La foto fue publicada por el chico de gris de la derecha en su cuenta de Twitter, a modo de despedida tras producirse el suceso, este es el tuit real:
Me enteré de esto porque sigo al chico de gris en Twitter desde hace unos meses, pero en realidad no le conozco de nada. Llegué a él por casualidad, y le seguí porque me parecía mono, pero todos viven en Barcelona, a 600 km de Madrid, donde vivo yo. Nunca les he visto en persona.
Este tuit sobre este fallecimiento me inquietó muchísimo y empecé a curiosear para intentar averiguar lo que había pasado. Lo primero que hice fue entrar en el timeline del chico fallecido, al que habían etiquetado como @jor_g_t. 
Tenía pocos tuits, y eran poco ilustrativos. Desde luego no había nada que anticipase su muerte. Ninguna enfermedad, ninguna agonía. Su bio me proporcionó algo de información. Se llamaba Jorge A., tenía 30 años y era de Bilbao, aunque vivía en Barcelona.
Con sus iniciales fue fácil encontrar el suceso en los periódicos de la zona. En la noticia hablaban del caso: un suicidio al lanzarse al vacío desde la ventana de su casa.
En general, los suicidios me inquietan. ¿Qué clase de angustia tiene que sufrir una persona para querer quitarse de en medio de forma tan traumática? Estuve un buen rato mirando la fotografía, pensando mucho en ese chico y en qué podía haberle llevado a la muerte.
No sé qué tipo de morbo hizo que mi curiosidad se convirtiera en obsesión. Me encontré ampliando su rostro hasta ocupar toda la pantalla de mi ordenador, observándolo hipnotizado e intentando, de alguna manera, descifrar sus pensamientos. ¿Por qué se mató?
No sólo me obsesioné con su rostro, sino también con su timeline. Repasé los pocos tuits que tenía en busca de pistas sobre su vida, quién era, qué le gustaba, y algunos de ellos me llamaron la atención por ser especialmente tristes:
Aquello me hizo pensar que posiblemente Jorge lo estuviera pasando mal por causa de un desamor. Y me pregunté si tendría que ver con alguno de los dos chicos de la foto, y si era así, ¿con cuál de los dos? Imaginé ambos escenarios.
Según el comentario que acompañaba a la foto, ésta se había tomado unas horas antes del suceso en alguna discoteca del centro de Barcelona. Es muy posible que ocurriese algo en aquel lugar que le llevara a quitarse la vida.
También existía la posibilidad de que Jorge estuviera atravesando un momento depresivo. De hecho, su último tuit antes de fallecer parece reflejar una personalidad derrotada. Lo publicó antes de ir a la discoteca, a las 3.11 de la madrugada, y es este:
Tardé demasiado darme cuenta de que había alguien más etiquetado en la foto. Era el chico de rojo que ahora sé que es @felipe_L_88. Así que intenté indagar más por ahí. Necesitaba más información sobre aquel trío de amigos.
En la cuenta de @Felipe_L_88 no hay tuits, pero por su bio averigué que era diseñador gráfico. No pude averiguar mucho más, pero sí descubrí algo que podría ser relevante: Jorge (el chico fallecido) y él no se seguían.
Podía ser un detalle insignificante pero desencadenó en mí una serie de sospechas que no fui capaz de acallar. ¿Tan amigos para posar felices en aquella fotografía pero no como para seguirse mutuamente en Twitter?
Ahora no podía dejar de imaginar escenarios macabros: ¿había algún tipo de triángulo amoroso en la fotografía?¿Y si detrás de esa aparente amistad había alguna historia más turbia? ¿Celos, cuernos? ¿Y si alguno de los dos, o los dos, fueron detonantes del suicidio?
No se porqué me interesé tanto por todo aquello. En parte porque estaba aburrido (era domingo) y en parte por el morbo sensacionalista que suele invadirnos cuando se producen muertes inesperadas. Pero lo cierto es que aquella foto se convirtió en mi único pensamiento.
