Thread by @Galieno_Augusto

La #CrisisdelSigloIII fue vista como un proceso histórico complejo, provocado por la interacción de muchos factores diferentes. Geza Alföldy resume los diversos aspectos de la crisis que dominó la historia del imperio romano desde el 249 al 284 en nueve puntos:

✔️ Cambio del gobierno, de un emperador al de un Soldatenkaiserzeit.

✔️ Inestabilidad general, influencia política cada vez mayor de las legiones Danubio-Rin.

✔️ Cambios sociales, problemas económicos, disminución y distribución desigual de la población.

✔️ Crisis religiosa y moral.

✔️ Invasiones de pueblos extranjeros en prácticamente todas las regiones fronterizas e incluso más allá, en el corazón del imperio.

✔️ Colapso del sistema MONETARIO.

✔️ Problemas sobre la legitimidad y la base ideológica del poder IMPERIAL.

✔️ Decadencia de las ciudades pequeñas y medianas

✔️ Decadencia del evergetismo local y los servicios públicos en las ciudades.

Ramsay MacMuIlen puso el acento en uno de los factores qye cito Alföldy, las invasiones. En las dos primeras páginas de su libro, Roman Government's Response to Crisis A.D. 235-284, MacMullen argumenta lo síguiente:

Si se aborda el medio siglo que comienza desde el 235 a la manera de los historiadores contemporáneos y a través de las descripciones que aportan, todo apunta a que el foco de inestabilidad se inició debido a las guerras exteriores.

El nulo éxito de Alexander Severus en el doble conflicto 🆚 Sasanidas y Alamanni preparó su muerte. La instalada inestabilidad asentada en el eje Rin-Danubio-Oriente impidio que sus sucesores obtuvieran un control firme del poder.

Tal fracaso para restaurar la estabilidad política generó conflictos civiles como atrajo invasiones. Por tanto, los Augusti tuvieron que luchar en dos áreas la exterior y el frente interno. Necesitaban dinero en cantidades ingentes leyes y hombres.

Los ejércitos, las burocracias y los impuestos crecieron como nunca antes. La economía de las provincias fronterizas se volvió incapaz de satisfacer las demandas que se le imponían, porque fue saqueada.

El gobierno maximizo sus escasas fuentes de plata sobre una masa cada vez mayor de más y peores monedas. La inflación se instaló en un grado sin precedentes. A este panorama hay que agregar una pandemia para coronar toda la estructura de lo q podríamos llamar una crisis perfecta.

Incluso aquellos que viven dentro de las áreas menos afectadas por la situación de inestabilidad como Campania o el sur de la Galia tuvieron que adaptar sus vidas ante la Crisis. Este panorama sombrío se ha puesto en duda.

Klaus Peter Johne cree que la #CrisisdelSigloIII existió, pero no fue un cataclismo que afecto a todas las regiones del imperio por= Observó que la agricultura y el urbanismo decayeron en Renania, y Danubio Medio, y mucho menos en las provincias q no se vieron afectadas por la⚔️

Observa que a finales del siglo III todavía existían ciudades florecientes, muchas de las cuales entraron en un nueva fase de prosperidad, aunque los curiales perdieron influencia frente a militares, burócratas y terratenientes aún poseían tierras y cierto poder.

No obstante, el orden senatorial fue uno de los grandes perdedores del siglo III. A los senadores les fue retirado ​​el mando de las legiones y el gobierno provincial, que fue asumido por militares del ordo equestre

Otros atribuyen el mito de la #CrisisdelSigloIII a historias sesgadas inventadas por Dion Casio y Herodiano, que estaban preocupados ante la perspectiva de perder sus privilegios frente al creciente poder de los legionarios,

o por autores cristianos contemporáneos, que pensaban que la era del Príncipe de las Tinieblas, debería preceder a la Segunda Venida del Señor. Estos escritores podrían haber inventado sus relatos pero sus lectores conocían las circunstancias del momento y habrían rechazado

sus obras si estos no hubieran dicho la verdad.

