El exquisito mecanismo del HAMBRE y la SACIEDAD. Un dispositivo de muy alta precisión pero también de alta vulnerabilidad en ambientes que distorsionan la precisión y confiabilidad del valor de las señales. 
Cuando un animal se ve privado de comida, se disparan neuronas hipotalámicas para señalar el "hambre" e impulsar la búsqueda de alimentos. Esto ocurre mucho ANTES de que haya un déficit calórico real, por lo que es un "empujón" anticipado o predictivo.
Cuando el animal detecta comida por el olor o el sabor, estas neuronas se reinician rápidamente, mucho ANTES de que la comida se consuma. Estas neuronas utilizan la información sobre la DISPONIBILIDAD de alimentos para anticipar el valor nutricional de una próxima comida.
La regulación anticipatoria permite al animal SUPRIMIR rápidamente la búsqueda de comida y otros comportamientos apetitivos para concentrarse en la alimentación (consumatoria).
A medida que aumenta el hambre, disminuye el interés del animal por otras actividades, sexo y defensa territorial. Las señales que inician la búsqueda de comida son anticipatorias y se integran con señales competitivas para equilibrar la OPORTUNIDAD con la URGENCIA.
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