Estuve en pijama delante de la pantalla del ordenador prácticamente todo el día, con la foto delante de mis narices, y no fue hasta que empezó a anochecer cuando me fijé en el detalle que lo cambiaría todo: El tatuaje de @jor_g_t
Al principio no le di mucha importancia, era un tatuaje sencillo, en el que podía identificar la palabra FREEDOM si me acercaba lo suficiente. Pero había algo muy extraño.
Miré la camiseta del chico de rojo y observé que las letras estaban del revés, por estar reflejadas en el espejo. Entonces, ¿por qué el tatuaje no estaba del revés?
En teoría, si la foto estaba hecha en un espejo, debería haberse visto así:
Al principio pensé en la posibilidad de que el tatuaje original estuviera invertido a propósito, de manera que cuando se reflejara en un espejo se leyese correctamente, como los carteles de las ambulancias.
Pero recordé que había un tuit en el timeline de Jorge que mostraba el tatuaje original. Y no, no estaba invertido:
Aquello me desconcertó. ¡No tenía ningún sentido! Hice un esfuerzo por encontrarle alguna lógica pero tardé muy poco en desistir; sólo había una explicación posible: La foto era falsa.
Esta supuesta falsificación me recordó que Felipe (el chico de rojo) se definía en su bio de Twitter como diseñador gráfico, y de repente no me pareció tan descabellado que hubiera podido modificar la foto. Pero ¿por qué razón?
Estudié cada píxel de la fotografía buscando más pruebas que demostraran que aquello era indudablemente falso, pero no encontré nada más. Si se trataba de una edición, era casi perfecta.
Pero había una cosa importante a tener en cuenta: aunque Felipe fuera el diseñador gráfico, había sido Luis el que había publicado la foto en su cuenta de Twitter, y había etiquetado a Felipe. Es decir, que si la foto era falsa, ambos habían sido responsables.
Aquello me hizo empezar a imaginar teorías macabras. Un chico muere y dos amigos falsifican una foto para hacer creer que estuvieron con él en una discoteca la noche anterior. ¿Por qué? ¿Qué tratan de ocultar? Joder, ¿le mataron ellos?
No sabía muy bien por dónde seguir investigando, pero estaba convencidísimo de que allí había gato encerrado y de que aquella foto escondía una historia más compleja de lo que aparentaba. Ya no había marcha atrás, tenía que averiguar la verdad.
Caí entonces en fijarme en los chicos del fondo. ¿Quiénes eran? Podían ser un hilo del que tirar.
Quizás ellos podían hablarme del momento en que se tomó la fotografía y corroborar que era falsa, y que la persona del centro realmente no era Jorge, sino alguien a quien pusieron su rostro y su tatuaje. Lo malo es que no tenía ninguna manera de contactar con ellos.
Me centré en ellos durante un buen rato, analizando sus rostros, de nuevo sin saber muy bien qué esperaba encontrar en aquel amasijo de píxeles. No les conocía, era una tarea inútil.
Pero al cabo de un rato me llamó la atención un detalle en la camiseta del chico del fondo. Había un pequeño estampado, aunque era apenas imperceptible. Decidí iluminar la foto al máximo para intentar interpretarlo.
No se veía muy claro pero parecía un logotipo anaranjado. Un logotipo de Adidas, concretamente.
En un primer momento me pareció un dato intrascendente, pero luego tuve la sensación de que haber visto antes aquella camiseta con aquel logo de Adidas.
Tened en cuenta que aunque esté escribiendo este hilo de seguido, han sido muchas horas obsesionado con estas tres personas, analizando toda su actividad en Twitter. No sólo los tuits que habían publicado, sino también los tuits a los que habían dado ‘me gusta’.
Por eso no me resultó difícil acordarme de que esa camiseta con aquel logo naranja aparecía en un tuit al que Luís había dado “me gusta” aquella misma noche. Este tuit:
¡Le tenía! ¡Tenía la cuenta de Twitter del chico del fondo!
Había otro dato importante en el tuit de Quim: la discoteca en que había ocurrido todo. Según el hashtag que utilizaba, se trataba de Arena Madre, una sala de Carrer de Balmes.
