C5 X: Pupurrí de todo para funcionar en el mercado.
Vamos con hilo para opinar de la nueva berlina de Citroën.
Empezaré por una cuestión de expectativas. Esto es el CXperience y es el formato que esperaba, antes de ver fotos espía, para el sucesor del C5.
Un coche bajo, aerodinámico y con carrocería a medio camino entre una berlina y un familiar. Muy a lo Citroën CX, XM o BX.
Pero el mercado "sólo quiere SUV". El segmento D está desaparecido y sólo las marcas aspiracionales (Audi, Mercedes y BMW) son capaces de colocarnos berlinas, bien en la forma de las tradicionales (A4, Serie 3 y Clase C) o bien en versión "compacta" (A3 sedán, CLA, Serie 2).
El riesgo para Citroën estaba, por tanto, en apostar por un producto dirigido a un mercado en desaparición. Pero al mismo tiempo, en Citroën eran perfectamente conscientes de que una berlina es útil y necesaria como complemento del C5 Aircross.
¿Solución? Hacer un C5 "allroad".
Pero... el C5 crossoverizado ya ha existido antes: Se llamaba C5 Crosstourer, pero no pasaba de ser un C5 ligeramente levantado y con piezas de plástico agregadas, copiando la idea de los Volvo XC70 o los Audi Allroad, pero de manera discreta.
Esta vez se va a por todas. Se coge el concepto del poco exitoso AMC Eagle de 1981, o del mucho más reciente Subaru Outback y reinterpretándolo "a la francesa", con una gran diferencia.
Como en el caso del recién estrenado C4, el C5 X no tiene intención de pisar fuera del asfalto. Se le da estética de SUV porque "está de moda", y más allá de alguna ventaja de tener más altura libre al suelo, no es un coche con tracción total o chasis reforzado para hacer campo.
Curiosamente, Citroën ya tenía años atrás la suspensión hidroneumática que le permitía ofrecer en sus coches esa capacidad de tener altura libre al suelo extra cuando se requería, pero con la ventaja de poder recuperar poca altura cuando circulabas por carretera.
Pero en PSA se decidió años atrás que la hidroneumática es tecnología del pasado, ante la falta de interés de invertir un solo euro en cosas diferentes cuando se puede ganar dinero sin ellas jugando a otras cosas (estética, marketing...).
No es tampoco la primera vez que Citroën hace "cosas raras" para atacar el segmento D. En su momento lanzó al mercado el genial DS5.
Era el momento de transición entre monovolumenmanía y SUVmanía, y el DS5 mezclaba cosas de MPV con familiar.
El restultado, a nivel de diseño, era un coche muy interesante. No era tan práctico como un MPV, claro está, pero se estrenaron en él los nuevos enfoques de diseño interior para PSA que luego han dado tan buen resultado en "calidad percibida".
Pero el DS5, que todavía hoy me parece interesante en lo estético, quedó desfasado con la eclosión SUV. Separarlo de Citroën además dejó vendida a la marca, que se quedó con el chulo (voladizo delantero épico aparte) C5, pero sin ventas.
Ahora la marca se la juega en lo visual, en la apariencia, aunque sin romper esquemas realmente.
Quiere vender un nuevo C5, con los atributos tradicionales del C5, pero "vestido con otra ropa" con la idea de que de esta manera conquistará clientes esquivos hasta la fecha.
Tiene para sí una estética diferenciada, algo que debería ayudarle. Copia elementos del CXperiencie en el frontal y en la forma de los pilotos traseros y prescinde de la carrocería de tres volúmenes para focalizarse en la familiar, cosa que me parece un acierto.
Digo lo de acierto porque tiene sentido histórico que Citroën sólo tenga este formato de carrocería; y también tiene sentido por el perfil del cliente al que apunta.
El problema de comentar este coche es que Citroën ha hablado mucho de muchas cosas, pero muy poco del contenido real y fondo del producto: La técnica.
Y aquí va una reclamación importante: Los coches son máquinas muy complejas de transporte.
Su valor agregado está en las capacidades para transportarte, y por tanto, más allá de la estética y datos de infoentretenimiento, deberíamos disfrutar de informaciones iniciales con más técnica si queremos enjuiciar la ambición del producto.
Dicho esto, Citroën habla en su nota de prensa de sus dimensiones (4,8x1,86x1,48) con una batalla de 2,78 metros.
Curiosamente, si cogemos un C5 Crosstourer, copia cada cota con decimales (4,82x1,86x1,49) acortando la batalla (tenía 2,81 metros).
Citroën habla de la "larga batalla" como beneficio para el espacio de piernas trasero pero... ha recortado la batalla respecto al modelo precedente (!?)
El maletero promete 545 litros, ganando 40 respecto al anterior C5 familiar (¿más voladizo trasero?). Es una buena cifra.
Por dentro, dos pantallas, sistema de interpretación de órdenes vocales (habrá que ver cómo funciona, ya que todavía no hemos encontrado uno que vaya realmente bien en el 100% de los casos) y un diseño que, en foto, aparenta acabados agradables de tocar y bien cuidados.
No sabemos bien la gama de motores, aunque puedes esperar que se copie todo el arsenal del C5 Aircross o del 508. De momento se confirma el híbrido enchufable de 225 caballos y tracción delantera que probamos en el 508 y se deja en espera los demás.
¿Especificaciones técnicas? No las conocemos. Sabemos que está montado sobre la plataforma EMP2, pero eso no nos habla, por ejemplo, de la suspensión trasera, ya que la EMP2 se ofrece con multibrazo o con puente torsional según versiones.
Lo que sí sabemos es que Citroën va a volver a apostar por el confort. Se prometen amortiguadores de paso variable, suspensión centrada en el confort, se integran lunetas laterales laminadas para mejorar el aislamiento sonoro y asientos "cómodos como el sofá de casa".
Si el C5 Aircross sirve de referencia en esto, estoy seguro de que este coche será la mar de cómodo. Y me alegra que Citroën, sin complejos, apueste por este camino.
Como dije de aquel coche, es un coche que recomendaría a mucha gente, a mi padre, por ejemplo.
En un mercado plagado de "suspensiones duras" para que los coches se sientan deportivos... de SUV que requieren estabilizadoras y muelles durísimos para mantener bajo control su peso y altura, es refrescante que una marca se preocupe de hacer... coches cómodos!
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Breve historia.
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No sólo eso, además puedes confundir al público objetivo de tus estudios.
Cuatro cámaras GoPro (una 7, dos 8 y una 9) y todas fallan más que una escopeta de feria. Una vergüenza de producto (que no la cambiamos por la calidad de imagen "cuando funciona").
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...recalentones épicos para cualquier filmación que supere los 20 minutos... archivos corruptos mal cerrados... actualizaciones imposibles de ejecutar...
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