En 1999 Witschel demostró que hasta el tercer cuarto del siglo III regiones como Italia, Galia, Gran Bretaña, España y el norte de África mantuvieron sus infraestructuras tradicionales, su densidad de población y su prosperidad.

Sin embargo, los restos materiales no nos dicen nada sobre el endeudamiento, que amenazaba la continuidad del evergetismo, las tensiones sociales que esto genersba, así como y el peso de los impuestos y las requisas.

Sobre estas cuestiones no hay suficiente pruebas para hacer suposiciones, y mucho menos conclusiones. En cambio los restos materiales nos dicen que la gente seguía viviendo en un área, en más o menos los mismos niveles de cultura material, y en más o menos el mismo entorno.

Ni nos dicen nada sobre los movimientos demográficos. Witschel, admite que existen pruebas de que, en tiempos de guerra prolongada, como los períodos 165-180 y 250-284, la población comenzó a dejar sus granjas en áreas asoladas por la guerra como el Danubio y los Agri Decumates.

En cambio las fuentes escritas si que documentan esa situación, especialmente las griegas. Tomemos varios ejemplos que describen la escalada impositiva y como esta afectó al desarrollo urbano.

En un papiro que contiene una copia de una carta atribuida al emperador Severus Alexander, leemos que, no obligará a las ciudades a contribuir con más sumas adeudadas, de lo que son capaces de dar.

Varios papiros nos muestran que surgieron problemas financieros, que no llevaron a cambios estructurales. Las peticiones de los pueblos egipcios de Skaptopare, Aragoe y Takina muestran que los aldeanos presentaron sus quejas debido a q sus comunidades estaban al borde del colapso

Y por último Herodiano nos cuenta que la fuerte carga impositiva bajo Maximinus Thrax generó tal alboroto sin precedentes que finalmente condujo a las rebeliones del 238. La población no pudo más.

Según Geza Alföldy, Herodiano murió después del 250 De modo que pudo haber visto la primera fase de los problemas del siglo III. A partir de 230 y especialmente desde el 249, surgieron guerras peligrosas en el Este y el Norte.

Hasta el 253 las guerras más duras aún no coincidían, pero a partir de 253 guerras simultáneas en varias fronteras se convirtieron en un rasgo común, lo que obligó a los emperadores a trasladar vexillationes de las legiones, unidades auxiliares y destacamentos de las flotas de

una región fronteriza a otra, y concentrar ejércitos que fueran lo suficientemente grandes como para vencer a los enemigos. ¿Qué ocurre con las consecuencias de estos movimientos?

No hay informes elaborados del siglo III sobre tales movimientos, pero en la Historia de Tácito hay una descripción, que puede ayudarnos. En Historias 1.63-66, Tácito nos cuenta cómo el ejército de Valente, uno de los comandantes de Vitelio en las guerras civiles del 69 d.C.,

viajó desde la frontera del Rin a través de la Galia hasta Italia. Las tropas de Valente no tuvieron problemas con los Treveri, a quienes conocían como aliados dignos de confianza. Pero sin ninguna razón obvia asesinaron a 4000 personas en Divodurum.

A partir de ese momento, los magistrados de las ciudades por las que pasaban los legionarios estaban ofrecian todo lo necesitaba el ejército de Valente.
Los ejércitos en campaña exigían bienes, alimentos e instalaciones y podían convertirse fácilmente en turbas de saqueadores.

Existen suficientes indicios que sugieren que sucedieron cosas similares en el siglo III, especialmente a lo largo de las grandes rutas de tránsito militar. Bajo Caracalla, Gordiano III y Philipo el Árabe.

Los aldeanos de Takina, Skaptopare y Aragoe, en los Balcanes y Asia Menor, se quejaron a los emperadores diciéndoles que la avaricia militar y la mala conducta de los oficiales les había llevado a la bancarrota, lo que en última instancia obligaba a menos impuestos.

