Un mito muy extendido es que la gestión de los residuos radiactivos de alta actividad no tiene solución. En un HILO explico el consenso científico y tecnológico mundial.
En primer lugar, debemos conocer el volumen de residuos radiactivos de alta actividad. Como referencia, según el @iaeaorg, hasta 2013 se habían extraído un total de 370.000 t de elementos combustibles de los reactores comerciales del mundo, el volumen de un cubo de 47 m de lado.
Explicación del cálculo: asumiendo que un elemento combustible PWR de 660 kg de masa tiene unas dimensiones de 213x213x4104 mm, obtenemos un volumen de 0,186 m³. Aplicando las 370.000 toneladas, obtenemos un volumen total de 104.273 m³. El resultado es su raíz cúbica: unos 47 m.
En segundo lugar, el combustible usado es un sólido cerámico insoluble en el agua y encapsulado en vainas. No puede explotar (una bomba atómica necesita más de un 90% de U-235 y el combustible usado tiene menos de un 4%), ni genera calor para fundirse como en los accidentes.
El principio básico de la gestión de los residuos radiactivos es NO TRASPASAR NUESTRA RESPONSABILIDAD A LAS GENERACIONES FUTURAS. Nosotros hemos generado los residuos y somos nosotros los que les debemos dar una solución.
Más de 30 países operan centrales nucleares y otros 30 están construyendo o considerando construirlas, considerando la energía nuclear una importante herramienta para garantizar el suministro eléctrico a un coste eficiente y ayudar a reducir sus emisiones. world-nuclear.org/information-li…
El sector nuclear tiene la responsabilidad legal de gestionar todo el ciclo del combustible. Algunos países, como Francia, reciclan parcialmente sus residuos radiactivos, ayudando a reducir su volumen, pero siempre será necesario un almacenamiento final. orano.group/en/unpacking-n…
El consenso científico mundial indica que los almacenes geológicos profundos (de ahora en adelante AGP) son una forma segura y efectiva para almacenar los residuos radiactivos de alto nivel de actividad y larga duración, para aislarlos de las personas y del medio ambiente.
Los principios de seguridad y las soluciones tecnológicas para la gestión a largo plazo de los residuos radiactivos están bien establecidos y sus requisitos han sido revisados de forma independiente por organizaciones internacionales cualificadas.
El consenso científico y tecnológico sobre la seguridad de los AGP se ha desarrollado durante medio siglo. Las tecnologías involucradas se han analizado gracias al trabajo de múltiples equipos de científicos e ingenieros en laboratorios de todo el mundo (notas en la referencia).
En dichos laboratorios subterráneos se han construido y operado in situ experimentos que luego han sido replicados en otras localizaciones. El resultado es una base robusta para el diseño y construcción de AGP seguros. Ver referencias del documento de referencia.
Los resultados científicos acumulados, la evidencia tecnológica y las demostraciones de seguridad han sido revisados por expertos internacionalmente reconocidos para alcanzar el actual nivel de maduración de esta solución a los residuos radiactivos.
La estrategia después de la clausura de un AGP se basa en la seguridad pasiva para aislar y contener los residuos radiactivos. Esto significa que un AGP, una vez sellado, no necesita supervisión ni mantenimiento, por lo tanto no tendrá gastos de gestión.
El principio de defensa en profundidad consiste en la interposición de múltiples barreras de ingeniería (materiales) en las que cada una de ellas están diseñadas para contener el material radiactivo sin riesgo de que se libere a la biosfera.
Se seleccionan lugares que han permanecido geológicamente estables durante millones de años (1000 millones en el caso de Finlandia), para garantizar que durante miles de años los residuos permanecerán seguros hasta que tengan el mismo nivel de radiactividad que el entorno.
Entre los posibles escenarios de riesgo, se ha analizado el de intrusión. Los AGP se ubican en áreas que carecen de recursos naturales, así que la perforación exploratoria es muy poco probable y se minimiza el riesgo de una intrusión inadvertida a 500 metros de profundidad.
A pesar del fuerte consenso científico sobre la seguridad de un AGP, es necesario también un consenso político para su construcción, incluyendo comisiones, debates públicos, conferencias, procesos de consulta y marcos legales, como ha realizado Finlandia.
Finlandia decidió, tras un largo proceso que comenzó en 1993, comenzar a construir su AGP en 2016 y está previsto que entre en funcionamiento en 2023. En este hilo explico todos los detalles.
En Suecia, la solicitud de licencia fue enviada en 2011 y se espera una pronta decisión del Gobierno. La elección de AGP en Francia se realizó en 2006. Más información detallada de estos casos (y notas de la tabla) en las referencias.
Está previsto que los reactores de IV Generación utilizarán cerca del 99% de la energía del combustible nuevo y usado (los actuales solo usan el 5%), reduciendo notablemente el volumen de residuos. Actualmente está en funcionamiento el BN-800 ruso. gen-4.org/gif/upload/doc…
CONCLUSIÓN
La comunidad científica confía en la capacidad de la humanidad para gestionar de forma segura los residuos de alta actividad, contribuyendo a la sostenibilidad de la energía nuclear para ayudar a mitigar el calentamiento global y garantizar el suministro eléctrico.
