El imperio español se forjó en la mar, pero no sin un alto precio. ¿Sabían que España es el país con más barcos naufragados? ¿Que la mayoría de los pecios del mundo llevan pabellón español? ¿Pero dónde están? ¿De quién es la rica carga en un pecio? ¿Cuáles son más famosos? Hilo.
España ha sido a lo largo de la historia uno de los imperios más extensos, con tierras en prácticamente todos los continentes. Pero todo eso costó un alto precio, y supuso una necesidad de logística y rutas comerciales y militares de vastas distancias. El mar fue su principal vía
Con este objetivo impulsaron la creación de una gran flota repartida en distintas escuadras, además de convoyes comerciales y gran cantidad de barcos mercantiles, privados o estatales. Desgraciadamente, bien por mala mar, piratas o guerras, algunos no llegaron a su destino.
Algunos de ellos naufragaron y se hundieron total o parcialmente, sus restos es lo que denominamos pecio. Un pecio puede ser producto de un accidente marítimo, naufragio o catástrofe natural, pero también puede ser ocasionado por abandono o hundimiento intencional por otro barco.
Como potencia hegemónica naval de facto del siglo XVI al XIX, los mares se han convertido en un cementerio de naves de pabellón español, rozando los dos millares. Sólamente en el Caribe se estiman 681, hundidos entre 1492 y 1898, llevando en sus entrañas tesoros inimaginables.
Cuba, la Florida y el Golfo de México con los lugares donde hay un mayor número de pecios españoles, también frente a la costa de Panamá, Colombia y la costa atlántica de EE.UU. En estos primeros tiempos, la causa más frecuente era por tormentas, mala mar y huracanes.
En estas costas se encuentran las naves de los famosos conquistadores Hernán Cortés, Francisco Pizarro o Núñez de Balboa; galeones españoles del siglo XVI y XVII y mercantes o navíos del siglo XVIII, entre otros posteriores o más tardíos.
En la Florida podemos encontrar famosos pecios como los de los galeones Santa Catalina o San Nicolás, entre muchos otros que llegaban a estas cosas con aventureros procedentes de todos los puntos de la España continental. La mayoría se encuentran relativamente lejos de la costa.
Estos galeones era pesados y generalmente muy lentos, de maniobras complicadas y quilla profunda con lo que era susceptibles de naufragar con la mala mar y las tormentas. El velamen mixto aunque no requería una gran tripulación no era suficiente para su correcta travesía.
Siguiendo con la cronología, con la Empresa de Inglaterra, llamada también la Grande y Felicísima Armada, las costas de Irlanda e Irlanda del Norte dieron sepultura a decenas de naves españolas en 1588, desde las Shetland hasta la costa sur irlandesa, donde efectivamente siguen.
Los temporales, brulotes ingleses y corrientes hicieron perder la formación y tener que poner rumbo norte, bordear Gran Bretaña y navegar hacia el sur dirección La Coruña. En este trayecto se pueden encontrar pecios de los galeones españoles, del Canal de la Mancha a Santander.
Esta zona marítima es especialemente famosa por albergar naufragios y hundimientos, no solo españoles, sino también franceses e ingleses, puesto que era la ruta más frecuente desde Plymouth, Bristol y Brest hacia las Américas en tiempos de guerra, evitando el golfo de Vizcaya.
El Nuestra Señora del Juncal es un pecio famoso por ser un galeón español hundido frente a las costas de México en 1631, durante su travesía entre Veracruz y La Habana cuando se dirigía a España cargado con un millón de monedas de plata y reales, toda una fortuna.
Algo parecido ocurrió con el galeón San José en 1708, procedente de Portobelo y rumbo La Habana, que llevaba consigo, se estima, unas 200 toneladas de oro y plata. De los 600 hombres de dotación, sólo se salvaron 11. Sus restos descansan en Barú, frente a Cartagena de Indias.
La batalla de Barú fue el combate naval en la península de Barú acaecida el 8 de junio de 1708 donde se perdió el San José. Se desarrolló frente a las costas del actual Caribe colombiano cerca a Cartagena de Indias, entre una flota del Imperio español y una escuadra británica.
Curiosamente esta zona es famosísima por albergar en sus aguas un tesoro incalculable repartido en más de 10 pecios distintos, de 1504 a 1765. Oro, plata, especias, esmeraldas y otras piedras preciosas. Su valor total es difícilmente estimable aunque se antoja el mayor del mundo.
