Los gritos alarmistas sobre la propuesta de extender la presidencia de Zaldívar en la SCJN son una fachada.
En el fondo, lo que se quiere "alertar" es que "AMLO quiere también extender su mandato o reelegirse".
¿De dónde viene esta idea absurda y añeja contra AMLO?
(Hilo)
La acusación de que López Obrador quiere "reelegirse" o "extender su mandato más de seis años" una vez que termine su periodo presidencial es una paparrucha que muchos ideólogos de la amlofobia espetan, sobre todo a partir de la elección presidencial de 2006.
El primero en augurar esta tontería en contra de AMLO fue, empero, un panista menor: un diputado local del DF, Salvador Abascal Carranza.
Él acuso a AMLO en noviembre de 2002, de querer "mantenerse como dictador" en el poder, cuando el tabasqueño gobernaba la Ciudad de México.
El "argumento" de Abascal era delirante. En ese momento AMLO impulsó una consulta ciudadana en el DF para preguntar si debía continuar o no como Jefe de Gobierno, ejercicio en el cual el tabasqueño arrasó, al obtener 95 por ciento de aprobación para ratificar su mandato.
Así, Abascal empezó a especular un absurdo: señaló que como AMLO "había consultado a la gente" sobre su desempeño, bien podría consultarla después para hacer cosas "que tendieran a la dictadura".
Lo cual, desde luego, incluía el quedarse en el poder, o algo así.
El señor Abascal se dedicó pues a tergiversar el sentido de la consulta de AMLO.
Lo que en realidad fue un ejercicio proto-democrático, el panista lo malinterpretó como un intento de manipulación futurista para que "López" se quedara en el poder para siempre.
Es importante resaltar que Abascal es un politicastro perteneciente al sinarquismo histórico mexicano, es decir, la extrema derecha que, en sus propias palabras, ansiaba regresar al medievo regido por el teocentrismo. Su postura es la misoginia, el antisemitismo y la ignorancia.
Hoy muchos de los que alertan contra una posible "reelección" de AMLO se ven a sí mismos como "demócratas liberales ilustrados".
No son nada de eso.
En el fondo están reproduciendo el discurso asnal y ridículo de un fascistoide oscurantista cuyo hermano es ideólogo del FRENAAA.
Por lo demás, no hay absolutamente nada en la biografía de López Obrador que sugiera que sea un hombre tendiente a extenderse en los cargos que ha desempeñado.
Antes de ser elegido presidente (2018), AMLO ostentó cinco cargos públicos clave, uno de ellos de elección popular.
López Obrador fue dos veces presidente nacional de dos partidos políticos (el PRD en 1996 y Morena en 2015) y dos veces presidente local de dos partidos (el PRI y el PRD en Tabasco, en 1982 y en 1989 respectivamente).
Y una vez fue Jefe de Gobierno en el entonces DF, en 2000.
En ninguno de esos encargos AMLO abusó de sus atribuciones o extendió sus márgenes de maniobra.
Siempre se ciñó a los entramados institucionales e incluso fue reticente a influir en quién debía ser su sucesor o sucesora, como fue en la elección perredista de 1999.
De hecho, López Obrador ha concluido antes de tiempo sus encargos, sea para buscar legítimamente otras posiciones (como en 2005), o por principios ideológicos, cuando fue desplazado de la dirigencia local del PRI en 1983 y su posterior renuncia como Oficial Mayor de ese Estado.
Así pues, no hay ningún indicio de que sea un personaje voraz de poder o proclive a manipular entramados institucionales para prolongar sus mandatos o encargos.
Pese a eso, luego de la tontera que dijo Abascal, el segundo en hacer borlote con que AMLO "se reelegiría si fuera presidente" fue el ideólogo Enrique Krauze, en febrero de 2006, en un programa de Televisa donde él y Bernardo Gómez entrevistaron, uno a uno, a los candidatos.
La especulación absurda de Krauze estaba basada en la nada. No ofreció ningún dato biográfico del tabasqueño que eso indicara, o algo parecido.
Simplemente fue una especulación que Krauze se sacó de su chistera de prejuicios y tuvo la ocurrencia de preguntársela en ese programa.
La respuesta de AMLO fue contundente. Le dijo a Krauze que él como historiador debía saber lo delicado que es ese tema tras la experiencia de la Revolución Mexicana y que él, como maderista, nunca rompería con esa inercia democrática del "sufragio efectivo, no reelección".
A Krauze, desde luego, le importó un comino la respuesta y compromiso de AMLO.
De nuevo encerrado en su prejuicio delirante, y de forma deshonesta luego de la charla que tuvo frente a frente con el tabasqueño, Krauze publicó en junio de 2006 el panfleto "El mesías tropical".
