Voy a empezar, con esta serie de ponencias de Junco, una especie de trilogía de compendio crítico acerca de la cuestión nacional en la historia de España y del Estado español. A este hilo le seguirán otros dos sobre la exposición de Fusi y Seco Serrano.
Al término del hilo, bastante más breve y conciso que otros, volveré a dejar dos enlaces con las dos obras seguramente principales de Álvarez Junco sobre el particular. Las ocho conferencias son de hecho una síntesis de ambos escritos, sobre todo del segundo.
Además de otros dos enlaces para quien pueda o quiera leer un resumen y transcripción que hice en su momento de la serie completa de ponencias de Junco a propósito de la cuestión nacional, especialmente centradas en el caso español.
Solo unos comentarios previos. La crítica de Junco —quien repasa algunas de las figuras que desde la academia han abordado el problema nacional— al marxismo me parece torticera y reduccionista, pues ninguno de los grandes marxistas infravaloró jamás la determinación nacional.
Sin embargo, sí creo que el fragmento de la imagen permite avanzar algo capital desde la perspectiva marxista: con la clausura del Ciclo de Octubre (1917-1991) y la derrota del 𝑝𝑟𝑖𝑚𝑒𝑟 𝑎𝑠𝑎𝑙𝑡𝑜 𝑎 𝑙𝑜𝑠 𝑐𝑖𝑒𝑙𝑜𝑠, la triunfadora ha sido "la nación" y no "la clase".
Dejando a un lado la grosera insistencia en la “mitología marxista”, es también llamativo que, aunque Junco adopte el enfoque feminista (“de género”), resulte clarividente y elocuente cuando vaticina —la ponencia es de 2001— el éxito de la identidad 𝑑𝑒 𝑔𝑒́𝑛𝑒𝑟𝑜.
Se pasa de frenada al decir que dicha identidad será "más poderosa" que la nacional. Junco tampoco diferencia el momento histórico en que lo que Mosse llamó la nacionalización de las masas era revolucionario del otro momento —imperialismo capitalista— en que deviene reaccionario.
Ni siquiera contempla Álvarez Junco, encorsetado por el historicismo academicista burgués, que en la ecuación sobre el problema nacional el tratamiento se enriquezca y concretice distinguiendo, cuando una nación oprime a otra, el nacionalismo del primero respecto al del segundo.
Menos aún es capaz de concebir que una visión del mundo como el marxismo revolucionario pueda y deba, sin dejar de asumir el elemento negativo (de lucha democrática contra la opresión nacional), ser radicalmente enemigo de toda forma de nacionalismo y chovinismo.
A la hora de abordar y definir lo más científicamente posible el fenómeno nacional, Junco se excede absolutizando el componente subjetivo de lo nacional; pareciera que no hay en el hecho nacional elementos objetivos de peso (territorio, vida económica, lengua, etc.).
Por último, es curioso que Álvarez Junco se imagine un futuro “posnacional”. Es saludable por cuanto trasciende, a su modo demócrata-burgués, el estrecho y mezquino marco nacional. Sin embargo, Junco no puede comprender que la única realidad “posnacional” posible es el comunismo.
Sentada una breve crítica, veamos algunas de las líneas maestras de las ponencias de una de las fuentes españolas mejor conocedoras del problema nacional. Todas las afirmaciones —parafraseadas o transcritas— son de Junco. Y todo lo que esté entre corchetes es añadido mío.
El carácter histórico del fenómeno nacional.
Bases histórico-políticas del proceso nacionalizador moderno y desarrollo posterior al calor del imperialismo.
A partir de aquí, la escueta síntesis versa principalmente sobre el caso español, desde la Hispania romana hasta la Transición española.
