Thread by @leogarciamx

Si creo, aunque francamente dudo que se logre, que sería un pequeño gran triunfo mañana NO ser caja de resonancia de la maniobra del tema que sera inducido desde la mañanera.

Se les llama operaciones de información. Porque no solo de fakes vive el régimen.

El rasgo distintivo es la intencionalidad.

El show siempre tiene una audiencia especifica a quienes va dirigido, no necesariamente solo sus simpatizantes sino que el estimulo emotivo que ahí se genera alcanza muchas veces con más fuerza a quienes no simpatizan con él.

De esta forma la narrativa, el mensaje, se vuelve un instrumento que se asimilará desde el refuerzo a los sesgos y se usará como elemento para confrontar a quienes difieren en su postura o ideología.

Pero es importante entender que no todas las campañas se basan en un abierto engaño o mentira para ser efectivas, sino que basta conectar correctamente con la audiencia objetivo.

Es más importante la afinidad, o no, con el emisor que el mensaje mismo.

El estimulo lo logra.

A sus simpatizantes les da elementos con que sustentar su narrativa y a los opositores y disidentes les manda algo con lo que los entretiene al mantenerlos ocupados en algún tema que le conviene a ÉL. A ese micrófono.

Segundo axioma de la cuatrote:

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Los temas, imágenes, ideas, que impulsa el gobierno mediante su máquina de propaganda disfrazada de pseudomedios, pseudoperiodistas, su homilía diaria, y demás afines, lo hacen porque les conviene a ellos, no a usted.
↑

Mañana va de nuevo....

La afinidad entre el emisor y el receptor hace que el receptor tenga las mínimas resistencias para funcionar como vía de amplificación para casi cualquier cosa y según la intención generar las reacciones necesarias.

Pero también el factor intencionalidad de una pieza de información donde se pone el énfasis en los elementos necesarios, en la audiencia adecuada, por ejemplo una que sea opositora o disidente, basta para generar la reacción adversa.

Dicho fácil: Hacerlo enojar a usted.

El régimen, el aparato, lo quiere a usted ENOJADO. Distraído. Fuera de foco.

El tema relevante mañana debería ser, ya más allá de la pandemia, el burdo, descarado y siniestro ataque al INE por parte del gandul de Macedonio. No Loret. No la ñora francesa.

No es un reto cualquiera. Hay un elemento peligroso, MUY peligroso. Que participe en esto el aparato del Estado lo convierte en un riesgo asimétrico.

Nada nunca tendrá el alcance, poder e influencia, del aparato mediático al servicio del estado, por más que se victimicen

Es tan complejo el escenario en el que estamos, porque no se basa propiamente en información que sea comprobable o no, sino en inducir estados emotivos en las audiencias para disparar las reacciones que al aparato le convienen.

Y no hay manera de confrontarlo racionalmente. No la hay.

El choque surge de elementos subjetivos que no necesariamente son congruentes, al contrario, la incongruencia de la narrativa es parte de la intencionalidad.
Estos es como lidiar con el doblepensar de Orwell.

No cuenta la acción que se pueda comprobar o refutar, sino el estigma inducido como justificación a la narrativa.

Insistir, no perder de vista. Esto lo que quiere es mantener a los grandes grupos de la audiencia peleando. Se llama polarización.

Porque además las reacciones inciden en polos cada vez más distantes e inducen una forma de estigmatización contra quienes simpatizan, o no, con el gobierno. Es reciproco.

Nunca falla, se busca influir en audiencias con narrativas favorables de apoyo y simpatía al gobierno.

Y de la misma forma siempre es obvio quienes son los objetivos contra quienes se dirige la narrativa inducida en la conversación: los opositores, los conservadores, los corruptos, los adversarios y demás perlas de adjetivos emanados desde ESE micrófono.

Funciona porque los polos están tan confrontados que no hace falta que un polo domine la conversación sobre el otro, el objetivo real es la confrontación misma, quitando la atención dirigiéndola a lo que al aparato le conviene.

Sí algo, un poco, de lo anterior puede ser de utilidad, entonces ojalá sirva, haya logrado comunicar, la relevancia de no enredarse participando, ni a favor ni en contra, del perverso juego de ese hombre siniestro, que además, por lo que se sabe, para él es tal: un juego.

Si. La violencia verbal que propicia, lo emociona, le entretiene, le satisface, cree que es justicia, cree que tiene razón, cuando el resto de su grupo de incondicionales le celebran sus disparates, sus ofensas, sus agresiones. Y el ciclo se refuerza y se reinicia.