Os dejo aquí un pequeño esquema de algo que he descubierto esta tarde y que espero que os parezca igual de sorprendente que a mí.
En el episodio en el que Cristo camina sobre las aguas en realidad están ocurriendo muchas cosas.
Sin embargo, fiel a su estilo, Marcos condensa muchísima información en muy pocas líneas.
Estoy hablando de Marcos 6, 48-50. Intentaré ser sucinto, pero es que, repito, aquí ocurren muchas cosas.
Antes un poco de contexto: Cristo acaba de alimentar a una gran multitud milagrosamente. Se despide de la gente, manda a sus discípulos que vayan a la barca y se va a orar al monte.
A la cuarta vigilia (es decir, poco antes del amanecer, todavía oscuro, pero con algo de luz),
Cristo se acerca a ellos caminando sobre las aguas. Se asustan,porque creen que es un fantasma, Cristo dice que no teman, que "es él".
Eso es todo. Un episodio muy conocido. Pero, ¿qué ocurre?
En primer lugar, y para comprender el pasaje, hay que decir que Marcos está contando una historia de fantasmas. Suena un poco extraño, pero sí.
A los oyentes (y lectores) del relato les debió de resultar muy familiar lo que se les estaba contando.
Y es que en la cultura de la época (tanto greco-latina como hebrea) las apariciones espectrales, tanto en ficción como en testimonios de la vida real, cumplían estos tres requisitos:
1. Se producen de noche 2. Hay un poco de luz que permite ver el espectro 3. La aparición provoca terror
(Aquí no puedo desarrollar esto. Colgaré en el Drive el artículo que analiza esta cuestión con muchísimo detalle).
Ahora bien, hay un detalle que hace que el relato pudiera parecer absurdo para la audiencia de la época: que los discípulos pensaran que un fantasma podía caminar sobre las aguas.
Aunque esto se desarrolla también en el artículo, valga decir que, en esta época, y popularmente, se pensaba que los fantasmas no podían caminar sobre las aguas.
De hecho, estas podían servir, precisamente, como barrera frente a ellos.
El hecho de que los discípulos se asustaran debió chocar a la audiencia y lectores de la época: los fantasmas no pueden caminar sobre las aguas.
Y es aquí donde puede estar la clave del asunto: puede que Marcos nos quiera decir algo sobre Cristo, sobre su identidad.
Y utiliza el malentendido para destacarlo.
Si bien se sabía que los fantasmas no caminaban sobre las aguas, había también, en esta cultura, otra creencia: había seres que si podían caminar sobre ellas: los dioses y otros seres dotados con atributos divinos.
Esto también se desarrolla en el artículo, citando otro estudio exhaustivo sobre el asunto.
Entonces, al presentar a Cristo caminando sobre las aguas, Marcos nos quiere decir algo: Cristo tiene una naturaleza divina.
Aquí empieza lo interesante.
En el Antiguo Testamento, la posibilidad de caminar sobre las aguas es una prerrogativa de Dios:
Él (Dios) solo despliega los cielos y camina sobre el dorso del Mar. Job 9, 8
Pero me quiero centrar en otra cosa. En un detalle que parece que no tiene importancia: Marcos dice que Cristo, cuando se estaba acercando a ellos:
" (...) hizo ademán de pasar de largo".
En griego esta frase es así:
καὶ ἤθελεν παρελθεῖν αὐτούς
El importante es el segundo verbo: παρέρχομαι (pasar de largo).
Hay que recordar que en el ministerio de Cristo, entre otras muchas cosas, se está recreando un nuevo Éxodo.
En una de las conversaciones de Moisés con Yahveh ocurre lo siguiente.
Tras pedirle Moisés a Yahveh que le muestre su gloria (quiere ver a Dios), este le dice:
"Cuando pase mi gloria, te meteré en una hendidura de la roca y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado".
Lo interesante, es que, en la traducción griega del AT
cuando Dios dice "cuando pase mi gloria", se utiliza el mismo verbo que en el pasaje de Marcos: παρέρχομαι.
El episodio del Evangelio se entiende por la mayor parte de los comentaristas como una epifanía, en la que la identidad de Cristo empieza a revelarse.
