El juez salió de casa muy temprano. Tenía que hacer un viaje largo, a pie y a lomo de mula, para resolver un pleito de terrenos en las cercanas montañas nubladas. No sabemos cómo terminó el litigio. Pero sí que, durante el viaje, encontró una ciudad perdida [ABRO HILO] #Kuélap 
Esto es Chachapoyas en los Andes orientales del norte peruano. Aquí la cordillera acaba antes de disolverse en el infinito llano amazónico. Es mala idea que te olvides de algo en las montañas cercanas, pues la selva se lo traga todo. /2
El juez de nuestra historia, Juan Crisóstomo Nieto, partió de aquí. Cuando fue a inspeccionar el terreno en disputa, preguntó a los campesinos por la historia de la zona. Ellos le dijeron que allá arriba, en la cumbre de una montaña boscosa había una huaca antigua a /3
la que ellos "preferían no acercarse". Curioso, el juez ascendió. Y se topó con una muralla de piedra de casi 20 metros de alto, arropada por la vegetación, y encerrando una plataforma en donde había otros edificios. Al retornar a Chachapoyas, días después, llevaba /4
consigo algunas momias (!) que sacó de las ruinas y que le parecieron "interesantes". Hay que decir que en ese tiempo (¿ya dijimos el año? ¿no? ¡1843!), huaquear no era delito como hoy y ni siquiera estaba mal visto. En el informe que envió al gobierno detalló: /5
"he encontrado la obra más digna de la atención pública, como es una muralla de piedra labrada, que tiene de ancho 56 pies, de largo 3000 y de alto 150 […] en la parte interior se encuentra una multitud de habitaciones y cuartos de la misma piedra labrada/6
"Tanto en estos cuartos, cuanto en las paredes de la muralla se encuentran nichos formados con arte en los cuales están los huesos de los difuntos con antigüedad: unos desnudos y otros envueltos en mantas de algodón muy tupidas y todas labradas". En su informe /7
el juez lamenta no disponer de tiempo para más averiguaciones (pues tenía que hacer su trabajo) pero pide atención para la zona (que describe como muy "montuosa") y cree saber cómo era posible que el sitio estuviese intacto: "los indígenas tienen un horror grande a este /8
sitio por las momias, las que en su concepto producen grandes enfermedades al tocarlas". Después de Nieto vinieron otros que tampoco tenían prejuicios y se llevaron todo lo que pudieron… Pero fueron pocos. La noticia del hallazgo merció correr como la pólvora./9
Pero en ese tiempo corría tanta pólvora por el Perú que lo del juez de Chachapoyas pasó desapercibido. Eran los años de la Anarquía Militar: las revueltas y los golpes de estado eran cosa de todos los días, y la población de la todavía joven república peruana andaba /10
más pendiente del caos político y económico que de las curiosidades arqueológicas. Esa indiferencia y su remota ubicación, mantuvieron a Cuélap (así, con C, que es como se escribía entonces) al margen de la historia durante décadas aunque algunos viajeros extranjeros, /11
como el estadounidense Bandelier o el francés Langlois, exploraron la zona y describieron las ruinas con estusiasmo. Hubo que esperar más de un siglo para que los peruanos empezáramos a ser conscientes de lo que escondía ese cerro amazonense: Una plataforma de /12
7 hectáreas y 20 metros de alto, forrada completamente por una muralla de piedra, coronada por 420 estructuras circulares, construidas por un antiguo pueblo de agricultores y guerreros que resistió con fiereza la conquista incaica: los chachapoyas. Las crónicas /13
hablan de largas guerras y duras derrotas para esta gente. Por eso, cuando los europeos llegaron al Perú, los chachapoyas se cobraron su revancha: se aliaron con Pizarro y sus guerreros marcharon junto con los españoles a la captura del Cusco en 1534. No sabían, /14
claro, que su nueva independencia duraría poco: en 1570, arruinados por años de guerra, diezmados por las epidemias traídas de ultramar y obligados por el nuevo imperio a instalarse a la fuerza en los pueblos (reducciones) que los españoles fundaron, los chachapoyas /15
abandonaron sus reductos montañosos y se disgregaron tan rápido que, hasta hoy, los historiadores tienen dificultades para rastrear la súbita exintinción de su cultura. Ninguna crónica menciona específicamente a Kuélap y por eso es que no contamos con una /16
historia de sus últimos días. Pero los arqueólogos tienen sus mañas y han develado, al menos, algunas escenas de ese final. No fue algo bonito: antes de ser abandonada, en la casa más grande de Kuélap (¿la de los dirigentes?) hubo una masacre. No solo murieron /17
adultos, sino ancianos y niños. Sus cuerpos fueron dejados ahí, sin enterrar. Al mismo tiempo, un gran incendio redujo a cenizas todos los techos vegetales de la ciudad de piedra. No hay indicios de intervención europea en este evento pues todas las /18
heridas de los muertos (miembros destrozadosy cráneos hundidos) se debieron a golpes de porra, el arma favorita de los chachapoyas. ¿Qué pasó? ¿Una revuelta? ¿la última lucha fraticida de un mundo en decadencia? Solo sabemos que fue entonces (1570) cuando /19
la selva vino a hacer lo suyo y arrancó a Kuélap de la memoria de los hombres.. Al menos, claro, hasta que el juez Nieto se topó con su muralla, un día como HOY, hace exactamente 178 años. Y eso es todo. O casi... porque si quieren saber algo acerca de las extrañas /20
"momias rubias" que Nieto encontró o sobre el rarísimo templo de Kuélap, pueden ver el artículo del enlace (en donde también he puesto la bibliografía de este hilo). Pásense.😀Y gracias por leer y compartir [FIN] antiguoperu.com/2020/01/cuando…
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