Thread by @oscarbalmen

⛔️🧵⛔️ Tres masacres, menos de 100 horas. Todos con un común denominador: inocentes involucrados.

Abro HILO con la #NaciónCriminal que presenté hoy con @LuisCardenasMx en @MVSNoticias.

Son horas oscuras en México.

Faltaban sólo cuatro horas para que el presidente @lopezobrador_ pisara Zacatecas el pasado 19 de junio, cuando un telefonazo al 911 repicó a las 6:27 horas minutos en el Centro de Coordinación Integral de Control de Mando y Comunicaciones, el también llamado C5 del estado.

La voz temblorosa del otro lado del teléfono masculló algo que el operador de la línea de emergencia apenas pudo entender:

algo terrible sucedía en la carretera federal 49, que conecta la capital de Zacatecas con Torreón, Coahuila.

Tres cadáveres se balanceaban de un puente vehicular en la comunidad Rancho Grande, en el municipio donde viven los mexicanos más aterrados en todo el país por la violencia, según el @INEGI_INFORMA: la ciudad de Fresnillo.

inegi.org.mx/contenidos/sal…

Casi de inmediato, el C5 vibró con más llamadas de conductores y policías municipales que relataban la misma escena:

con las primeras luces del amanecer se distinguían a dos cadáveres que colgaban de una soga atada al cuello y uno más que se mecía con los tobillos atados.

Los tres estaban semidesnudos y con bolsas negras que les cubrían la cabeza.

Todos hombres evidentemente torturados.

Para hacer peor la noticia, 24 horas antes, en ese mismo puente, también cerca de las 7 de la mañana, había amanecido otro hombre joven colgado.

Para cuando el presidente arribó por aire a Zacatecas, a las 10 de la mañana, los cadáveres habían sido descolgados.

Y el discurso presidencial desde el municipio de Jerez por el centenario luctuoso del poeta Ramón López Velarde transcurrió sin una mención a la masacre.

Dos horas y 45 minutos más tarde, otra masacre se empezó a gestar, pero a 600 kilómetros del presidente, en la ciudad fronteriza de Reynosa, Tamaulipas.

Al cuarto para la 1 de la tarde, dos brazos armados del Cártel del Golfo —los sanguinarios "Escorpiones" y los "Ciclones"— decidieron emprender una cacería de inocentes recorriendo cuatro colonias con el pedal del acelerador al fondo y el dedo en el gatillo de rifles AR-15.

Los sicarios asesinaron a un joven frente a sus padres, a tres albañiles, a un taxista, al dueño de una tienda de abarrotes, un cliente que le compraba leche, un joven enfermero y adultos mayores. Todos con alevosía, con ventaja.

Inocentes.

Todo porque unos querían "calentar" tanto a Reynosa que el infierno terminara por quemar a "Los Metros" otro brazo armado de ese mismo cártel a quienes les enviaban el control de la ciudad fronteriza.

El saldo oficial de la masacre es de 19 muertos, pero los conteos no oficiales hablan de hasta 26 asesinados y una ciudad con estrés postraumático que se ha impuesto un toque de queda ante la avalancha de cadenas de Whatsapp que auguran salir de noche es como meterse a un ataúd.

Pero como en este país las tragedias se apilan, y reemplazan unas a otras con una velocidad pasmosa, mientras en Tamaulipas alistaban funerales, a 700 kilómetros de distancia, en Salvatierra, Guanajuato... otra matanza se estaba engendrando.

La historia que cuentan los habitantes de la comunidad San Nicolás de los Agustinos es que la tarde del lunes 21 de mayo un par de jóvenes zumbaron a toda velocidad en sus motocicletas por la calle Amado Nervo y frenaron frente a un taller de reparación de motocicletas.

Los dos jóvenes entraron al taller a toda prisa intentando despistar a los hombres armados que los seguían, pero no pudieron perderlos.

Los pistoleros entraron y dispararon contra todo y contra todos.

Siete muchachos fueron asesinados, entre ellos, Daniel y Diego, estudiantes con excelentes calificaciones en el #CECYTEM.

También fueron asesinados los hermanos Julio César y Juan José, éste último menor de edad, a quien en la colonia recuerdan como un estudiante cumplido.

Son tres masacres con tres tipos de inocentes como víctimas:

(1) los que son obligados a experimentar el horror de ver cuerpos colgantes,

(2) los que son forzados a cerrar las cerraduras de sus casas por miedo a ser asesinados de manera absurda y

(3) los que murieron en su negocio sólo porque a los asesinos les sobraban balas y les faltaba corazón.

Quien haya dicho que el crimen organizado se portó bien en junio no está viendo algo grave en el diagnóstico del país:

La metástasis de la violencia es tan grave que el cáncer ya está invadiendo las pocas áreas sanas que nos quedan como país.

Dejo enlace al pódcast para que escuchen esta historia: mvsnoticias.com/podcasts/luis-…

Y nos escuchamos cada miércoles en #NaciónCriminal.

Fin del HILO.