Proponen un modelo patogénico en el que la citocina alarmina, interleucina (IL) -33 sería un actor clave en la conducción de todas las etapas de COVID-19 (asintomática, leve, moderada, severa, crítica y crónica fibrótica). | The Lancet.
En personas susceptibles, la liberación de IL-33 por células de las vías respiratorias inf. dañadas podría inducir células T reguladoras desreguladas que expresan el factor de unión a GATA 3, rompiendo la tolerancia inmunitaria y provocando una enf. pulmonar autoinflamatoria.
La enfermedad podría ser sostenida inicialmente por células linfoides innatas de tipo 2 diferenciadas con IL-33 y células T γδ localmente expandidas.
En casos graves de COVID- el eje IL-33-ST2 podría actuar p/expandir el número de linfocitos T que expresan el factor estimulante de colonias de granulocitos y macrófagos patógenos, amortiguar respuestas de interferón antivírico, provocar hiperinflamación y favorecer trombosis.
En los pacientes que sobreviven a COVID-19 grave, la IL-33 podría impulsar la fibrosis pulmonar al inducir miofibroblastos y la transición epitelial-mesenquimal.
Dirigirse a IL-33 (por ejemplo, mediante el uso de anticuerpos anti-ST2 como astegolimab), podría ser la clave para controlar la inflamación pulmonar excesiva.
Otra alternativa sería actuar de forma más directa sobre la localización de las células T mediante el uso de anti-CCR5 (leronlimab).
Los inhibidores anti-CCR2 (prozalizumab), CCR2 y CCR5 (BMS-813160), anti-CCL2 (carlumab) o anticuerpos anti-CCL8, podrían ser otra estrategia crucial en el manejo de pacientes con COVID-19.
En pacientes con SDRA posaguda, diversos agentes antifibróticos que actúan sobre TGFβ (fresolimumab, pirfenidona), IL-13 (lebrikizumab, dupilumab), factor de crecimiento del tejido conjuntivo (pamrevlumab), factor de crecimiento de fibroblastos, etc.
Dirigirse al eje IL-33-ST2 utilizando anticuerpos monoclonales (o, alternativamente, inhibidores de moléculas pequeñas) podría resultar una estrategia eficaz para controlar la pandemia de COVID-19.
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Los NIH de EE. UU. comienzan un gran ensayo clínico ACTIV-1 de inmunomoduladores (abatacept, infliximab y cenicriviroc) para tratamiento de Covid19. De fase 3. En adultos hospitalizados.
El ensayo espera inscribir aproximadamente 2,100 adultos hospitalizados con COVID-19 de moderado a grave en centros médicos de Estados Unidos y América Latina.
Este es el quinto protocolo maestro que se lanza bajo la asociación ACTIV en un período de tiempo sin precedentes y centra los esfuerzos en las terapias que encierran la mayor promesa para el tratamiento de COVID-19.
En 405 hospitales de 30 países se aleatorizaron 11266 adultos, 2750 asignados a remdesivir, 954 HCQ, 1411 lopinavir, 651 interferón + lopinavir, 1412 interferón solo y 4088 ningún fármaco.
🔺 Ningún fármaco redujo la mortalidad o la duración de la estancia hospitalaria.
El cumplimiento fue del 94% al 96% a la mitad del tto, con un cruce del 2% al 6%. Se informaron 1253 muertes (en la mediana del día 8, IQR 4-14). Mortalidad de Kaplan-Meier a los 28 días: 12% (39% si ya estaba ventilado en el momento de la aleatorización, 10% en caso contrario).
#Covid19 .
La Declaración de Great Barrington que aboga por la prohibición de las políticas de bloqueo como respuesta a la pandemia y la reanudación de actividades profesionales y recreativas está firmada, entre otros, por tres epidemiólogos de enfermedades infecciosas.
Martin Kulldorff, PhD, profesor de Medicina en la Escuela de Medicina de Harvard y el Hospital Brigham and Women's.
Prof.Sunetra Gupta, profesora de epidemiología teórica en la Universidad de Oxford.
Jay Bhattacharya, MD, PhD, profesor de Medicina en la U. de Stanford.
La declaración fue firmada conjuntamente por unas pocas docenas de investigadores y médicos con sede en Estados Unidos y otros países.
Más de 80 investigadores advierten que el enfoque de la llamada inmunidad colectiva es una peligrosa falacia no respaldada por evidencia. | The Lancet.
La evidencia es muy clara: controlar la propagación comunitaria de COVID-19 es la mejor manera de proteger nuestras sociedades y economías hasta que lleguen vacunas y terapias seguras y efectivas en los próximos meses.
No podemos permitirnos distracciones que socaven una respuesta efectiva.
La reinfección por SARS-CoV-2 puede ocurrir, pero es un fenómeno poco común que sugiere una fuerte inmunidad protectora contra la reinfección que dura al menos unos meses después de la infección primaria.
Los resultados indican evidencia concluyente de la presencia de reinfecciones en la epidemia de SARS-CoV-2 de Qatar, pero el riesgo de reinfección documentada fue muy raro : aproximadamente 1-2 reinfecciones por cada 10,000 personas infectadas.
Trombocitopenia inducida por heparina en pacientes con COVID-19. Tasa de incidencia más alta de lo que se esperaría en pacientes de UCI. | Circulation. ahajournals.org/doi/10.1161/CI…
Los hallazgos tienen implicaciones para las discusiones en curso sobre cómo y cuándo, y con qué agentes, se puede mitigar el riesgo de trombosis en COVID-19.
Entre 86 pacientes con COVID-19 grave hospitalizados en dos UCI, siete (8%) desarrollaron TIH y cinco de estos pacientes tuvieron un evento tromboembólico grave, que incluyó trombosis venosa profunda y accidente cerebrovascular.