Aquí puedes la ubicación de la discoteca con respecto a la calle de Jorge, desde donde se lanzó al vacío, según la noticia que había leído en prensa:
Pero ¿qué podía hacer ahora? ¿Escribir a aquel chico? ¿Decirle que, aunque no le conociera de nada, quería información sobre aquella noche porque estaba jugando a ser Jessica Fletcher?
Según su perfil, se llamaba Quim. Tenía los DMs abiertos así que le mandé un mensaje. Me respondió casi inmediatamente. Estas son capturas de pantalla de la conversación que tuvimos:
Así que ya tenía más detalles de la historia. Jorge y Luis habían sido pareja pero lo habrían dejado hace algún tiempo, y ahora eran Felipe y Luis los que tenían una relación.
A juzgar por los tuits desolados de Jorge, es bastante probable que no hubiera superado aquella ruptura y siguiese enamorado de Luis. Por eso el tormento, por eso este último tuit sobre intentarlo una última vez:
Este es un resumen de lo que sabía hasta ahora:
A veces pensaba en escribirles directamente a los implicados, pero estaba tan convencido de que estaban involucrados en la muerte de Jorge que preferí seguir investigando por otras vías para así obtener pruebas contundentes que me permitieran acorralarles.
Por el momento tenía una nueva pista que seguir: el número de teléfono del chico que estaba de espaldas.
Le agregué a Whatsapp y le escribí en seguida. Estas son las capturas de los mensajes que nos mandamos:
Esta conversación confirmó mi sospecha de que Jorge no había pisado la discoteca aquella noche, y de que la foto falsa era simplemente una manera de hacer creer a todos lo contrario. Ahora la pregunta era: ¿adónde fue Jorge realmente y por qué era necesario ocultarlo?
Después de esta reflexión pasé un par de horas pensando que había llegado al límite de mi investigación. Que no había más hilos de los que tirar. Y entonces me di cuenta de un detalle de la foto al que no había dado la suficiente importancia: el reloj de Felipe.
Si conseguía averiguar la posición de las agujas del reloj podría saber exactamente a qué hora se había hecho la foto. No estaba seguro de que fuera un dato relevante, pero era un dato.
Lo primero que había que hacer era reflejar la imagen. Recuerda que la foto se había hecho en un espejo. También la giré hasta colocarla en una posición recta. Esto es lo que conseguí:
Estaba bastante claro: marcaba las 5.55 aproximadamente. Este dato resultó ser más revelador de lo que esperaba ya que, si el cadáver de Jorge se había encontrado a las 5.30, quedaba probado que la foto se había orquestado a posteriori.
Y entonces caí. En la foto no había 5 personas, había 6.
Me había estado centrando todo el rato en las dos personas de los extremos pero no había estado pensando en el cuerpo sobre el que habían colocado la cara de Jorge. ¿Quién era la persona con la que habían posado? ¿De quién era ese cuerpo? ¿Era él el verdadero responsable de todo?
Al principio había pensado que el montaje se había hecho sobre una foto al azar en la que Luis y Felipe posaban junto a algún otro amigo, pero ¿y si todo estaba mucho más calculado? ¿Y si el tercer implicado había posado ya con la idea de sustituirse posteriormente el rostro?
Un detalle que me ayudaría a esclarecerlo: la ropa. Si la foto se había hecho deliberadamente a posteriori, la persona del centro se habría puesto la misma ropa que el fallecido, para hacerlo más creíble. Volví a revisar la noticia en el periódico y encontré lo que buscaba:
Jorge había muerto con una ropa similar a la del chico que posó más tarde en la fotografía. Un polo negro. Difícilmente aquello era casualidad.
Todo apuntaba a que fue esto lo que pasó: el chico del centro asesinó a Jorge en su casa. Luego se puso una ropa similar, quizás del mismo armario de Jorge (es factible tener más de un polo negro), después fue a la discoteca y posó en la foto para que le sustituyeran el rostro.
Pero ¿quién era este chico? Era lo que tenía que averiguar. Era la clave de todo. Y había alguien que lo había visto: Carles, el chico que aparecía al fondo, de espaldas y que apenas había bebido aquella noche.
