Thread by @Daniel_mrtea

San Agustín: «La música». Libro I. Parte primera. Resumen:

I. Comienza mostrando el modus (mensura, medida) de una palabra; esto pertenece a la ciencia gramática. Proyecta esa misma mensura sobre percusiones de tambor o de cuerda; entonces se ha transferido el nombre del modus desde la gramática a otra cosa que no es de esa ciencia;

llamamos Música a la ciencia a que pertenece esto, y el nombre «Música» porque se atribuye una cierta omnipotencia del canto a las Musas.

II. Definición de «Música»: «ciencia de modular bien» (ars bene modulandi). «Modular» deriva de «modus».

El movimiento es condición necesaria de la modulación. Definición de «modulación»: «habilidad de movimiento» (movendi quaedam peritia); tb. «aquello que hace que algo se mueva bien», pues si algo se mueve bien es porque guarda medida (modus).

Pero respecto a ese movimiento, es distinto el que es libre, o sea, buscado por razón de sí mismo, y que por sí mismo deleita, del que es servil, o sea, buscado por razón de otra cosa, a su servicio. De entre ambos tiene mayor rango y dominio el primero.

III. Puesto que sólo es «modulación» cuando «se mueve bien» (con modus, ordenadamente), podría suprimirse «bien» de la definición de «Música», así: «ciencia de modular». Sin embargo, aun cuando haya modulación, es decir movimiento ordenado, armonioso, que guarda las proporciones

de tiempo e intervalos, puede suceder que éste se dé con voz dulcísima y danza con gracia cuando la situación reclama seriedad, y entonces no emplea bien la modulación. De ahí que una cosa es modular; otra, modular bien.

IV. El ruiseñor modula bien su voz en la estación primaveral, puesto que su canto es armonioso y dulcísimo y conviene al tiempo, pero puesto que lo hacen sin conocer el arte liberal sino por la sóla naturaleza, por eso es necesario añadir «ciencia» a la definición. Los hombres

que guiados por cierto instinto cantan bien sin saber dar respuesta a lo que se les pregunta sobre ello se comportan como esos animales; también los que sin conocer esas cosas en mayor grado se mueven al son de la música como los osos y otros animales lo hacen.

El arte de los citaristas, flautistas y otros músicos se obtiene por imitación de los maestros, al igual que las aves imitan a otras aves, pero si es arte lo primero lo es en cuanto se sirve de la razón, y no lo segundo. El arte implica capacidad de imitación, pero no toda

imitación implica el arte. El arte se fundamenta tanto en la imitación como en la razón, pero no sólo en la imitación ni sólo en la razón sino en ambas simultáneamente. La ciencia por el contrario se fundamenta sólo en la razón, pero no en la imitación.

La ciencia pertenece sólo al alma, mientras que la imitación pertenece tanto al cuerpo como al alma, donde el cuerpo ha de obedecer a aquélla. La memoria, como la imitación, es compartida por los animales, por tanto ni memoria ni imitación implican ciencia.

Citaristas o flautistas, si cuanto tocan lo hacen por imitación y memoria no lo hacen por ciencia, luego no hacen Música. Es posible que un hombre supere a otro en ciencia pero que éste último, menos instruido, mueva sus dedos con mucha más facilidad y destreza por el ejercicio

del cuerpo.

V. A causa de la naturaleza tienen todos, aun careciendo de ciencia, capacidad para juzgar la música, desaprobando a un mal flautista y aplaudiendo a otro cuanto mejor toca. Del mismo modo está el flautista dotado por naturaleza de este sentido,

pudiendo mover los dedos cuando empieza a tocar la flauta, y anotando y memorizando lo que suena bien para tocarlo a su debido tiempo, aun careciendo de ciencia.

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