El objetivo último de esta iniciativa pública ha sido desarrollar y anunciar un portal de «turismo inteligente y gobernanza». Nuestros gestores políticos obvian que eso no es el final del camino de un proyecto de transformación digital: es justamente su comienzo.
Y todos echan balones fuera:
— Dice @redpuntoes que «el portal y todo está operativo y en funcionamiento» y que el proyecto es fruto «de una auditoría muy completa».
— Dice @AytoLepe que el proyecto «está correctamente ejecutado» y «ha sido correspondientemente auditado».
Como explicaba en esta reflexión donde lanzaba la idea del #slowtech… es la infección de las políticas públicas por la enfermedad del «solucionismo tecnológico»: costosos servicios públicos que no resuelven ningún problema… pero, hey, son digitales 🎉.
Es también una perversa consecuencia de la cultura nacional de la subvención: agotada la ayuda, la ciudad digital perece cuando se apaga el último foco de la rueda de prensa.
Mucho podría escribir sobre la utilización efectista de la tecnología con fines políticos y ese género de literatura utópica que son los informes de auditoría. Pero quizá una idea baste, y es la de requerir informes sobre la *no* idoneidad de estos nuevos ciberaeropuertos vacíos.
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«DTiendas» es una «app» móvil para la promoción del comercio en Linares (Jaén, 57.000 habitantes). Tiene más organismos públicos patrocinando que usuarios.
Pero no confundamos la parte con el todo: «DTiendas» seguramente sea el canal móvil de una iniciativa digital más amplia.
Y es que el pequeño comercio lleva una década maltratado por esa otra pandemia de la que nadie habla: la de unas plataformas de comercio electrónico impulsadas por las instituciones y el empresariado local y que se abocan, una tras otra, a un fracaso indefectible.
Cuánto bien nos haría, como país, una actitud «slow tech» en las políticas de digitalización que despliegan nuestras instituciones. Como en el «slow food» o el «slow life», se trata de modular las expectativas para racionalizar los riesgos.
Voy a intentar explicarlo.
La tecnología es un instrumento; no un fin en sí mismo. Un proyecto tecnológico no puede ser nunca un objetivo, sino uno de los mecanismos para mitigar un problema humano.
Y la palabra más importante de este hilo y de cualquier política de digitalización es justo esa: «humano».
De la perversión de este principio de utilidad surgen fiascos como «Alcantarilla Smart City» o «Smart Turismo Lepe»: iniciativas públicas bienintencionadas en origen pero que nacen con el pecado original de servir no a las personas sino al mero alarde tecnológico.
Pero hay que reconocerle un hito al portal «Smart Turismo» de Lepe que ha financiado @redpuntoes con 200.000 pavos de fondos europeos:
🎉 ¡No sale en Google!
Ni en DuckDuckGo, ni en Bing, ni en ningún otro.
¡Es un portal de turismo invisible a los buscadores!
La razón es que en el fichero «robots.txt» —que es el lugar donde el administrador del portal «habla» a los robots de los buscadores como Google— están pidiendo expresamente que el buscador no aparezca en las páginas de resultados. 😂🔫
Hoy se cumplen cuatro años de la presentación pública de «Smart Turismo y Gobernanza en Lepe». Un proyecto de 200.000 € cofinanciado con los fondos FEDER europeos.
El proyecto arranca con toda la charlatanería en tecnolengua propia de los vendedores de crecepelo digital: «smart turismo», «ciudad inteligente», «geovisor smart», «agenda digital», «plataforma tecnológica» y una digna de los libros de Stephen King: «administración electrónica».
¿Los objetivos?
— «mejorar el bienestar social y económico de los ciudadanos de Lepe»
— «ofrecerles mejores servicios» públicos
— «una ciudad más eficiente y sostenible»
— «mejorar la participación y comunicación entre ciudadanos» y el ayuntamiento
El contrato del proyecto requiere la realización de un «análisis de marca» y la creación de «un Manual de Identidad Visual Corporativa Smart City Lepe» (sic) y un «Logotipo Smart City Lepe».
De este singular matrimonio nace «Alcantarilla Smart City»: una app «innovadora y moderna» y un «ejemplo de transparencia y participación», según sus promotores municipales.
Una foto del alcalde y la oportuna nota de prensa inmortalizan la gesta.