Grupos de soldados abandonaban las vias y visitaban aldeas que estaban situadas relativamente lejos de las rutas de tránsito militar, suponemos que los lugares situados cerca de esas rutas ya habían sido esquilmados, siendo este tipo de mala conducta algo bastante común.

En áreas donde la guerra prolongada se había convertido en un fenómeno recurrente, sucedieron cosas peores. De nuevo, no existe un informe detallado del siglo III contemporáneo y de nuevo, un paralelismo puede ayudarnos.

En sus historias sobre las hazañas de Juliano en la Galia, a mediados del siglo IV d.C., Amiano Marcelino describe la miserable situación en las provincias fronterizas que, año tras año, fueron saqueadas por bandas itinerantes de francos o alamanes.

En el libro 17, capítulo 8, Amiano nos cuenta que en el 358, tras la batalla de Estrasburgo y después de varios años de continuas guerras y saqueos en el noreste de la Galia, Juliano prefirió esperar a que llegaran suministros de Aquitania antes de iniciar una nueva campaña.

El norte de la Galia y Renania obviamente habían entrado en una situación desesperada y ya no podían proporcionar lo suficiente. En las zonas asoladas por la guerra, los problemas se vieron agravados por el bandidaje.

Por ejemplo: después de 180, las regiones del Danubio y el Alto Rin fueron infestadas por bandas errantes de ladrones, desertores y bárbaros que se habían quedado tras las guerras marcomanas. Su líder, Matemus, incluso asedió al legio VIII Augusta y luego invadió y saqueó Italia.

No contamos con pruebas acerca de las consecuencias demográficas de las epidemias que asolaron el imperio desde el 166 y nuevamente en las décadas del 250-280. Algunas regiones pueden haber sido más afectadas que otras, pero el efecto general debe haber sido un al menos temporal

coincidiendo con una caída de la población y de los contribuyentes, en un período en el que los costos de las fuerzas militares no cedaron. La disminución de la población, agravada por las consecuencias de las epidemias significaron menos producción, menores excedentes de

alimentos, menos ingresos fiscales, una base logística debilitada en el interior y más presión sobre los agricultores restantes para que entreguen a los militares un porcentaje cada vez mayor de sus cosechas.

Las élites locales y provinciales progresivamente se sometieron al control de recolectores militares y curatores, compartian con ellos sus excedentes producidos por sus haciendas, comenzaron a considerar al evergetismo como una obligación más que un privilegio.

No contaban ya con medios suficientes para pagar para edificios, monumentos, el mantenimiento de las infraestructuras locales existentes, los juegos y otras manifestaciones de la cultura pública y la religión.

El hundimiento del peso y valor de la moneda debería haber ido seguido de un aumento de los precios. Sin embargo, no hay rastros de una inflación aguda hasta pasado un tiempo prolongado. No hubo una conexión directa entre la degradación de la moneda y el aumento de los precios.

Los precios no subieron los hasta 270. Sin embargo, los precios en las zonas asoladas por la guerra debieron haber fluctuado mucho y, sin duda, a menudo eran muy altos.

En conclusión: la #CrisisdelSigloIII en el imperio romano fue una cruda realidad en las zonas asoladas por la guerra y las tierras del interior adyacentes, especialmente en el período 249-284.

En estos territorios, una crisis profunda y multifacética amenazó las estructuras tradicionales y comenzó a producir cambios profundos. En otras regiones hubo una continuidad de las estructuras sociales, económicas, culturales y religiosas, pero en una situación cada vez más

tensa en la que las élites individuales no lograron llegar a fin de mes y tuvieron que abandonar las actividades de construcción y el hábito de la epigrafía. En todas partes, el estatus de los notables locales declinó, en beneficio de los militares y los burócratas.

Y hasta aquí este hilo resumen de la #CrisisdelSigloIII. Espero que os haya gustado.