“El virus SARS-CoV-2 sobrecarga nuestra sociedad del cansancio radicalizando sus distorsiones patológicas. Nos sume en un agotamiento colectivo y, por eso, se podría llamar también el virus del cansancio”. Byung-Chul Han 
El estado psicológico de "no saber', INCERTIDUMBRE, es percibido como AMENAZA. Las predicciones de los recursos necesarios para afrontar el futuro inmediato son elevadas, lo que incrementa el costo energético metabólico asignado.
El "ESTRÉS" puede definirse como el estado individual de INCERTIDUMBRE sobre lo que se debe hacer para salvaguardar el bienestar físico, mental o social en un contexto determinado. La energía metabólica desplegada para averiguarlo es la CARGA ALOSTÁTICA.
Por lo tanto, las respuestas al estrés contienen un componente clave, a saber, la adquisición de ENERGÍA adicional para el cerebro. Con la ayuda de la energía cerebral adicional, se mejora el procesamiento de la información.
Las personas que se sienten amenazadas por cambios en el entorno externo o corporal interno, pueden verse confrontados con la pregunta: "¿Qué estrategia debo seleccionar para salvaguardar mi futuro bienestar físico, mental y social?". sciencedirect.com/science/articl…
ANGUSTIA por INCERTIDUMBRE son las emociones negativas subjetivas experimentadas en respuesta a los aspectos aún desconocidos de una situación dada. Patrones de comportamiento usados para manejar la incertidumbre y/o la experiencia aversiva de la misma.
La persistencia de la INCERTIDUMBRE y sus predicciones de alto costo energético obligan a relocalizar recursos limitando su asignación hacia actividades no prioritarias para la supervivencia. Consecuencia: agotamiento, fatiga, infertilidad, dolor, depresión, (carga ALOSTÁTICA).
Si la resolución de la incertidumbre no es posible, los efectos adversos de los esfuerzos inútiles que consumen energía cerebral y la crisis cerebro-energía en curso conduce a la carga alostática que contribuye a la patología sistémica y cerebral (fase clínica).
“Estamos fatigados y extenuados. Es un cansancio fundamental, nos acompaña como si fuera nuestra propia sombra. Durante la PANDEMIA nos sentimos más AGOTADOS. Hasta la inactividad del confinamiento nos fatiga. No es ociosidad, sino el cansancio que impera en tiempos de pandemia”.
“La comunicación digital nos extenúa. Es una comunicación sin resonancia que no nos da felicidad. En una videoconferencia, por motivos puramente técnicos, no podemos mirarnos a los ojos. Clavamos la vista en la pantalla. Nos resulta agotador que falte la mirada del otro”.
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