Así, resumiendo, tenemos que:
1. Para la audiencia del siglo primero, son los dioses los que pueden caminar sobre las aguas. 2. Cristo camina sobre las aguas. 3. En este episodio epifánico se emplea la misma terminología a la empleada cuando Dios muestra su gloria.
Y ya, para redondear, lo siguiente. En Isaías 43 se habla del nuevo Éxodo, de lo que ocurrirá en el futuro. Fijaos en este versículo:
Y ahora esto dice el Señor, que te creó, Jacob, que te ha formado, Israel: «𝐍𝐨 𝐭𝐞𝐦𝐚𝐬, que te he redimido, te he llamado por tu nombre, tú eres mío. 𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐜𝐫𝐮𝐜𝐞𝐬 𝐥𝐚𝐬 𝐚𝐠𝐮𝐚𝐬, 𝐲𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐫𝐞́ 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨.
¿Qué le dice Cristo a sus discípulos para calmarlos?
(...) no tengáis miedo.
Las mismas palabras griegas que en Isaías.
¿Por qué no debían tener miedo?
Porque "soy yo" (ἐγώ εἰμι).
Lo interesante, es que en estos capítulos de Isaías, Dios dice de sí mismo:
Escúchame, Jacob; Israel, a quien llamé: yo soy (ἐγώ εἰμι), yo soy el primero y yo soy el último.
Si bien Moisés solo pudo ver la espalda de Dios, con Cristo fue distinto, porque
A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer. Juan 1, 18
No sé si se entiende bien. Lo he hecho un poco rápido porque llega la visita. Si es demasiado incomprensible me lo decís y lo rehago otro día.
Siempre me pareció extraño el detalle en el que se dice que Cristo iba a pasar de largo. Cuando, precisamente, se había acercado a ellos "viéndolos fatigados de remar, porque tenían viento contrario".
Puede que por aquí se pueda entender mejor esto. Los detalles son importantes
Luego os sube el material al Drive para los que quieran leer esto con más detenimiento.
Acabo de descubrir una cosa en el Evangelio de Marcos que me ha dejado loquísimo.
Tengo que terminar de ordenarlo en mi cabeza. Ahora vienen unas amigüitas a visitarme. Si no se van muy tarde lo escribo esta noche o lo cuento por Spaces
Nah. Lo intento escribir rápido ahora. Esta bastante bien.
El episodio en el que Cristo calma las aguas de la tormenta se recoge en los tres Evangelios sinópticos, así como aquel otro en el que Cristo camina sobre ellas.
Hay que tener presente, antes de avanzar, que estos pasajes guardan un alto contenido epifánico, es decir, son episodios en los que la identidad de Cristo empieza a sospecharse.
Empieza a manifestar una serie de atributos que lo separan del resto de los hombres, hasta tal punto que pueda parecer que sea algo más:
«¿Quién es este, que hasta el viento y el mar lo obedecen?». Mat 8, 27
¿Pero quién es este? ¡Hasta el viento y el mar lo obedecen!». Mar 4, 41
Los libros del sacerdote Joseph Fitzmyer, en especial sus comentarios a distintos libros de la Biblia, son de lo mejor que he leído. Lo que estoy aprendiendo con él no tiene nombre.
Esta tarde os subo material suyo a la carpeta compartida de Drive.
Hay que saber un poco de griego para poder seguir sus comentarios, eso sí.
Voy a estar joseándole material por aquí durante mucho tiempo.
Estas palabras están en boca de millones de creyentes, especialmente estos días.
Como saben, la oración tiene su origen en las palabras de Gabriel a María:
(...) Dios envió al ángel Gabriel a la ciudad galilea de Nazaret para ver a María, una virgen que estaba comprometida con José, un hombre que era descendiente de David. El ángel entró en donde ella estaba y le dijo: «¡Salve, muy favorecida! El Señor está contigo.»
Lucas 1, 26-28
"Muy favorecida!", "¡Amada!", "¡Llena de gracia!", "tú que has recibido el favor de Dios!", "favorecida de Dios".
"κεχαριτωμένη" (kecharitōmenē), forma del verbo χαριτόω (charitoó).
Se trata de un verbo que sólo se utiliza dos veces en todo el Nuevo Testamento.