De los diez proyectos más importantes de infraestructura que se encuentran en desarrollo en América Latina, cuatro están en México.
1. México es el único país del continente que está construyendo con sus propios recursos financieros, sin pedir un solo préstamo al extranjero.
2. El gobierno mexicano es el único que mantiene el eje rector en la construcción de dichas obras. En los demás proyectos son empresas privadas las que tienen el control de las construcciones.
3. Los costos en el resto de América Latina tienen un valor mayor porque son construidas cien por ciento por empresas privadas. En México, la participación del ejército mexicano está permitiendo reducir la facturación final.
4. Al término de las obras, el Estado mexicano será el propietario de dicha infraestructura. No es el caso de la mayoría de las otras construcciones, que terminarán en manos privadas por concesiones u otro tipo de contratos.
(Texto e información de Marco Antonio Martínez Ramos)
1. La #4T buscó poner fin a los contratos leoninos que daban beneficios desmesurados a consorcios energéticos nacionales y transnacionales en detrimento de @CFEmx y del erario.
2. Auxiliados por despachos mafiosos y jueces venales, las corporaciones afectadas lograron detener la revisión de muchos de esos contratos. Tenían a su favor los términos a modo introducidos en el periodo neoliberal a la Ley de la Industria Eléctrica.
3. El presidente @lopezobrador_ envió al Legislativo la iniciativa de reforma a la Ley de la Industria Eléctrica a fin de tener mejores condiciones para poner fin a los contratos leoninos y detener el saqueo.
Pegadito al Pacífico hay un pequeño cuerpo de agua dulce llamado Laguna Quitasombrero. No sólo es conocido de antaño por los fuertes vientos a los que debe el nombre sino también porque sus aguas están infestadas de cocodrilos...
... a los que en algunas regiones llamamos equívocamente lagartos, por más que éstos sean en realidad una suborden distinta a la familia Crocodylæ y tengan entre sus integrantes a lagartijas, iguanas y camaleones, que viven principalmente de cazar pequeños invertebrados.
Pero en ese lugar y en ese tiempo del que les hablo, cuando mi abuela era niña y el mundo también, se denominaba lagartos a los tremebundos aligatóridos, caimanes o yacarés que son capaces de comerse una ternera.
Cuando tenía 17 años mi profesor de Filosofía, Jérôme Martin, homónimo de un gran pintor neoclásico, me rompió la nariz. Él, a sus 25, era ya un nietzscheano brillante pero progresivo, incurable y mortal, y yo formaba parte de un grupillo de aspirantes a marxistas.
Nos trenzábamos en discusiones muy largas, llevando cada cual por estandarte a su respectivo alemán peludo del siglo XIX. Desde luego, él habría podido hacerme pedazos fácilmente pero se portaba benévolo, no tiraba a matar y nunca reclamó una sola de sus evidentes victorias.
Si lo hubiera hecho, Charlie “El Barbas” habría caído por nocaut en el primer round ante Fede “El Mostachón”. Un desenlace semejante me habría convertido en un ser rencoroso, cínico y enemigo del razonamiento; pero Jérôme lo intuía y se abstenía de aplastarme.
Demetrio Vallejo, Gilly, Campa, Revueltas y muchos otros estuvieron largos años en la cárcel por pensar distinto al régimen.
En el 68 y en el 71 los gobiernos priístas masacraron en las calles a estudiantes y ciudadanos que no cometían más delito que el de manifestarse.
Entre 1971 y 1982 Echeverría y López Portillo sumieron al país en una guerra sucia en la que el gobierno empleó vuelos de la muerte, desapariciones, torturas y homicidios para exterminar organizaciones armadas, pero también para reprimir luchas sindicales y agrarias pacíficas.
En el régimen de Carlos Salinas más de 500 perredistas opositores fueron asesinados. Tras el levantamiento zapatista del 1 de enero del 94, muchos integrantes o simpatizantes del #EZLN fueron apresados y torturados en distintas localidades del país.
Hace poco @JoeBiden usó el término neandertal en tono despectivo. Si hasta hace 1/2 siglo esos parientes eran vistos como una versión zafia, tosca y estúpida del Homo sapiens, los hallazgos arqueológicos han cambiado mucho esa percepción.
Aunque desaparecieron del planeta hace decenas de miles de años, los neandertales siguen evolucionando.
A la izquierda, cómo era un neandertal en el siglo XIX; a la derecha, cómo lo vemos ahora.
Hoy sabemos que desarrollaron un lenguaje y que tenían habilidades artesanales y artísticas. Aún se debate si fue una especie por derecho propio (Homo neanderthalensis, según King) o una subespecie (Homo sapiens neanderthalensis, según Grant Campbell).
Agradezco los tuits de @buenasrazones y le dedico este hilito con reflexiones (u ocurrencias) sobre la dificultad de deslindar lo verdadero de lo falso en este oficio casi siempre proceloso.
1. La credibilidad no se construye sobre una pretensión de infalibilidad sino con la búsqueda rigurosa, honesta y humilde de la verdad, la cual es muchas veces elusiva, fluida y hasta cambiante.
2. Es lo que mi querido @MABastenier, ya fallecido, y a quien me ligaba una intensa y fraternal discrepancia ideológica, llamaba “el blanco móvil” del periodismo.