Sin embargo, en nuestras cosas también existe un número importante de pecios, algunos de ellos a los que se puede acceder buceando a pulmón. La costa de Cádiz, Huelva, Cartagena, Baleares, Vizcaya y Pontevedra son donde mayor número de naufragios registran.
La mayoría se sitúan en el siglo XVIII y primera década del XIX, a causa de las batallas navales a raíz de las Guerras Napoleónicas que se produjeron. El cabo de Santa María, Trafalgar y Finisterre albergan navíos de gran porte de pabellón español que se perdieron o se hundieron.
El navío Santísima Trinidad, orgullo de la Real Armada y perdido tras Trafalgar, se encuentra a unas 26 millas frente a la costa sur de Cádiz, sus cuatro puentes y 140 piezas de artillería lo convierten en el leviatán de los cementerios marinos.
Lo mismo ocurre con el navío Rayo y el Monarca, dos joyas que se encuentran cerca de la costa. El Monarca frente a Arenas Gordas, provincia de Huelva, aunque se incendió, y en el caso del Rayo a unos 300 metros de la costa y 7 metros de profundidad, fácilmente accesible.
El número de naufragios y pecios es importante ya que, entre 1767 y 1799, la Real Armada perdió un total de 47 buques, de los cuales fueron navíos de línea el Castilla (1771), Poderoso (1779), San Miguel (1782), Dragón (1783), Septentrión (1784), San Pedro de Alcántara (1786)...
Magnánimo (1794), San Isidoro (1794), Triunfante (1795) y San Pedro (1797) y las fragatas Santa Marta (1780), Perpetua (1782), San Jorge (1784), Santa Tecla (1786), Nuestra Señora de Loreto (1792), Rosario (1793), Preciosa (1793), Santa Bárbara (1794), Elena (1797), María (1797)
Palas (1797) y Guadalupe (1799). En total, unos 10 navíos de línea y 12 fragatas, correspondiendo los restantes a bergantines, balandras, jabeques y embarcaciones menores, contando a parte otros perdidos en batalla o guerra. Esto explica el estado de la Armada antes de Trafalgar.
Aunque debiera primar la conservación y valor histórico y cultural, y así lo establece la UNESCO, las riquezas en las bodegas de los navíos hundidos traen un problema parejo: ¿Quién ostenta la propiedad de los pecios y su carga? Complicada respuesta.
En los principios del Derecho Marítimo, la propiedad de los bienes abandonados en la Mar es de quien los encuentra (principio denominado finders keepers, doctrina claramente anglosajona) y de acuerdo a la ley del Estado en cuyas aguas territoriales se encuentren.
Esto es así sin más problemas fuera de aguas soberanas, con barcos privados o de dueño desconocido o muerto, lo que es muy frecuente en los pecios. Sin embargo, ciertos bienes navales, que pertenecen al Estado, entre los que se incluyen los buques de guerra, son inalienables.
Esto quiere decir que no se pueden ceder o vender, y la propiedad es imprescriptible pasado el tiempo, significa que no caduca el derecho de propiedad sobre el bien por no ejercerlo. Resumiendo, son del Estado a cuyo pabellón servían. En el caso de España, siguen siendo españoles
El problema surge cuando el Estado inicial es distinto de los finales, como ocurre con barcos de pabellón español pero procedencia sudaméricana antes de las emancipaciones de independencia, siempre y cuando no sean navíos de guerra. Ahí nacen las relaciones bilaterales marítimas.
El tratado de amistad entre España y Estados Unidos de 1908 ya preveía la inmunidad de buques del estado español hundidos en ciertas circunstancias, siendo todos devueltos a España sin litigio, o personándose el gobierno federal como parte en demandas contra desvalijadores.
España actualmente tiene muy buenas relaciones en este aspecto con los países en cuyas costas hay pecios españoles, especialmente los estados sudamericanos pues la historia y cultura son compartidas, y por lo tanto ambos están interesados en su mantenimiento y conservación.
La UNESCO también recomienda que la preservación del patrimonio cultural subacuático sea in situ (esto es, en el sitio original) y deberá considerarse la opción prioritaria, antes de autorizar o emprender actividades dirigidas a ese patrimonio.
No obstante, la recuperación de vestigios podrá autorizarse cuando tenga por finalidad aportar una contribución significativa a la protección o el conocimiento del patrimonio cultural subacuático, tan rico en el caso de nuestra historia.
España, por ser uno de los estados con mas pecios con su bandera, debe ser especialmente sensible a lo que se refiere a la propiedad de los barcos hundidos y proteger los pecios de sus antiguos navíos contra el pillaje y la destrucción por aventureros, piratas o desaprensivos.
Fin del hilo de hoy, subiré más hilos sobre pecios concretos y su historia.