Pocas personas conocen qué sistemas de seguridad tiene una central nuclear y para qué sirven. Si quieres ser una de ellas, en un HILO te explico los más importantes.
La SEGURIDAD NUCLEAR es la rama de las ciencias y técnicas nucleares que se encarga de ubicar, proyectar, construir y proyectar instalaciones radiactivas y nucleares minimizando el riesgo para las personas y el medio ambiente.
La SEGURIDAD NUCLEAR se apoya en tres pilares:
1️⃣ CALIDAD, diseño fiable y seguro, construcción con altos estándares y procedimientos rigurosos.
2️⃣ PREVENCIÓN, para mantener el funcionamiento seguro.
3️⃣ MITIGACIÓN, para limitar las consecuencias de potenciales accidentes.
¿POR QUÉ SE TOMAN PASTILLAS DE YODO EN UN ACCIDENTE NUCLEAR?
Durante un accidente nuclear, el yodo radiactivo es uno de los materiales que se pueden liberar al medio ambiente y que suponen un mayor riesgo para nuestra salud. En un HILO explico cómo podemos protegernos.
El yodo-131 es un emisor beta y gamma: emite electrones y radiación electromagnética de muy alta frecuencia y energía, más penetrante y dañina que los rayos X. El periodo de semidesintegración es de 8 días, es decir, tarda 8 días en desintegrarse la mitad del I-131.
En caso de ser liberado al medio ambiente, el I-131 puede ser inhalado o ingerido por las personas y absorbido por la glándula tiroides, que lo utiliza para generar hormonas, pudiendo causar efectos deterministas (daños directos) o estocásticos (probabilísticos, como el cáncer).
EXPLOSIONES NUCLEARES PACÍFICAS EN LA UNIÓN SOVIÉTICA
Las bombas atómicas, además de utilizarse militarmente, se han usado para fines pacíficos con resultados tan dispares como controvertidos.
Te lo explico en un HILO.
Estados Unidos estableció en 1958 un programa para investigar los usos pacíficos de las explosiones nucleares (PNE en inglés), realizando 11 explosiones. La Unión Soviética no siguió inicialmente la misma línea basándose en su política de prohibición de pruebas nucleares.
En noviembre de 1965 se celebró una conferencia en la Unión Soviética para considerar posibles usos industriales y científicos de las PNE. La reunión incluyó a los principales científicos y diseñadores de armas del programa de armas nucleares soviético, incluido Andrei Sakharov.
Un estado psicológico que está perjudicando a la mitigación del calentamiento global, al limitar el uso de la energía nuclear para colaborar con las energías renovables.
HILO que resume una conferencia de Gerry Thomas que no te dejará indiferente.
Geraldine Anne Thomas, nombrada Oficial de la Orden del Imperio Británico por sus servicios a la salud pública, es académica senior y presidenta de Patología Molecular en la Facultad de Medicina, Departamento de Cirugía y Cáncer, Imperial College London.
Tuve el honor de asistir en octubre de 2019 a su ponencia titulada «Public and non-nuclear stakeholders’ perception of the role of nuclear power in climate change mitigation» durante la conferencia Climate Change and the Role of Nuclear Power, en la sede de la @iaeaorg en Viena.
Muchas personas creen que las centrales nucleares contaminan su entorno. ¿Qué hay de cierto en ello? ¿Cómo se comprueba? Lo que vas a leer en este HILO te sorprenderá.
Según la @RAEinforma, CONTAMINAR es «alterar nocivamente la pureza o las condiciones normales de una cosa o un medio por agentes químicos o físicos». Así pues, una central nuclear contaminaría si alterase significativamente el ecosistema o la salud de las personas de su entorno.
Partiendo de la base de que no existe ninguna actividad humana absolutamente inocua con el medio ambiente, y que cualquier instalación industrial ocupa un espacio, vamos a analizar si la actividad de una central nuclear causa alteraciones perjudiciales a su alrededor.
La antigua Unión Soviética tenía una extensa red de equipos alimentados por generadores termoeléctricos de radioisótopos (RTG), desde faros en lugares remotos del ártico, hasta estaciones de radio. En un HILO explico qué ocurrió con ellos.
El 2 de diciembre de 2001, tres hombres de Lia (Georgia) encontraron 2 cilindros metálicos mientras recogían leña. La nieve a su alrededor se había derretido y el suelo estaba seco. Como era tarde, decidieron pasar la noche en el bosque usando los cilindros como calefactores.
Después de unas 3 horas de su primer contacto con los objetos, los tres hombres comenzaron a sufrir nauseas, dolor de cabeza, mareo y vómitos. Por la mañana, cargaron la leña en su camión y llegaron a sus casas por la tarde.