La VOLATILIDAD es una situación en la que la frecuencia de los cambios en las contingencias ambientales se suceden rápidamente. Es la especie de INCERTIDUMBRE que más puede provocar ansiedad. Es incertidumbre sobre el espacio de incertidumbre en sí mismo. (Andy Clark) 
Son entornos que ofrecen un desafío especial a nuestras mentes predictivas. Hacen que las estimaciones no sean fiables. Estos son los denominados "entornos volátiles" en los que las propias regularidades estadísticas, cuando se prueban de la forma habitual, son inestables.
Es un mundo en el que la frecuencia de cambio en la "estructura de reglas" subyacente es alta. Es muy resistente al aprendizaje informativo. Cuando aprendemos algo, cambia. La confianza a todas nuestras estimaciones se derrumba. Predecir es casi imposible.
És una situación que las mentes humanas y animales suelen encontrar extremadamente incómodas. Es como el entorno social podría parecerles a las personas del espectro autista. La pandemia COVID-19 también es una escenario de alta volatilidad.
Una respuesta fue tomar el control de los pequeños mundos (predecibles): hornear pan, armar rompecabezas, hacer ejercicio. Esto es muy similar a una respuesta de personas del espectro autista, que es generar y habitar un entorno más controlado.
Y es una buena respuesta, una forma de restaurar cierto sentido de dominio frente a una volatilidad más amplia. Los seres humanos somos sistemas de gestión de la incertidumbre, y cuando sale mal, podemos perder fácilmente el control sobre nosotros mismos, el mundo y los demás.
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