Una pequeña historia sobre violencia, justicia y proporcionalidad ahora que hablamos del juicio de Altsasu.
Concepción Espejel es una de las jueces que dirimirá si romper el tobillo a un Guardia Civil en un bar merece 62 años de cárcel. En el año 2007 era juez en Guadalajara.
A su juzgado llegó el caso de Israel Galve, un jefe de Falange que estando en un bar se encontró con Carlos Arroyo, un joven de izquierdas de la ciudad, y tras una discusión le propinó tres puñaladas.
La agresión propició la hospitalización de Carlos Arroyo durante 9 días y una baja de 40. La acusación popular pidió que se condenara al agresor por un delito de homicidio en grado de tentativa.
Pero Concepción Espejel consideró que el jefe de Falange no tenía ánimo de asesinar a Carlos Arroyo, sino que tan solo quería lesionarle. Y le condenó a 2 años de prisión. Por lo que no tenía que entrar en prisión.
Finalmente la familia recurrió al Tribunal Supremo que acabó condenando a 5 años de prisión al jefe de Falange por intento de homicidio. La acusación que desdeñó Concepción Espejel.
En resumen y a la espera del fin del juicio de Alsasua.
Falangista: Pelea en un bar. Motivo ideológico. Tres puñaladas. Dos años de prisión.
Falangista: Pelea en un bar. Motivo ideológico. Tres puñaladas. Dos años de prisión.