Láminas de Carlos Parrilla.
Mapas y fotos variadas.

Agradecer la gran labor del Museo de Arqueología Subacuática @museoarqva

Gracias por leer.
Nota: el país con mayor número de pecios no históricos, civiles y mercantiles es EE.UU. sin embargo, de lo que se habla en el hilo es a nivel histórico.

Nota2: Grecia y Roma podrían ser candidatos pero es difícil estimarlos.

• • •

Missing some Tweet in this thread? You can try to force a refresh
 

Keep Current with Guillermo Nicieza

Guillermo Nicieza Profile picture

Stay in touch and get notified when new unrolls are available from this author!

Read all threads

This Thread may be Removed Anytime!

PDF

Twitter may remove this content at anytime! Save it as PDF for later use!

Try unrolling a thread yourself!

how to unroll video
  1. Follow @ThreadReaderApp to mention us!

  2. From a Twitter thread mention us with a keyword "unroll"
@threadreaderapp unroll

Practice here first or read more on our help page!

More from @Guille_Nicieza

7 Oct
Chipre había caído en las manos del Turco, que ansiaba hacerse con todo el Mediterráneo. Enfrente, una coalición cristiana comandada por don Juan de Austria y sus letales Tercios Viejos españoles. Una gran batalla naval sin parangón y hasta una intervención divina. Lepanto. Hilón Image
Chipre, en manos venecianas desde hacía tiempo, era el último de los Estados Cruzados que permanecía latina en el Mediterráneo oriental, y el sultán Selim II, como rey de Jerusalén, reclamó su jurisdicción sobre la isla con la intención hacerla una base para sus conquistas. Image
Entre 1567 y 1570 la capital de Chipre, Nicosia, había sido completamente fortificada siguiendo el modelo italiano, con 11 bastiones muy bien proyectados. En el momento de su asedio por los otomanos, la ciudad contaba sólo con 12000 hombres que resultaban aptos para combatir. Image
Read 59 tweets
5 Oct
¿Sabían ustedes que vestimos con prendas marineras en nuestro día a día? ¿Que la moda está muy influenciada por el mundo naval? ¿Que muchas prendas tienen sus origen en los navíos de la Real Armada? La influencia marinera en la moda cotidiana y su significado original. Hilo.
Es posible que nos vistamos con ropa cómoda o bien que nos gusta y nunca se nos haya ocurrido pensar en su procedencia ni su función original. En el caso de muchas prendas de hombres y algunas de mujeres, su origen hay que buscarlo en las armadas europeas del siglo XVIII y XIX.
El más clásico en el armario de todo caballero en otoño es el pea coat o chaquetón marinero de lana. Esta prenda procede casi sin modificaciones de los chaquetones de los marineros de mediados y finales del siglo XIX, pero a su vez este procede de la guerrera o casaca del XVIII.
Read 29 tweets
30 Sep
La satisfacción de vengar una afrenta. La toma de dos ciudades. Una gran escuadra. La disciplina española bajo el fuego que hizo huir a los famosos jenízaros otomanos. El día que los pabellones españoles oscurecieron el Mediterráneo. La conquista de Orán y Mazalquivir de 1732.
En abril de 1708, durante la Guerra de Sucesión Española, el bey otomano de Argel conquistó las estratégicas plazas de Orán y Mazalquivir, en el norte de África, que habían estado hasta entonces bajo dominio español, aprovechando los apuros de España, en la contienda europea.
