De todos los ciclos de conferencias de la Fundación Juan March que compartí hace poco, estas cinco ponencias de Pinillos sobre ciencia y conciencia (march.es/conferencias/a…) son verdaderamente potentes. Voy a compartir por aquí un resumen de las cinco conferencias.
Para quien no lo sepa o no lo recuerde, me refiero a estos ciclos de ponencias recopilados aquí:
https://twitter.com/Toussaint1917/status/1386684616870875139. El curso de Pinillos es relativamente viejo (1975), pero, como creo que voy a mostrar, en muchas dimensiones no ha perdido ni un ápice de vigencia.
No dudo de que la ciencia haya progresado considerablemente en este campo durante las últimas cuatro décadas y media. Sin embargo, solo con echar la vista atrás y escuchar a un Pinillos en 1975 se huele la diferencia relativa de aroma entre una época y otra.
Pista: en la nuestra, el marxismo alumbrado al calor de Octubre ya no ejerce la influencia que tuvo hasta hace no tanto entre la intelectualidad y la academia burguesa. Aunque me repita, sería impensable escuchar hoy a un psicólogo notorio reivindicar a Marx, Engels o Lenin.
Para ser lo más breve posible, solo añadiré algún complemento a lo dicho por Pinillos, sin entrar en mayores consideraciones. Mi objetivo es socializar un material que considero provechoso para la vanguardia y en especial, claro, para las posiciones políticas que yo defiendo.
Como siempre suelo hacer, la redacción es una transcripción parafraseada, salvo lo que esté entrecomillado, y de modo casi telegráfico.
El punto de partida.
El punto de partida.
Cosmogénesis, cerebración-concienciación:
Un paréntesis: no es solo que Pinillos reclame la perspectiva dialéctica para abordar el problema de la conciencia; es que muestra una apertura de miras, una cantidad de conocimientos universalistas y generalistas, que ya quisiera el hiperespecializado científico promedio de hoy.
Aunque lo hace, como mostraré al final, sin trascender el ideal científico-positivista. Pero eso es de todo punto lógico.
Por cierto, la diferencia fundamental entre humanos y animales se puede rastrear al menos desde Kant (el resumen es del famoso tratado de Félix Duque):
Por cierto, la diferencia fundamental entre humanos y animales se puede rastrear al menos desde Kant (el resumen es del famoso tratado de Félix Duque):
Casi todo el mundo conoce el célebre pasaje de Marx sobre la abeja, hay también algún fragmento muy bueno de Iliénkov sobre el tema... ha habido, también, importantes avances científicos respecto al tema de la conciencia y los animales. Una buena muestra: tendencias21.es/La-consciencia…
Se podría hablar de la Declaración de Cambridge igualmente, pero no creo que nada de eso refute lo esencial, que Pinillos plantea con meridiana claridad: la posibilidad de ser conscientemente libre, de emanciparse de la «tiranía del estímulo inmediato», como gran atributo humano.
«Cerebro y conciencia no se encuentran, porque no se han separado nunca».
Ni conciencia puramente biológica, ni conciencia «incontaminada» por lo natural e histórico. Conciencia genitiva (de alguien, de algo); ¿conciencia pura apriórica?
Por ahí, en medio del resumen de una de las ponencias, aparece la figura del existencialista Merleau-Ponty. Puede estar bien volver a traer esta crítica de Lukács al francés:
Los dos fragmentos están sacados de este librito del húngaro. Pinillos se apoya también en otro de los más importantes científicos e intelectuales españoles del siglo XX: Faustino Cordón. Este hizo críticas, aun limitadas, muy interesantes sobre las limitaciones de las ciencias:
Aquí hay un breve hilo sobre Cordón:
Crítica de Pinillos a la idea de conciencia como algo inmanente que no puede asir (¿solo asir?) la realidad, pues dicha visión no inserta a la conciencia en el mundo.
https://twitter.com/Toussaint1917/status/1168399492258914304, y así no me desvío más.
Crítica de Pinillos a la idea de conciencia como algo inmanente que no puede asir (¿solo asir?) la realidad, pues dicha visión no inserta a la conciencia en el mundo.
La conciencia únicamente puede despegar sus atributos, hacerse libre, partiendo de su inserción en las condiciones de lo real. Capacidad de totalización, intencionalidad, abstracción y sentido proyectivo de lo real en tanto que atributos humanos.
Sin cerebro no hay conciencia, pero la conciencia, ni la animal ni la humana, se agota en lo puramente cerebral. La emergencia de la conciencia histórico-humana, superior; vuelta al principio: ni espectro ni autómata.
«Solo en la historia el bios se hace logos». De nuevo, la intencionalidad de lo consciente específicamente humana.
«La conciencia es un producto del ser que reobra sobre la conciencia que la ha producido ampliando sus posibilidades y elevándolas a un nivel de acción superior».
Hasta aquí el resumen de las cinco ponencias. Pinillos acaba enarbolando la idea de conciencia como creadora de la historia, pero ¿cuál es el sujeto (revolucionario) que levanta esa bandera? Y emancipación, ¿respecto a qué?, ¿con qué finalidad?, ¿partiendo de qué premisas?
Para mí, es aquí donde sí o sí cojean, por muy bienintencionados y «críticos» que sean, los postulados de los Pinillos: el científico social situado por encima de las clases y las ideologías, no armado ni comprometido partidariamente con la concepción revolucionaria del mundo.
Mi intención, siempre que mi conciencia impura y contaminada me lo permita (tal vez en otro formato, no lo sé), es socializar por aquí lo siguiente, además de las ponencias de Fusi a propósito de la organización territorial del moderno Estado español:
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