Hoy se cumplen cuatro años de la presentación pública de «Smart Turismo y Gobernanza en Lepe». Un proyecto de 200.000 € cofinanciado con los fondos FEDER europeos.
El proyecto arranca con toda la charlatanería en tecnolengua propia de los vendedores de crecepelo digital: «smart turismo», «ciudad inteligente», «geovisor smart», «agenda digital», «plataforma tecnológica» y una digna de los libros de Stephen King: «administración electrónica».
¿Los objetivos?
— «mejorar el bienestar social y económico de los ciudadanos de Lepe»
— «ofrecerles mejores servicios» públicos
— «una ciudad más eficiente y sostenible»
— «mejorar la participación y comunicación entre ciudadanos» y el ayuntamiento
El proyecto de Lepe es parte de un esfuerzo público de 13,1 millones de euros para desarrollar «ciudades inteligentes» en municipios españoles. Medios de comunicación de todo el país se hacen eco de la nota de prensa del Ministerio.
Al concurso se presentan cinco empresas. La adjudicataria recibe 10,00 puntos en el juicio de valor y oferta 147.372 €, impuestos incluidos.
(Omito su nombre porque lo importante aquí no es el contratista)
De los fondos FEDER y una subvención del 80% brota pronto el amor y el Ayuntamiento queda embarazado 🥰.
Nueve meses después la feliz pareja de organismos públicos anuncia el alumbramiento: se llamará «Smart Turismo y Gobernanza en Lepe».
Lluvia de parabienes.
Lepe cumple hoy cuatro años como «ciudad inteligente».
👉 Veamos qué ha sido del proyecto que vino para «mejorar el bienestar social y económico de los ciudadanos de Lepe».
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1⃣ Nueva identidad gráfica
Uno de los requisitos del pliego es la elaboración de un manual de identidad corporativa y la creación de un logo «Smart City Lepe» tras un «análisis de marca» y un «estudio de logotipos, colores e imagen corporativa» del ayuntamiento.
Este es el logo que luce actualmente en el portal de turismo de Lepe y en su «app» móvil, desarrollados ambos en el marco de este proyecto y fruto del «análisis de marca», el «estudio» y el «desarrollo de la identidad corporativa» del municipio.
Por hacer una lectura comparada de este desarrollo gráfico, a la izquierda presento el emblema municipal que ya existía en 2008. Y a la derecha, el nuevo logo de la «smart city» que ha financiado @redpuntoes.
Y esta es la primera impresión que de Lepe se lleva el turista global que se asoma al balcón de «Lepe turismo», la aplicación móvil desarrollada también en el marco de este consorcio público. «Una herramienta fundamental» para el turismo local, en palabras del alcalde. 🎉
«Lepe turismo» se estrena en abril de 2017 y nunca se ha actualizado desde entonces.
👉 Según Google la «app» suma solo en torno a 100 descargas en cuatro años. Hasta el pueblo de Churriana de la Vega tiene más de mil y no es municipio inteligente 😂.
Pero Lepe ya tenía, desde 2008, un portal web con un gestor de contenidos. En la última costura de internet he encontrado este par de imágenes.
Hice mi proyecto fin de carrera sobre sistemas de gestión de contenidos, particularmente sobre Plone y Drupal. Conozco esto *muy* bien.
Lo que 147.372 euros de dinero público han logrado aquí es el milagro de proporcionar al Ayuntamiento de Lepe algo que ya tenía: un portal municipal con un sistema de gestión de contenidos.
Seguro que el anterior podía mejorarse, pero no hay aquí nada nuevo bajo el sol.
3⃣ ¿Y el nuevo portal de turismo? Tiene un buscador que no encuentra. Yo, al menos, he sido incapaz de hacerlo funcionar, tal como se aprecia en el siguiente vídeo.
Menos mal que la «plataforma de turismo lepero» (sic) aún tiene un «GeoVisor Smart».
El GeoVisor Smart™️ (sic) parece ser esto: los puntos de interés turístico presentados sobre la cartografía de Google. Al hacer clic en alguno de estos puntos te lleva a una ficha donde el mapa no funciona porque no están pagando la licencia para usar la API de Google Maps.
Es feo comparar, pero para que se entienda: el «GeoVisor Smart de la ciudad inteligente» es lo mismo que hice yo para ladonacion.es: un mapa con puntos encima 😂.
Solo que yo lo llamé «mapa», costó cero euros al erario, y funciona ¯\_(ツ)_/¯
Y esta es la foto, cuatro años después, de la transformación digital de Lepe:
👉 Un gigantesco fraude orquestado por organismos públicos con fondos europeos para mayor gloria del cacique local y ante la impotencia de los vecinos por cuyo bienestar se dice perpetrar.
