El 27 de febrero de 1537, el emperador Carlos I ordena asignar de forma permanente dotaciones de los Tercios Viejos de infantería a las escuadras de galeras del Mediterráneo, creándose así las Compañías Viejas del mar de Nápoles, la primera infantería de marina del mundo. Hilo.
En verano de 1534, el pirata berberisco Barbarroja, a las órdenes del sultán turco Solimán, empezó una campaña de saqueo y matanza contra los cristianos. Primero, asoló con su flota el sur de Italia, amenazando incluso llegar a Roma; y luego tomó Túnez, reino vasallo de España.
El derrocado Muley Hassán, pidió entonces auxilio a Carlos I, que mandó levantar una gran escuadra, formada por naos del Cantábrico y urcas flamencas, a las que se sumaron galeras genovesas y pontificias y carabelas portuguesas; embarcando en total unos 30.000 hombres.
El objetivo era restituir al legítimo rey vasallo y también erradicar la amenaza de la piratería berberisca, un segundo frente preocupante desde que el rey francés, Francisco I, en guerra con España, pactó una alianza con el Turco, abjurando de la Fe católica que profesaba.
El mayo siguiente, el emperador Carlos zarpó de Barcelona y desembarcó en La Goleta, Túnez, con miles de soldados veteranos de las guerras de Italia, los prestigiosos Tercios Viejos. La flota la comandaba don Álvaro de Bazán El Viejo, padre del famoso Marqués de Santa Cruz.
Entre los generales estaba el joven Fernando Álvarez de Toledo, duque de Alba. Y en julio, cayó Túnez. Los imperiales liberaron a unos 20.000 cautivos cristianos, repusieron a Muley Hassán y dejaron una considerable guarnición de tropas. La victoria hizo al emperador muy popular.
Las tropas que intervinieron en esta campaña eran los Tercios Viejos, unidades de infantería de tierra que iban embarcadas en las galeras, cosa que ya se hacía de forma temporal para realizar campañas o combates específicos, pero que no era parte de la dotación del buque.
A la vista de que la campaña de Túnez sería anfibia, ya que incluía traslado de tropas por mar, desembarco, y protección por parte de la flota de los transportes ante la armada enemiga, se pone de manifiesto la necesidad de contar con una fuerza de infantería en el mar.
Los almirantes y general del mar océano sabían que era capital disponer de una tropa veterana entrenada para embarcar, desembarcar y combatir exclusivamente en las galeras, y que no se marease ni temiese el mar. Con una dedicación exclusiva a la guerra naval.
Y el 27 de febrero de 1537, se crean las Compañías Viejas del mar de Nápoles asignando tropa de infantería de forma permanente a las escuadras de galeras del Mediterráneo. La primera infantería de marina del mundo. Valientes por tierra y por mar.
En las décadas siguientes, destacando con laureles en Lepanto, los hombres de las Compañías Viejas de mar demostraron ser muy efectivos barriendo las cubiertas de las galeras enemigas con fiera puntería y tomando naves al asalto. Uno de esos soldados fue don Miguel de Cervantes.
Sin embargo, fue con Felipe II cuando se desarrolló táctica y estratégicamente el concepto actual de fuerza de desembarco, convirtiéndose las Compañías Viejas del mar de Nápoles en el futuro cuerpo de élite que es nuestra Infantería de Marina.
Hasta aquí este pequeño homenaje a don Miguel y a la infantería de marina más antigua del mundo, la nuestra.
Cervantes de Ferrer-Dalmau y otras láminas de José Mª Bueno, Ángel García Pinto y Delfín Salas
Gracias por leer.
¡Buen sábado y feliz día infantes de marina!
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Unos 8000 españoles de las dotaciones de la Gran Armada naufragaron en las costas de Irlanda. Algunos se ahogaron o fueron asesinados por patrullas inglesas, otros sobrevivieron. Francisco de Cuéllar fue uno de ellos, poniéndose al servicio de los católicos irlandeses. Hilo.
Al naufragar el galeón en el que se encontraba Cuéllar en la playa de Streedagh, éste llegó a la orilla agarrado a un tablón de madera. Sobrevivió a la matanza de los supervivientes por las patrullas inglesas, consiguiendo esquivarlas, al arrastrarse hasta unos matorrales.
En su camino se encontró a otro superviviente que había sido saqueado, desnudo, y ambos se alejaron de la playa para toparse con dos saqueadores, posiblemente trabaron combate y en el lance fue muerto el español, pudiendo huir Cuéllar en dirección a la Abadía de Staad.