Ese libelo indigno estaba plagado de falacias de evidencia incompleta, dicterios alarmistas, tonterías frívolas e invectivas racistas.
Y una de sus peores especulaciones amarillistas era que AMLO, en caso de ganar la elección de 2006 "se reelegiría en 2012".
Desde entonces, muchos ideólogos vinculados al grupo Letras Libres, se dedicaron a propalar febrilmente el bulo de que "AMLO busca la reelección".
Ese chisme sin sustento, sin embargo, fue reproducido por otros analistas políticos.
Un grisáceo presentador de Tv Azteca, Sánchez Susarrey, publicó un insumo amlofóbico en 2006, el libelo llamado "La Victoria", cuya "tesis" central es que "López quiere reelegirse".
El amanuense de Krauze, Fernando García Ramírez, repite también la misma tontería desde entonces.
No es ocioso señalar que García Ramírez fue el lugarteninete de Krauze en esa campaña antidemocrática y porril de la "Operación Berlín", destinada a difundir propaganda sucia contra AMLO en 2018, donde el tema de la "reelección" fue retomado.
Sin embargo, también en la campaña sucia calderonista de 2006 ya existía ese bulo: en los correos electrónicos difamatorios que el cloacaldernismo enviaba, abundaba la acusación de que "López se quiere reelegir".
Así pues, se trata de una consigna mañosa y vieja, que dos personajes opacos -uno un guiñapo de extrema derecha y otro un ideólogo poco honesto- se han encargado de gritar a cuatro vientos sin ningún indicio sólido que los sustente.
Resulta curioso que esa consigna de que "AMLO se quiere reelegir" provenga del círculo de la extrema derecha del PAN y de un ideólogo del calderonismo, como lo fue Krazue.
Tan distraídos están estos seres en alucinar cosas que AMLO nunca va a hacer, que eso les impide ver que el único personaje que sí está haciendo intentos mañosos por volver al poder es su admirado Felipe Calderón, mediante México Libre o regresando al PAN.
Es legítimo criticar el desorden con que se efectuó la iniciativa del Senado para extender la presidencia de Zaldívar en la SCJN.
Pero de ahí a colegir que eso augura "una reelección" de AMLO, es reproducir los alucines oscurantistas de uno de los mastines de la extrema derecha.
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Ricardo Anaya aparece en un video quejándose de la gente que "bota el dinero en caguamas".
Nos vendían a Anaya como un joven preparado y moderno.
Aquí se desmiente eso y se explica por qué su pensamiento es igual al del sector más rancio y oscuro del PAN.
(Hilo)
El 5 de agosto de 2007 el señor Emilio González Márquez, entonces gobernador de Jalisco, se rehusó a que su Gobierno continuara la promoción del uso de preservativos y condones en la juventud.
Su "argumento" fue que "hacer eso equivale a regalar six de cervezas a los jóvenes".
Para ese panista, los métodos anticonceptivos no debían repartirse porque ello era, igual que la cerveza, "incentivar la diversión" y "el gobierno no tendría por qué pagar eso".
Más que la monstruosa ignorancia de González, aterra su perfil inquisitorial de la edad media.
El 8 de marzo hizo que algunos conservadores ultramontanos de pronto se tornaran feministas ultra-contestatarios.
No es cosa nueva.
Aquí un breve recuento del izquierdismo súbito de las derechas mexicanas a partir de 2018.
(Hilo)
En 2018 se inventó la farsa absurda de que AMLO "había pactado con Gordillo".
Sin entender la fragmentación del gordillismo, ni ahondar las aristas del sindicato de maestros, se asumió la falsedad de que el tabasqueño "se alió con la maestra".
Eso tornó en justicieros a las derechas, y olvidaron los acuerdos probados entre Gordillo y los presidentes previos (hasta el conflicto de ella y Peña).
Basados en que AMLO la llamó "chivo expiatorio", asumieron que "pactaron" y de pronto se volvieron izquierdismo sindical.
El PAN reposiciona a Diego Fernández de Cevallos en redes, para "atraer a los jóvenes".
En este hilo se exponen algunos milagritos atroces de este señor.
Y se expone una respuesta de por qué usan a esa figura obsoleta en pos de captar a "la juventud".
(Hilo)
El padre de Diego Fernández de Cevallos era un hacendado pendenciero y fanático religioso de San Juan del Río, Querétaro.
Su prole, Diego y sus hermanos, crecieron con esa manera absurda y violenta de pensar.
Por ahí de 1958, un ex dirigente del PAN y futuro rector de la Universidad Autónoma de Querétaro, el poeta Hugo Gutiérrez Vega, fue injuriado por el padre de Diego de ser "títere de la URSS".
Gutiérrez publicó un artículo burlándose de la mentalidad cerril de su agresor.