Thread by @JFitzEdwards

A raíz de la desaparición de la iglesia de #Todoque y de los desafortunados tuits de muchos, creo que deberíamos reflexionar un poco sobre la irracional radicalidad de muchos, respecto a las creencias de otros.
Va hilillo. 👇

Los templos, como otras muchas construcciones, son símbolos para los pueblos.
Si mañana desaparecen la Alhambra, el Palacio Real de Madrid, el puente romano de Mérida, la Universidad de Salamanca o el Palmeral de Elche -sumen todos aquellos lugares que quieran- esas ciudades,

sus gentes y todos los que amamos la cultura o sentimos como propio todo aquello que la conforma, sufriremos un tremendo y duro golpe.
Los templos, seamos o no creyentes, son símbolos del pueblo. De ese pueblo que a veces, se bautiza y se casa en una iglesia aunque sea ateo.

Ese pueblo que da un responso a sus seres queridos y para el que ese templo está presente en los días más felices y tristes de su vida.
Además, según he leído, la Iglesia de #Todoque la construyeron los propios vecinos en tiempos de dureza y escasez.
En cada uno de sus muros

cada vecino sentía el aliento y el esfuerzo de su padre o de su abuelo, el cariño con el que su madre o su abuela arreglaron y cuidaron aquel lugar de todos y sus propias vivencias.
Pensar que Dios dirige la lava es tan ridículo como no comprender la fe de otros o su inexistencia

No creer es tan legítimo como hacerlo. Ser imbécil es una elección personal. Y parece, que en este caso, son muchos los que han tomado ese camino. Una vereda agreste de odio y absoluta falta de empatía que sólo demuestra su propia negación como persona. Ajenos al dolor de otros.

Por eso, a quienes se mofan desde la izquierda, les enlazo el artículo que Laurent Joffrin, director de Liberation, diario de referencia de la izquierda francesa e hijo del mayo del 68, publicó el día en que ardió Notre Dame.
L'EGLISE DE LA NATION.
liberation.fr/france/2019/04…