Thread by @matifer

“¿Vino Argentino? Malbec.” Eso dicen en muchos lugares del mundo. Pero no fue siempre así. Hoy quiero contarles sobre la empresa que ayudó a mejorar la calidad de nuestro vino y que apostó a competir con los mejores productores del mundo. Abro hilo sobre @CatenaMalbec.🍷

Dato de color. Uno de los primeros que vio el potencial del vino en Argentina fue Sarmiento. Interesado en desarrollar la agricultura, le pidió a un agrónomo francés experto en viticultura que traiga semillas de Francia para experimentar acá. En esa selección estaba el Malbec

Para muchos extranjeros el sabor de Argentina es el sabor de un vino Catena Zapata. Su historia está relacionada con la inmigración. En 1898 y con 18 años, Nicola Catena llega de Italia y se instala en Mendoza. En 1902 planta su primer viñedo a orillas del Tunuyán.

En 1934, su hijo Domingo se casa con Angélica Zapata, directora de escuela rural, y se pone al frente de la empresa familiar. Empieza la tradición Catena Zapata. Va a ser el nieto de Nicola quien va a marcar la diferencia desde mediados de la década del 60.

Nicolás Catena Zapata, economista, se hizo cargo de la empresa a los 23 años. Lo primero que va a hacer es dejar de vender solo a granel (sin empaquetar o envasar) y convertirla en la principal comercializadora de vinos embotellados del país.

En su estadía como profesor en la Universidad de Berkeley (California), en los 80s, Nicolás pudo ver la revolución de los bodegueros de Napa Valley y quiso hacer algo similar en Mendoza para modernizar la industria argentina.

Las innovaciones que introdujo Nicolás fueron revolucionarias: el control estricto de temperaturas de fermentación, el uso de barriles de roble francés, nuevas líneas de embotellado, entre otros. La calidad mejoró. Pero él quería más: competir con los vinos franceses.

En los 90 pasó algo que cambió todo. Nicolás visita a Jaques Lurton, de una familia productora centenaria de Francia, y le da de probar su vino. “Se parece a un vino de Laguedoc” le dice el francés. En castellano, un vino de calidad media de alguna zona calurosa.

Eso generó una obsesión en Nicolás: encontrar el clima perfecto en Mendoza. En la ladera de la montaña, cada 100 metros de altura la temperatura baja 1 grado. En los años siguientes Catena empezó a plantar a 1500 metros sobre el nivel del mar en Tupungato, al pie de los Andes

Lo cuento acá y parece soplar y hacer botellas. Pero no. La decisión fue muy arriesgada e innovadora. Muchos años antes una helada casi llevó al padre de Nicolás a la quiebra y al fin de su trayectoria como viticultor. Ese evento estuvo siempre presente en la cabeza de Nicolás.

Nicolás hizo hincapié en respetar 3 guías: suelo, clima e irrigación. Los nuevos vinos, sobre todo Malbec, eran muy diferentes a los de menor altura, más delicados. Desde ahí, los productores mendocinos comenzaron a valorar y buscar tierras con agua ubicadas a gran altura.

Competir con los mejores lleva años. Catena investigó y ahondó en el clásico concepto francés de terroir, que le atribuye la calidad al lugar y no al factor humano. Descubrieron que los suelos de Mendoza no son homogéneos y que de cada parcela se obtienen vinos diferentes.

Su hija, @LauraCatena, 4ta generación de viticultores, incorporó el concepto de investigación y estudio como regla permanente. Junto a @alevigilmalbec, entre otros, fundó el Catena Institute con la idea de utilizar la ciencia para preservar la naturaleza y la cultura en Argentina

Empresas de este nivel tienen un rol clave en el crecimiento de la industria regional: crean conocimiento específico, forman productores y gerentes de bodegas, y respaldan investigaciones. Todo esto mejora la calidad del vino argentino.

Hoy, hay alrededor de 17.600 productores que hacen vino en más de 900 bodegas en 15 provincias. La vitivinicultura es una economía regional con amplio despliegue territorial, que genera arraigo, y se compone en su mayoría por pequeños y medianos productores.

Según un informe de la @FundacionFada, del total del empleo agroindustrial, un 32% lo generan las cadenas regionales (azúcar, frutas, vino, entre otras). Más precisamente, la cadena vitivinícola genera 153.000 puestos de trabajo, con mayor personal en la etapa primaria (56%).

Hoy Catena está en el podio de las bodegas más exportadoras de Argentina. En el sector exportan casi 500 empresas a 127 países. Esto demuestra la importancia de que haya pioneros en todos los sectores.

Las exportaciones mundiales de vino (2019) tienen un valor de US$36,1 mil millones. La mitad provienen de Francia e Italia. En el ranking de exportaciones, Chile quedó en el puesto 5 (US$1.900 millones) y Argentina en el 11 (US$798 millones). 🇨🇱 exporta el doble que nosotros😒

China🇨🇳 es una oportunidad. En 2019, importó vinos fraccionados por un total de 454,5 M de litros, del que 🇦🇷sólo participó en un 1%. En vinos a granel importó por un total de 137 M de litros, y 🇦🇷 sólo participó con el 6%. Acá vemos unos Catena Zapata en la muralla China.

La industria del vino además es turismo y desarrollo local. Más de 240 bodegas están abiertas a visitantes. Entre 2009 y 2019, el turismo del vino creció tanto que surgió el concepto de ruta del vino y de enodestino. Las Low Cost son clave para que esto siga creciendo.

Los “sectores productivos” no son una entelequia. Son personas y comunidades que viven a través de sus ideas y sus productos. Nicolás Catena fue uno de los tantos pioneros de un sector que hoy es vital para el desarrollo federal de argentina y su integración mundial.

Y esto recién empieza. Para @LauraCatena, el mundo no conoció todavía el mejor Malbec. Cree que los productores argentinos tienen mucho por delante para reforzar el carácter regional de esta variedad y mostrar las sutilezas de Mendoza, pero también de Salta y la Patagonia.

Es un lujo que tengamos una familia donde el vino y la innovación corren por las venas. La industria del vino en Arg tiene un futuro espectacular por delante si acompañamos a la gente que invierte en ella. Salud! 🍷