Así que le volví a escribir. Estas son las capturas de la conversación que tuvimos:
Tenía más datos sobre el posible tercer cómplice: ojos azules, unos 30 años, pelo moreno, posible extranjero… ¿quién sería? ¿cómo podría llegar hasta él?
No sabía cómo avanzar en aquella cuestión, así que decidí reconstruir la cronología del suceso. Así es como lo imaginé:
La pregunta a la que no podía responder era la siguiente: ¿Por qué necesitaban hacer creer que Jorge fue a la discoteca?
Se me ocurrían 2 razones: La primera era que tenían que fingir que se llevaban bien. Seguramente habría bastante tensión entre ellos, así que quisieron eliminar cualquier sombra de enemistad que pudiese ponerles en el punto de mira como posibles asesinos o cómplices del asesinato
Pero no parecía una razón suficiente. De hecho, era un poco contraproducente. Es decir, si yo hubiese matado a alguien, lo último que haría sería colgar una foto falsa en la que se me relacionara con la víctima, ¿no?
La segunda razón que se me ocurría era que estuvieran desviando la investigación policial. Es decir, si la policía estaba intentando reconstruir los últimos pasos de Jorge, esta foto entorpecería la tarea, ya que les haría creer que estuvo en esa discoteca.
¿Pero dónde estuvo en realidad? Sabía, por su ultimo tuit, que había salido a la calle, eso lo sabía. Y la policía lo sabría también. Lo que ninguno sabíamos es adónde se dirigió:
La explicación más lógica que se me ocurría era la siguiente: Jorge había ido a casa del asesino. Por eso tenían que evitar a toda costa que la policía reconstruyese los últimos pasos de Jorge. Porque darían con él.
O sea que primero Jorge fue a casa del asesino. Quizás discutieron y se amenazaron. Y luego fue el asesino el que se dirigió a casa de Jorge, donde le arrojó por la ventana.
Luego puede que el asesino se pusiera nervioso al ver lo que había hecho, quizás pensó que alguien le había visto u oído, y entendió que, si la policía iniciaba una investigación, llegarían hasta él. Así que llamó a Luis y Felipe y les pidió ayuda.
El último tuit de Jorge era importante en la historia, ya que era una prueba contundente de que había salido a la calle aquella noche. La policía podía mirar las cámaras de seguridad del parking, viéndole salir a las 3.11 a.m y regresando más tarde.
El asesino ideó entonces su plan creyéndolo infalible: se pondría ropa similar al fallecido, iría a la discoteca, se haría una foto con Luis y Felipe, y posteriormente la retocarían para hacer creer a la policía que era allí adonde Jorge se había dirigido tras su último tuit.
En realidad, Luis y Felipe tenían una coartada que les exculpaba de todo crimen: realmente habían estado toda la noche en la discoteca, cosa que las cámaras del local podrían atestiguar.
Así que falsificar aquella fotografía no era tan incriminatorio para ellos. Eso sí, estaban cooperando deliberadamente con el asesino. Y eso era lo que yo no lograba entender ¿Por qué les interesaba cooperar? ¿Qué relación había entre esas tres personas que se abrazan en la foto?
En realidad el plan de la foto falsificada era bastante perfecto, porque además reforzaba la falsa idea de que Jorge estaba depresivo y que esta depresión le llevó al suicidio. Recordad que la foto se colgó con este texto:
Era un texto hábilmente construido que, junto a los tuits pesimistas que Jorge había publicado en el pasado, creaban un diagnóstico depresivo muy oportuno.
Quedaba una pregunta importante por resolver: ¿por qué iría Jorge a casa del asesino en vez de a buscar a Luis para intentar recuperarle?
Esta fue la única opción que me resultó factible: el asesino era pareja de Luis, así que Jorge fue a hablar con él.
Esta fue la única opción que me resultó factible: el asesino era pareja de Luis, así que Jorge fue a hablar con él.
Eso podría tener cierto sentido, pero entonces se nos quedaba otro cabo suelto ¿qué pintaba Felipe en todo aquello? Al fin y al cabo él era el diseñador gráfico, él había retocado la foto.
