por cierto, Fernando Gamboa, aquí en el Sinaia, tuve oportunidad de conocerlo como conté en esta entrada noqueimporte.blogspot.com/2017/08/fernan…
Porque los héroes solitarios son de película, los de verdad tienen cómplices, muchos e igualmente heroicos.
Porque los héroes solitarios son de película, los de verdad tienen cómplices, muchos e igualmente heroicos.
13/ Bosques era una piedra en la bota nazi, pletórico de tretas para escamotearle víctimas y usando sabiamente los pocos dineros de un país pobre empeñado en una causa perdida. Al fin, México rompió con el régimen de Petain, en esta foto de familia de hijos de puta, con Franco.
14/ Bosques presentó la nota diplomática de la ruptura y de inmediato la Gestapo tomó las legaciones y lo arrestó con su familia y personal, violando la cortesía diplomática. Estuvieron presos en Bad Godesberg hasta abril de 1944. Salvó a todos los que pudo.
15/ Siguió su carrera diplomática en varios países, hasta participar en la intermediación internacional en la crisis de los misiles soviéticos en Cuba, en 1962. En 1964 se retiró pues no quería "verse en el caso de trabajar" para Díaz Ordaz. Sabía que se trataba de un monstruo.
16/ Finalmente murió en 1995 poco antes de cumplir 103 años. Recibió algunos reconocimientos, pero no seria sino hasta el nuevo milenio cuando se reconocería su labor con homenajes diversos de ésos que al muerto no le sirven pero al vivo le tranquilizan muchísimo la conciencia.
17/ En México vivimos con gente que él salvó, mis profesores y amigos del exilio, otros amigos judíos y libaneses llegados por su intermediación son parte de mi experiencia vital. 40 mil vidas son muchas vidas, pues. Salvar una ya lo justifica a uno... imagínate 40 mil.
18/18 Pero con los homenajes al menos viene la memoria. A quien le interese, hay varios libros recogiendo su vida y testimonios de quiene vivieron gracias a sus visas. Y un documental que vale mucho la pena "Visa al paraíso" que está en YouTube
