El CUELLO y la ESPALDA de los mamíferos están fuera de su campo visual, y los reflejos de sobresalto protegen al organismo en el caso de un ataque depredador a estas áreas al acortar y endurecer los músculos, lo que reduce la exposición y dificulta la potencial penetración. 
El REFLEJO puede ser provocado por el tacto, los estímulos acústicos o vestibulares, y las combinaciones de estos producen respuestas más robustas. El sobresalto a menudo se estudia mediante el uso de estímulos acústicos repentinos y fuertes.
Con el llamado aprendizaje 'sin modelo', las acciones que logran un resultado REFORZADOR se repiten cuando surgen estímulos similares. Las tendencias o HÁBITOS de acción resultantes son, por lo tanto, similares a reflejos y patrones de reacción fijos son respuestas automáticas.
Impulsadas por estímulos; la respuesta provocada es arbitraria y aprendida en lugar de preprogramada. Estas respuestas se conocen como HÁBITOS porque, una vez adquiridos, son estimulados, independientemente del valor real del resultado y, por lo tanto, son difíciles de romper.
La existencia de hábitos significa que no todos los comportamientos instrumentales están dirigidos a un objetivo; es decir, no todos estos comportamientos se eligen de una manera que depende de la obtención de un resultado particular y valioso.
La EVITACIÓN habitual es una forma de defenderse contra los daños de forma rápida y eficiente, pero los hábitos también pueden ser PATOLÓGICOS.
Taxonomía jerárquica del comportamiento DEFENSIVO. Se incluyen 3 categorías de reacciones (reflejos, reacciones fijas y hábitos) y tres categorías de acciones dirigidas a OBJETIVOS (acción directa-resultado y acciones basadas en PRONÓSTICOS implícitos o explícitos de resultados).
La conducta defensiva EVITATIVA del dolor puede perpetuar el ciclo dolor / evitación / atrofia por desuso / DOLOR. Retroalimentación positiva de los sistemas de control.
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