1. Voy a platicarles de un tema que voy a abordar en el libro que estoy preparando (sí, es comercial), y de paso hago mis observaciones sobre algo que me preocupa del feminismo. Por supuesto, todo en relación a todo lo que hemos visto en México en estos días. Adelante...
2. El feminismo es algo que surge como consecuencia de problemas reales. Se trata de una de las luchas políticas históricas más importantes, y sus logros concretos han sido muchos y muy valiosos. Desde la igualdad electoral, hasta la libertad reproductiva y sexual.
3. Por supuesto, hay muchos temas pendientes, y algunos son graves, como la desigualdad salarial. Otros son gravísimos, como la violencia de género. Mientras existan estos problemas, el feminismo sigue siendo indispensable.
4. Y aún cuando estos problemas se resuelvan, creo que el feminismo seguirá aportando muchas cosas. Tiene el potencial de ofrecer un punto de vista que se debe tomar en cuenta. A muchos les podrá parecer radical, pero ni modo. Es indispensable atenderlo.
5. Sin embargo, los retos del feminismo no son sencillos. Por supuesto, está toda esa oposición o cerrazón surgida de prejuicios y de taras culturales -como el machismo-, aunque me parece que esos son los que podrán derrotarse más fácil, y no en demasiado tiempo.
6. Los problemas más graves del feminismo son de otra índole. Exactamente igual que con todos los movimientos sociales, los peores obstáculos son los que se gestan al interior del movimiento, lo dividen, lo debilitan o lo desprestigian. Y algo de eso estamos viendo estos días.
7. Una de las situaciones más odiosas que me ha tocado ver es la incapacidad o indisposición de muchas "feministas" destacadas, a levantar una crítica frontal, dura y despiadada contra el gobierno de López.
8. Estamos viendo una situación sin precedentes: López se ha negado sistemáticamente a tomar una posición clara ante el problema de los feminicidios; publicó un decálogo que es una idiotez, banal e incapaz de cambiar la situación; y en su momento más excesivo y grotesco dijo que:
9. No quería que el tema de los feminicidios opacara su rifa del avión (que no se va a rifar, por cierto). Es decir, mi presidente fue explícito: Para él es más importante su rifa-no-rifa con la que quiere bajarle 2 mil millones de pesos a los mexicanos, que los feminicidios.
10. Todavía no conforme con semejante derrape, agregó que seguramente la prensa exagera y manipula todo eso de los feminicidios. Y ya ha dicho que eso lo hacen para atacarlo a él. O sea: Matan a 10 mujeres a diario en mi país, y mi presidente cree que hay que hablar de él.
11. Mis respetos a las feministas que han levantado su voz para condenar esa indolencia criminal. Pero el tema que me interesa por ahora es el de las otras feministas, las que se han callado ante la deleznable postura de López. ¿Por qué pueden llegar a semejante actitud?
12. El problema se llama Posmodernismo, y es hijo directo de la filosofía francesa de mediados del siglo XX y en adelante, principalmente promovida por Foucault, Derrida, Lyotard y Deleuze. No se puede negar que se trata de un gran logro intelectual, pero...
13. Una cosa es la filosofía como logro intelectual abstracto, y otra es cómo se aplica en la vida cotidiana. Porque resulta que la aplicación no la hacen los sesudos filósofos, sino los ciudadanos de a pie, que normalmente no tienen un ajo de formación filosófica.
14. En mi libro te explico cómo el proceso de bajar una filosofía de su nube intelectual a la vida real, siempre acaba en catástrofe. Y el Posmodernismo no fue la excepción. De hecho, ha sido una de las filosofías más nocivas y destructivas que se hayan planteado.
15. La influencia del Posmodernismo en la política y en el feminismo ha sido terrible. Por culpa de eso tenemos gente justificando que el gobierno le dé más importancia a una rifa ilegal y pedorra, que a los feminicidios. Y a muchas feministas callándose ante esa barbaridad.
16. El tema es complejo, porque hay que analizar cómo todo el discurso del poder (y el discurso del poder anti-poder) se mezcla, permea en cada nivel, en cada movimiento o en cada persona. Pero bueno. Estoy tratando de explicarlo lo más claro posible, en un estilo medio twittero.
17. No se molesten en regañarme y decirme que no tengo derecho a opinar sobre temas de feminismo porque soy hombre. Dejen les platico que yo no soy posmoderno, así que si la Constitución me da derecho, voy a opinar. Y opinaré como hombre porque eso soy y ni modo.
18. Ya sé que a los hijos del posmodernismos no les gusta debatir ideas -el conocimiento no es inocente, dicen, porque se valida desde el poder-, y por eso siempre prefieren salir con sus descalificaciones pedorras que van contra la persona -Ad Hominem- y no contra las ideas.
19. Como pueden ir adivinando, ese severo problema -el nulo rigor para discutir, y peor aún: el miedo al rigor- está presente todo el tiempo en la verborragia de muchas feministas (no de todas, por supuesto). Y eso lesiona al movimiento, afecta las causas.
20. Por el momento, me limito a una idea concreta: ¿Eres feminista? Es hora de que te levantes en pie de guerra contra López. ¿No me vas a hacer caso porque soy hombre? Bueno, entonces lee el periódico. Empápate de realidad. A fin de cuentas, lo de menos es lo que diga yo.
21. Sal a la calle y confróntate con la penosa realidad de que México se ha convertido en un país peligrosísimo para las mujeres, y que el gobierno actual no está interesado en atender esa realidad. Tiene planes más importantes, como rifar un avión que no pueden rifar.
22. El esfuerzo por lograr que este país vuelva a ser seguro para las mujeres pasa por confrontar al gobierno y exigirle que dejen de perder el tiempo, y se apliquen a atender los verdaderos problemas graves. Si López se encabrona porque el tema importante no es él, ni modo.