👉 Una burbuja henchida con toda la charlatanería del moderno vendedor de crecepelo digital: ciudades «smart», inteligencia «artificial» y audaces «innovaciones» que quedan instantáneamente obsoletas y olvidadas cuando se agota la subvención.
👉 Una inversión millonaria que oxigena la parte más precaria del sector tecnológico español: la de las consultoras que licitan con el sector público y se ven avocadas a cumplir sus requisitos kafkianos; un apoyo a la excelencia en la industria nacional de redactar ofertas.
Agotado ya el discurso de las «smart cities» y mientras languidecen los servicios públicos digitales que aún sobreviven de ese esperpento, desde nuestras instituciones se cabalga ya la siguiente ola del embuste tecnológico: el «Destino Turístico Inteligente».
Lo veremos en 2025.
Fe de erratas: «abocadas», del verbo abocar: «hallarse en disposición, peligro o esperanza de algo».
Cuánto bien nos haría, como país, una actitud «slow tech» en las políticas de digitalización que despliegan nuestras instituciones. Como en el «slow food» o el «slow life», se trata de modular las expectativas para racionalizar los riesgos.
Voy a intentar explicarlo.
La tecnología es un instrumento; no un fin en sí mismo. Un proyecto tecnológico no puede ser nunca un objetivo, sino uno de los mecanismos para mitigar un problema humano.
Y la palabra más importante de este hilo y de cualquier política de digitalización es justo esa: «humano».
De la perversión de este principio de utilidad surgen fiascos como «Alcantarilla Smart City» o «Smart Turismo Lepe»: iniciativas públicas bienintencionadas en origen pero que nacen con el pecado original de servir no a las personas sino al mero alarde tecnológico.
Pero hay que reconocerle un hito al portal «Smart Turismo» de Lepe que ha financiado @redpuntoes con 200.000 pavos de fondos europeos:
🎉 ¡No sale en Google!
Ni en DuckDuckGo, ni en Bing, ni en ningún otro.
¡Es un portal de turismo invisible a los buscadores!
La razón es que en el fichero «robots.txt» —que es el lugar donde el administrador del portal «habla» a los robots de los buscadores como Google— están pidiendo expresamente que el buscador no aparezca en las páginas de resultados. 😂🔫
El contrato del proyecto requiere la realización de un «análisis de marca» y la creación de «un Manual de Identidad Visual Corporativa Smart City Lepe» (sic) y un «Logotipo Smart City Lepe».
De este singular matrimonio nace «Alcantarilla Smart City»: una app «innovadora y moderna» y un «ejemplo de transparencia y participación», según sus promotores municipales.
Una foto del alcalde y la oportuna nota de prensa inmortalizan la gesta.
Hoy he cumplido dos semanas trabajando en mi próximo proyecto: una auditoría independiente de las «apps» que desarrollan los organismos públicos de España.
✅ Ya he catalogado 1.425 «apps»
✅ De 285 organismos públicos
✅ Y descargado 238.359 comentarios de usuarios
Estos días estoy programando el informe para presentar públicamente todos estos datos y mi análisis.
Uno de mis intereses es que el resultado sea totalmente dinámico, de forma que no sea preciso reescribir el informe cuando aparezcan nuevas «apps». Que esté siempre actualizado.
¿Con una API REST y GraphQL? ¿Mediante funciones lambda en algún PaaS? En la profesión tecnológica es habitual encontrarse con una complejidad artificial. Pero una de las ideas esenciales de la ingeniería es justamente la economía de los esfuerzos: hacer más con menos.
Todos en el sector tecnológico hemos visto alguna vez ofertas laborales como estas:
👉 Analista de software por 1050 €/mes, brutos
👉 Programadores por 900 €
👉 Contratos de 6 meses
Vamos a ver uno de los porqués. 👇
Estas ofertas son para puestos de prácticas y fueron publicadas en 2014, días después de que la empresa fuera contratada por el ayuntamiento de la aldea para desarrollar un servicio digital público: un portal de datos abiertos («open data»).
El pliego tiene de todo. De todo lo chungo:
👉 Procedimiento negociado sin publicidad: solo las empresas invitadas pueden ofertar
👉 Plazo para ofertar: ¡del 20 al 30 de diciembre! 🥳
👉 Iniciativa «singular» de empleo (¡y tanto!)
👉 Un «observatorio» municipal 😂