Me quedé atascado en este punto durante varias horas. Parecía escapárseme una última pieza del rompecabezas.
La siguiente pista me llegó como un latigazo. Era bastante obvia, y me cabreó no haberla pensado antes: si el asesino formaba parte de la vida de aquellos chicos y conocía todos aquellos tuits, ¡tenía que estar entre sus seguidores de Twitter!
Sabía que era moreno, de ojos claros, posiblemente extranjero y de más de treinta años. Encontrarlo resultó más fácil de lo que imaginaba. Miré en los seguidores de Luis, y sólo encontré uno de nombre extranjero, @william_s81. El número 81 me indicaba que tendría unos 37 años.
También encontré este tuit que había publicado con una foto suya. Y sí, tenía los ojos azules y el pelo moreno. Estaba seguro de que era él. ¡Le tenía! @William_S81 era el asesino de Jorge, y la persona que se escondía tras su cara en la fotografía.
¿Qué podía hacer ahora? Estuve analizando su timeline un buen rato, esperando encontrar más detalles que lo terminaran de declarar culpable.
Y fue un tuit al que había dado “me gusta” el que consiguió que atara todos los cabos. Y es que William había dado ‘me gusta’ a un artículo muy específico. Este artículo:
De repente todo tuvo mucho sentido. Las parejas de tres no son habituales, yo al menos no había conocido a ninguna, pero sabía que existían. Y que los tres sospechosos estuvieran relacionados sentimentalmente era una explicación perfecta. La pieza que faltaba en el rompecabezas.
Ahora tenía el cuadro completo: Luis, Felipe y William formaban un tándem sentimental. Jorge lo sabía y no podía soportar la idea de haber perdido a Luis y verlo ahora en manos no de una persona, sino de dos.
Aquella noche Jorge habría ido a casa de William a decirle que se alejara de Luis, quizás lo habría amenazado con algo. Recordé un caso que había ocurrido recientemente que tenía que ver con un triángulo amoroso y que implicaba una amenaza por fotos sexuales comprometidas.
¿Y si Jorge tenían en su poder fotos comprometidas de su pasado sexual con Luis y las estuviera utilizando para amenazarles? Fuese esta la explicación o no, William habría quedado muy alterado. Lo suficiente como para seguir a Jorge hasta su casa y matarle.
¿Qué podía hacer ahora? Solo se me ocurría una cosa: acorralarle. Escribirle directamente. Me creé una cuenta falsa y le seguí. Utilicé un torso desnudo como avatar, esperando que le resultase tan atractivo como para seguirme.
Tuve que esperar 5 horas, pero finalmente lo hizo. Me siguió. Así que le escribí inmediatamente, y lo hice en forma de amenaza, utilizando todos los datos que había averiguado con mi investigación:
El mensaje constó como “leído” casi inmediatamente. Luego él estuvo escribiendo algo y borrándolo durante varios minutos. Esto es lo que veía:
Luego paró. No respondió. Pasaron 3 horas hasta que volvió a dar señales de vida. Se volvió a activar el símbolo que indicaba que estaba escribiendo. Yo no me había movido de mi mesa en esas 3 horas. Después de teclear durante varios minutos respondió esto:
Quería despistarme. Quería que pensara que me había equivocado de persona. Pero yo estaba convencido, así que insistí, poniendo sobre las mesa más datos que había averiguado.
Durante 1 horas y 45 minutos, sólo vi esto:
Luego, finalmente, contestó:
Le tenía. Todas mis suposiciones eran ciertas. Seguramente pensó que si no había ido a la policía era porque quería negociar a cambio de guardar silencio. Pero aquel no era el caso. Yo solo necesitaba llegar al fondo del asunto, y aquel mensaje era una confesión.
Por eso, @Policia, os escribo todo esto. Necesitáis saber que @William_s81 mató a @jor_g_t y luego lo encubrió con la ayuda de @Luisterico88 y @Felipe_L_88. Estas son las personas que debéis buscar.
#FeriaDelHilo @TwitterEspana
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