Que interesante rollo con el check-in por QR que se va a imponer en la CDMX el 18 de noviembre.
Lo mas. Es un panóptico tuerto.
Lo menos. Esta muy jodido saber quienes están en la agencia digital.
Lo mñe. Es más ruido y posiblemente pánico infundado.
Empezando que, para variar, están comunicando pésimo.
Una perorata larga y complicada, pero que solo sobresale y se entiende: "¿tienes negocio? Es tu obligación. Es tu bronca. Y tu y sólo tu, negocio, llevarás gastos, costos, penalizaciones, etc".
Lo que la autoridad dice es que solo estarán recolectando los números de teléfono, y por supuesto, eso deberá tener una referencia de ubicación A FUE R ZA para funcionar. Sí no georeferenciado, pero si con alguna forma de etiquetado.
A lo largo de las semanas, meses, previos se supo de problemas y riesgos de vulneración a los sistemas, pero ninguno se concretó, se previó y se lograron contener.
Será que una de las cosas que vendrán con la casi segura próxima salida de Trump es que las campañas de desinformación aumentarán su virulencia, su violencia, tenderán a una polarización aun mayor. Si, aun mayor. Se puede.
Hoy día buena parte de la audiencia, simpatice o no con Trump, esta convencida que BLM son casi un grupo de terrorismo domestico, equiparable a sus contrapartes como los Proud Boys y los Boogaloo. Ambos en extremos de la segregación racial.
También la audiencia da por hecho que todo esto se resume y se reduce a progres y wokes, para sobresimplificar luchas sociales muy válidas, pero, cierto, llevadas al extremo de la intolerancia. La nueva tiranía de la corrección social.