Finalizada la guerra y afianzado en el trono, Felipe V organizó una expedición para recuperar las ciudades perdidas. La conquista fue en parte financiada por la ofensiva exitosa contra la República de Génova, dirigida hábilmente por el almirante de la Real Armada Blas de Lezo.
Read 27 tweets
29 Sep
Julio de 1797. El vicealmirante Horatio Nelson arriba a las islas Canarias con una gran escuadra con intención de tomarlas, pero no cuenta con el arrojo de un pequeño contingente de milicianos, soldados y marinos, mandados por un anciano oficial. El día que Nelson perdió su brazo
El 21 de julio de 1797, el vicealmirante de la Royal Navy, flor y nata del Almirantazgo inglés, Horatio Nelson aparece en el horizonte, frente a Terife, con una formidable escuadra de 4 navíos de líne, 4 fragatas, 1 goleta, 1 balandra, lanchas de desembarco y más de 4000 hombres.
Sus órdenes: desembarcar y asaltar Santa Cruz de Tenerife, hacerse fuerte ahí y establecer una punta de lanza y base en Canarias para los ataques británicos a las costas andaluzas. Su plan táctico constaba de dos puntos importantes que permitiría hacerle salir victorioso.
Read 31 tweets
28 Sep
¿Sabían que los españoles casi descubren el Paso del Noroeste medio siglo antes que los británicos? ¿Que la isla de Vancouver realmente se llama isla de Quadra y Vancouver? ¿Y que Alaska era española y casi cuesta una guerra? Francisco de la Bodega y Quadra, hilo de hoy.
En 1493 el papa Alejandro VI concedió a la Corona de Castilla y Aragón la bula Inter Caetera II lo que les daba la legitimidad sobre la costa oeste de Norteamérica, todavía no descubierta, lo que incluía Alaska y todas las tierras adyacentes.
Carlos III, famoso benefactor de empresas científicas y cartográficas, organizó varias expediciones a la región para intentar colonizarla. Las expediciones de Bruno de Heceta y Alejandro Malaspina fueron exitosas y dejaron algunos topónimos en la región, como el Glaciar Malaspina
Read 26 tweets
25 Sep
El navío de línea que desapareció en el cabo de Hornos para aparecer a miles de millas en una tierra desconocida, la Antártida. Una tripulación de la que nada más se supo, y de la que sigue sin saberse nada. Los primeros hombres en pisar la Antártida. El misterio del San Telmo. Image
El San Telmo era un navío de línea de 3ª clase, de clase San Ildefonso, construido en los Reales Astilleros de Ferrol en 1788, y entregado a la Real Armada el año siguiente. De porte 74 cañones y una dotación de 644 marineros, soldados e infantes de marina. Image
Fue famoso por su velocidad y entrada limpia al mar (máxima de 14 nudos, a 10 nudos de bolina, con la carena limpia). Su mando fue entregado por Real Orden en 1819 al Brigadier Rosendo Porlier y Asteguieta, prestigioso marino y militar español nacido en Lima, Virreinato de Perú. Image
Read 23 tweets

Did Thread Reader help you today?

Support us! We are indie developers!


This site is made by just two indie developers on a laptop doing marketing, support and development! Read more about the story.

Become a Premium Member ($3/month or $30/year) and get exclusive features!

Become Premium

Too expensive? Make a small donation by buying us coffee ($5) or help with server cost ($10)

Donate via Paypal Become our Patreon

Thank you for your support!

Follow Us on Twitter!