Hay un dato clave en esta historia de la vacuna de AstraZeneca que creo que merece la pena resaltar más: ¿Por qué la Agencia Europea del Medicamento (EMA) no se ha mojado concretando grupos de riesgo sobre los posibles efectos adversos muy raros? Por varias razones.
1) Porque todavía hay muy pocos casos como para tener claro los factores de riesgo. A fecha de 22 de marzo, la EMA revisó 62 casos de trombosis de senos venosos cerebrales y 24 casos de trombosis venosa profunda, de alrededor de 25 millones de personas que han recibido la vacuna.
2) Para complicar la historia, no sabemos si las características de las poblaciones vacunadas (diferentes entre países) pueden sesgar los resultados que estamos viendo. ¿Hay + casos de un grupo de edad/sexo x porque tienen + riesgo, porque están recibiendo + esa vacuna o ambas?
3) La forma en la que se registran de forma espontánea en los sistemas de farmacovigilancia los casos de trombos + niveles bajos de plaquetas tampoco es homogénea entre los países de la UE y Reino Unido. Hay países que detectan más casos que otros.
4) Sigue sin estar claro del todo el mecanismo por el que se producirían los trombos + bajos niveles de plaquetas (aunque la hipótesis que destaca y va teniendo más fuerza es la respuesta autoinmunitaria).
5) Y en definitiva porque sigue habiendo mucha incertidumbre y pocas certezas. Ni tan siquiera podemos estar 100% seguros de que estos trombos raros sea consecuencia de la vacuna de AstraZeneca aunque las sospechas se vayan reforzando.
Por estas y probablemente otras razones la EMA no ha querido decir un grupo o factores de riesgo, aunque sí ha mencionado que la mayoría de los casos han ocurrido en mujeres menores de 60 años. Así que cada país de la UE ha decidido según su criterio y circunstancias.
Ya sé que puede parecer frustrante, pero la medicina tiene mucho de incertidumbre. Ante nuevos tratamientos, la farmacovigilancia lo que hace es tratar de reducir al mínimo esa incertidumbre de riesgos con el tiempo.
Estamos viendo en tiempo real todo este proceso cuando antes todo esto pasaba desapercibido porque no había focos mediáticos ni el gigantesco interés que tiene ahora la población general.
Está bien conocer cómo funcionan estos sistemas y los riesgos, como también es esencial ponerlos en contexto. Y, sobre todo, saber que es cuestión de tiempo que sepamos + al respecto. Los dogmas son cómodos porque no cambian, pero no sirven para conocer la complejidad del mundo.
Y, por cierto, que la EMA haya dado varias ruedas de prensa sobre el tema, informando sobre los síntomas a profesionales sanitarios y a personas que reciban la vacuna ayudará mucho a que el mundo esté atento a si ocurren casos para notificarlo. Se detecta más lo que se busca.
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