Nuestro muy complejo entorno informativo actual presiona los mecanismos adaptativos de VIGILANCIA EPISTÉMICA fuera de su zona de confort, lo que lleva a errores. 
En general, es más probable que las personas RECHACEMOS mensajes valiosos -desde la realidad del cambio climático hasta la eficacia de la vacunación- que ACEPTAR mensajes inexactos.
Las personas usan con SENSATEZ sus propios conocimientos, creencias e intuiciones para evaluar lo que se les dice. Desafortunadamente, en algunos dominios complejos nuestras intuiciones parecen estar sistemáticamente EQUIVOCADAS.
Las señales NO confiables, si proliferan, amenazan la estabilidad de la comunicación. Si los receptores dejan de beneficiarse de la comunicación, evolucionan para dejar de prestar atención a esas señales.
Los eruditos, sintiéndose superiores a las masas, a menudo han explicado estas decisiones cuestionables y creencias extrañas por una disposición humana a ser demasiado confiado, o a una CREDULIDAD irracional.
Lejos de ser crédulos, los humanos están dotados de mecanismos cognitivos que les permiten evaluar cuidadosamente la información comunicada. Sopesamos muchas señales para decidir qué creer, quién sabe más, en quién confiar y qué sentir.
Los múltiples intentos de persuasión masiva presenciados desde los albores de la historia, desde los demagogos hasta los anunciantes, NO son prueba de credulidad humana.
El éxito cultural de conceptos erróneos, rumores salvajes o creencias sobrenaturales, NO se explica bien por una tendencia a ser crédulo.
Ls conceptos erróneos NO se propagan porque son impulsados por personas prestigiosas o carismáticas, por el lado de la OFERTA. Deben su éxito a la DEMANDA, ya que las personas buscan creencias que se ajusten a sus puntos de vista preexistentes y sirvan a algunos de sus objetivos.
Esta explicación, "las masas son crédulas", ha demostrado ser muy influyente a lo largo de la historia, incluso si, como toda la evidencia demuestra, está completamente EQUIVOCADA.
Las intuiciones de las audiencias se EQUIVOCAN a menudo en asuntos complejos, lo que es bastante razonable. Pero los expertos se EQUIVOCAN al juzgarlas intuitivamente sin estudiarlas científicamente, lo que resulta inaceptable.
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