Lo prometido es deuda, así que les dejo un pequeño hilo sobre bibliografía naval y marítima del Siglo de Oro español, siglos XVI y XVII, desde Lepanto (1571) a los apoyos a Irlanda e invasiones de Inglaterra (1598). No es cronológica ni en orden de importancia de la obra.
La Gran Armada, Colin Martin y Geoffrey Parker.
La Armada Invencible,
Felipe II, la empresa de Inglaterra y el comercio septentrional, Carlos Gómez Centurión.
La Armada Invencible, David Howarth.
La derrota de la Armada Invencible, Garrett Mattingly.
La Armada Invencible, Angus Konstam.
La Contraarmada, Luis Gorrochategui.
Victorias por mar de los españoles;
Álvaro de Bazán;
El León contra la Jauría, I y II;
Galeras españolas;
Drake y la Invencible, Agustín Rodríguez González.
Mucho se ha dicho sobre la mal llamada “Armada Invencible”, hoy vamos a desmentir las falacias, mentiras y propagandas contra la Gran Armada de 1588. Porque sabían que... ¿España ganó la guerra y el tratado de Londres fue muy favorable a los intereses de la Corona Hispana? Hilo.
La Armada debido a la persecución inglesa se vio obligada a retirarse de Calais hacia Gravelinas, en la costa francesa cerca del canal de la Mancha, donde finalmente presentó batalla a la escuadra inglesa conjunta de los corsarios Drake y Hawkins, en la que también iba Raleigh.
Con el viento desfavorable, los españoles no pudieron formar en línea de ataque, aunque tampoco los ingleses pudieron atacarles con contundencia, habiendo exclusivamente escaramuzas entre naves individuales, de poca o ninguna trascendencia táctica. La mala mar hizo el resto.
Ayer comentamos la organización de la Gran Armada de 1588, pero... ¿realmente fueron los elementos quienes la hicieron fracasar? ¿Qué falló del plan? ¿Hubo combates navales? ¿Qué pasó con las naves españolas? ¿Y las bajas? ¿De dónde viene lo de “Armada Invencible”? Serie de hilos
El 25 de mayo de 1588 “El Armada”, nombre que recibía de los almirantes en su época, bajo mando de Medina-Sidonia, partía de España rumbo al canal de la Mancha y mar del Norte, donde la flota se uniría a los refuerzos de infantería de los Tercios de Flandes de Alejandro Farnesio.
En 1583 Isabel de Inglaterra había fundado una Comisión Real para la Armada, que siguió con la labor de modernización de la armada inglesa iniciada por María I a instancia de Felipe II. Para ello, utilizó todo los recursos navales en su mano, incluídos los corsarios y piratas.
Seguro que muchos han oído hablar sobre la “Armada Invencible” pero... ¿Sabían que no se llamaba así? ¿Que fue militarmente incierto y que se mantuvo el statu quo? ¿Que la guerra la ganó España y fueron los ingleses quienes pidieron la paz? ¿Y cuál era su nombre? Serie de hilos.
En 1558 el Imperio español se extendía desde las Américas a Filipinas, y posteriormente se sumaron los territorios del Imperio portugués al anexionarse Portugal por derechos sucesorios. En Europa, las Flandes y media Italia pertenecían también a la Corona Hispánica.
El interés que podía tener España en Inglaterra era puramente geopolítico, pues era una nación sin gran importancia salvo que servía contra los intereses españoles en sus posesiones de los Países Bajos y podría ser un futuro aliado frente a los franceses o rebeliones protestantes
La Gran Armada de Felipe II se estaba construyendo en Cádiz en 1587, con el objetivo partir hacia Inglaterra. Mientras, Isabel I otorgoba al corsario Drake sus deseos de atacar el puerto español y hundir las naves. La campaña se vendió com un gran éxito, pero... ¿lo fue? Hilo.
A mediados del siglo XVI, concursaron una serie de circunstancias que convertían a Europa en un polvorín; desde económicas, hasta políticas y religiosas, que estaban tensando la ya frágil relación entre Inglaterra y España, potencia hegemónica económica, cultural y militar.
Por un lado, el protestantismo inglés se aponía al catolicismo papal y español, ya que Isabel I de Inglaterra había sido excomulgada por el papa Pío V en 1570. Felipe II en 1584 había rubricado con la Santa Liga de París el tratado de Joinville para combatir el protestantismo.