Puntos principales sobre el periodo que va de la conquista romana de la península ibérica hasta la Edad Media:
Para el periodo que Junco titula "Renacimiento, protestantismo y monarquías absolutas":
Para el periodo que abarca la conferencia titulada "El reformismo borbónico y la llamada 'Guerra de la Independencia'":
"El siglo XIX. Nacionalización de la cultura y problemas políticos":
"El 98. 'Desastre' y 'Regeneración'":
"El siglo XX. La Guerra Civil como conflicto entre dos visiones de la nación":
Y, por último, unas notas de la ponencia titulada "Último franquismo y transición. Perspectivas actuales":
Las ocho conferencias de Álvarez Junco resumidas en unas 25 páginas en total:
Voy a dejar por aquí un material interesante —nueve textos, en total— sobre el corporativismo en la sociedad burguesa de la época imperialista, tanto en las democracias burguesas como en los regímenes «de excepción» (dictaduras militares, fascismos y formas híbridas).
Los he ordenado por fecha de publicación. Si puedo, en otro momento compartiré algunas conclusiones particulares.
Como vengo haciendo con ponencias anteriores, compartiré un resumen de este ciclo de conferencias de Miguel Artola sobre la historia de la Monarquía hispánica. Seré muy breve. Más abajo pondré los enlaces de descarga de siete* de los ocho documentos.
*Digo siete porque en su día yo al menos no encontré la sexta conferencia («La gobernación real»). Vuelvo a reflotar el hilo por si alguien interesado no sabe a qué ponencias me refiero:
Como siempre digo, los siete documentos son transcripciones no literales (sin modificar en nada el sentido de lo dicho por Artola), salvo en el caso de las expresiones entrecomilladas. Hay algún añadido mío, siempre entre corchetes. Al final dejaré más estudios de Artola.
Badáev, Muranov y Petrovski, además de Samóilov y Shágov, detenidos y deportados a Siberia entre 1914 y 1915, fueron los diputados bolcheviques en la IV Duma de Estado que levantaron la bandera del internacionalismo proletario combatiendo en primer lugar a su propia burguesía.
Algunas consignas que el Comité Bolchevique de Petersburgo lanzó, en plena carnicería imperialista y borrachera nacionalista: «¡Abajo la monarquía autocrática!» y «¡Viva el socialismo!». Con una divisa de combate: convertir la guerra imperialista en guerra civil revolucionaria.
En medio de la orgía chovinista 𝑖𝑛 𝑐𝑟𝑒𝑠𝑐𝑒𝑛𝑑𝑜, a la que se suma gustoso un oportunismo cada vez más indistinguible del ala «izquierda» del fascio, la ejemplar postura de los bolcheviques es el único hilo rojo que une al proletariado internacionalista de ayer y de hoy.
Año y medio de esta reflexión sobre las rivalidades entre las burguesías marroquí y española. Afortunadamente (siempre que la vanguardia cumpla con sus tareas históricas), la línea divisoria entre revolucionarios y chovinistas es cada vez más nítida.
El campo de juego, por muy sombrío que pueda parecer (y lo será si el proletariado revolucionario sigue sin comparecer), es más propicio que nunca para demostrar que solo hay un camino ante los conflictos interimperialistas: luchar contra la burguesía, empezando por la «nuestra».
Todo aquel que de un modo explícito o, peor aún, taimado se posicione a favor de tomar partido en una pugna interimperialista como la actual por la burguesía «patria» es un enemigo de clase declarado, y así se le ha de tratar.
De todos los ciclos de conferencias de la Fundación Juan March que compartí hace poco, estas cinco ponencias de Pinillos sobre ciencia y conciencia (march.es/conferencias/a…) son verdaderamente potentes. Voy a compartir por aquí un resumen de las cinco conferencias.
Para quien no lo sepa o no lo recuerde, me refiero a estos ciclos de ponencias recopilados aquí:
. El curso de Pinillos es relativamente viejo (1975), pero, como creo que voy a mostrar, en muchas dimensiones no ha perdido ni un ápice de vigencia.
No dudo de que la ciencia haya progresado considerablemente en este campo durante las últimas cuatro décadas y media. Sin embargo, solo con echar la vista atrás y escuchar a un Pinillos en 1975 se huele la diferencia relativa de aroma entre una época y otra.